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PRONACEJ EN EMERGENCIA

Seis internos de Maranguita se fugan y el ministro Arana no dice nada

Tras el escandaloso escape, un total de 29 jóvenes fueron trasladados al penal de Piedras Gordas y viceministro del Minjus anunció que centro de rehabilitación sería reubicado a un nuevo terreno. Nueve trabajadores están detenidos por complicidad.

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Una coladera. Internos venezolanos treparon muro con concertina de seguridad y nadie se dio cuenta. (Foto: Composición Perú21)
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Atrás quedaron aquellos elaborados y sofisticados escapes de película que planeaban los reos de los establecimientos penitenciarios de nuestro país. Casos como la fuga del terrorista Víctor Polay Campos del penal Castro Castro, en 1990, mediante la construcción de un túnel de 250 metros que conectaba con una vivienda en los alrededores de SJL, o la de 2020, cuando la Policía descubrió un túnel similar, en el mismo penal, de 180 metros de longitud que también daba con un inmueble para una posible huida.

Hoy, las cárceles son peor que una coladera. Se escapan hasta las tortugas. Ya no hacen falta elaborados planos ni megaobras de meses. Hoy es tan fácil como trepar un muro, saltar y agradecer a Dios.

Si hace una semana y media se hablaba de John Kennedy Javier Sebastián, un recluso de nacionalidad venezolana que burló la seguridad del penal de Lurigancho trepando una pared de más de seis metros, ahora los jóvenes infractores también siguen los pasos de los más grandes delincuentes.

FUGA DE MARANGUITA

Alrededor de las 3:00 a.m. de ayer, aprovechando el feriado largo estatal y mientras el ministro de Justicia, Eduardo Arana, participaba de un megaoperativo en 68 penales del país, seis internos venezolanos —tres de 17 años, dos de 18 y uno de 19— del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, más conocido como Maranguita, en San Miguel, escaparon del recinto utilizando una larga soga improvisada trenzada con prendas y telas. El cerco de púas, instalado como un método intimidante desde hace años, fue sencillo de esquivar.

Fue un patrullero del distrito, ni siquiera los miembros de seguridad de Maranguita, quienes se percataron de algo inusual en una de las paredes externas. En la escena, altura de la cuadra 19 de la avenida La Paz, quedaba colgada la soga, en la vereda yacían dos sandalias negras, una prenda de color negro, huellas de sangre en la concertina de seguridad y una bolsa blanca.

Tres cámaras de seguridad —ninguna de Maranguita porque no están operativas— han logrado captarlos merodeando con total tranquilidad en el cruce de las avenidas De Los Precursores con Rafael Escardó. Todos rapados, con indumentaria blanca (uno de azul) y sandalias (uno descalzo). Reunidos entre calles y pasajes angostos concertaban el destino para desaparecer del radar de las cámaras.

REACCIONES

“Hemos visto materiales y hemos podido percibir que habría cierta participación, un descuido intencional aparente del personal que trabaja al interior, los que tienen contacto directamente con los adolescentes”, declaró Francisco Naquira, director del Programa Nacional Centros Juveniles (Pronacej) del Ministerio de Justicia (Minjus).

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fuga maranguita

El funcionario afirmó que se ha dado parte a la Policía, al Ministerio Público y a peritos especializados para investigar a fondo las circunstancias del escape. “Más que una inacción, hubo una complicidad. No es usual que seis ciudadanos, de manera concertada, a la misma hora, se junten y se provean para llevar a cabo su fuga. Estamos indignados. Desde casa se puede percibir, más que una negligencia, una clara inacción. Debió tenerse más cuidado por parte de nuestro personal. No podría adelantar cuántos estarían implicados, pero sí puedo decir con indignación que esto no puede permitirse”, sostuvo Naquira.

Horas después, en medio de las indagaciones, se confirmó que nueve trabajadores fueron detenidos por 48 horas por estar presuntamente involucrados en el hecho. Se trataría de cinco educadores y cuatro miembros del personal de seguridad del centro de rehabilitación.

Todos ellos fueron trasladados a la sede del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de San Miguel. Sin embargo, Juan Carlos Guerra, abogado de los detenidos, señaló que la medida era arbitraria, ya que “todavía no existen elementos que corroboren que ellos hayan participado”.

