En un contexto donde el manejo del inglés es fundamental para el desarrollo académico y profesional, muchos estudiantes enfrentan dificultades para adquirir el dominio de este idioma, debido a métodos de enseñanza tradicionales y poco interactivos.
El proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamental y debería tener un enfoque inmersivo y participativo que transforme la experiencia educativa del alumno, asegura Alex Sauter, gerente Académico y de Servicios Internacionales del ICPNA.
En ese sentido, Sauter nos indica las características del proceso de enseñanza y aquellos aspectos que considera que debería tener el proceso de enseñanza para el aprendizaje y el desarrollo de las habilidades lingüísticas:
- Personalización de contenidos: Es importante adaptar los contenidos a las necesidades individuales de cada estudiante desde el nivel básico. Los textos y plataformas virtuales deben incluir estrategias específicas para el aprendizaje de las cuatro habilidades lingüísticas (hablar, escuchar, leer y escribir). Además, los alumnos deberían desarrollar proyectos en el idioma inglés y tener acceso a diversos refuerzos para rendir exámenes internacionales.
- Tecnología como pilar del aprendizaje: La infraestructura tecnológica es clave para facilitar el acceso a materiales educativos y promover la interactividad, ya sea en una modalidad presencial o virtual. Se debería contar con herramientas de videoconferencia y plataformas de gestión del aprendizaje, para que los estudiantes puedan acceder a sus recursos en cualquier momento y lugar. Además, se deben implementar didácticas y herramientas avanzadas para replicar la dinámica del aula y supervisar las evaluaciones online.
- Capacitación y evaluación de docentes: La formación, supervisión y evaluación continua de su equipo docente es fundamental. Los profesores deben pasar por programa de inducción y capacitación constante de una duración de un año como mínimo. Asimismo, es necesario contar con un sistema de seguimiento que monitoree el desempeño del docente, midiendo variables como puntualidad, asistencia, retroalimentación en el corto plazo sobre sus actividades y evaluaciones y finalmente encuestas para medir la satisfacción de los estudiantes.
- Evaluación del progreso estudiantil: Para medir el avance, se tiene que realizar un seguimiento constante a través de actividades, evaluaciones internas y exámenes internacionales. Estos indicadores permiten ajustar y mejorar la currícula y el proceso de enseñanza-aprendizaje, para así garantizar el aprendizaje de los alumnos, con parámetros objetivos, eficientes y de carácter internacional.
- Talleres y recursos adicionales: Son básicos para complementar el aprendizaje, especialmente los de conversación y tutorías personalizadas. Estas actividades brindan a los estudiantes más oportunidades para practicar el idioma fuera del aula, reforzando su desarrollo integral.
Finalmente, el experto menciona que la combinación entre la tecnología, la personalización y la supervisión constante asegura que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para dominar el inglés y alcanzar metas personales, académicas y profesionales.
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