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fuga maranguita

¿Y EL MINISTRO?

A pesar de la seguidilla de negligencias, que son responsabilidad política del Minjus, al ministro Eduardo Arana no le pasa nada. Está en el cargo desde el 6 de septiembre de 2023,  y sigue luciendo sonriente para las cámaras en los megaoperativos del INPE. Pero ya cuenta siete prófugos en su haber.

Javier Llaque pagó los platos rotos con la fuga de John Kennedy Javier del penal de Lurigancho. Hoy puede ser Francisco Naquira con la fuga de los seis internos de Maranguita, tal y como él mismo lo adelantó. “Es un cargo de confianza y no tendría ningún problema en poner mi cargo a disposición. No quiero decir que es un complot, la Policía investigará”, dijo. ¿Cuándo será Arana?

Fuentes de Perú21 confirmaron que los centros juveniles son las escuelas de los grandes delincuentes. “El Pronacej ha llegado a manos de inútiles ladrones. Esos que están como jefes, los expolicías, esconden toda la mala información. Más solo ven robar que hacer una buena gestión”, indicaron desde la sede del distrito de San Miguel.

Si bien llevan un procedimiento legal para los implicados directamente, en medio de las promesas de una reestructuración del sistema penitenciario, las negligencias en seguridad en los penales y centros juveniles son el pan de cada día en el ministerio de Eduardo Arana.

REORGANIZACIÓN Y REUBICACIÓN

Tras la escandalosa fuga, el viceministro del Minjus, Juan Alcántara Medrano, anunció el traslado de 29 internos de Maranguita al Anexo Ancón I, más conocido como el penal de Piedras Gordas. Además, confirmó que Maranguita sería trasladado a un terreno de una provincia de Lima, así como la declaratoria de emergencia del Pronacej.

Esta situación refleja la precariedad del sistema de seguridad, no solo en los penales, sino también en los centros juveniles, donde más de una vez se han reportado motines. Naquira enfatizó que, tras esta fuga, el Pronacej podría tener una reorganización interna.

En este punto también hizo énfasis Guerra, el abogado de los trabajadores detenidos. “En Maranguita hay más de 700 internos, en cada patio hay 180 internos. Solo hay dos psicólogos por patio y no creo que lleguen a más de cuatro educadores en un patio para cuidar a 180. Creo que la falencia viene de la propia administracion del Pronacej, que no dota de personal adecuado para poder hacer una buena gestión, tanto de seguridad como tratamiento”, dijo a los medios.

Por otro lado, otro tema que sigue en debate es el hacinamiento y la reubicación. Desde 2018, vecinos de San Miguel, incluso el alcalde de ese entonces, Eduardo Bless, pedían que los internos de Maranguita fueran trasladados al expenal San Jorge, sin embargo, no fueron tomados en cuenta. “Los reportes oficiales mencionan que Maranguita tiene una población de hasta 540 adolescentes, pero en este momento la capacidad ha sido superada, esto implica que el espacio es más reducido y obviamente en ese contexto la seguridad falla en protocolos. Por otro lado, en el país, todavía a la fecha, no se ha construido un verdadero centro juvenil para menores”, refirió Cristian Sola, exdirector de Maranguita, a Canal N.

Maranguita este año cumple 80 años. El centro juvenil llegó a San Miguel en una época cuando el distrito era una zona no urbanizada, pero a partir de la explosión demográfica ahora se encuentra dentro de la ciudad. “Hay que pensar seriamente en una reubicación, quizás, de repente, que vaya a una zona periférica de Lima nuevamente y que tenga la construcción para esta finalidad. Es decir, el Estado todavía no ha construido cárceles para menores, es un tema pendiente de agenda pública y de seguridad, tomando en cuenta que si hay una fuga, evasión, eso implica riesgo para la población cercana”, agregó.

 

DATOS:

·El Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima tiene una capacidad para albergar a 560 internos. Sin embargo, en años recientes ha operado por encima de su capacidad. Por ejemplo, en 2018, se reportó que albergaba a 900 internos, lo que representaba un hacinamiento significativo.

·En 2020, la Defensoría del Pueblo informó que Maranguita tenía una población de 746 internos, superando su capacidad en un 33%.

 

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