El muralista Diego Rivera, el hombre que más amó Frida Kahlo, tenía una debilidad por las mujeres hermosas. Y Silvia Pinal no fue la excepción. Pero entre ambos solo hubo una amistad que culminó con un hermoso retrato de la Diva de México que murió ayer. El cuadro está valorizado en 3 millones de dólares.
Pinal, una de las actrices icónicas de la Época de Oro del Cine Mexicano, despertó la fascinación de Diego Rivera. Entonces, Silvia tenía 25 años y una belleza deslumbrante. El muralista estaba realmente fascinado.
La diva confesó que, aunque estaba emocionada por la oportunidad de ser retratada por Diego, también estaba inquieta por el costo de la obra. “Mire maestro, yo estoy muy preocupada, porque usted es tan famoso, y el cuadro está divino, pero yo necesito saber cuánto me va a costar”, le dijo la actriz al pintor. La respuesta de Rivera fue inesperada: “¿Qué le parece si no le cobro?”.
Se dice que Diego estaba más interesado en el cuadro que la propia Silvia. Seductor incorregible, el marido de Kahlo le propuso pintarla desnuda. Y aunque la artista era una mujer sin prejuicios, decidió que no lo haría.
"Tienes un brillo particular, como si estuvieras iluminada, como un ángel. Es más, te estoy pintando desde que te vi", le dijo Rivera, al proponerle el desnudo. La misma Pinal lo contó en sus memorias.
El anhelo de Rivera quedó en solo un deseo. La Pinal posó con un vestido de gala de color negro y largo.
La obra quedó terminada en el diciembre de 1956, y el autor la citó para verlo en su estudi. Silvia fue y quedó encantada. "Sin aliento". Esas fueron sus palabras.
“Todas las mujeres que yo he pintado han sido hermosas. O no las hubiera pintado. Encuentro que el vestido debe escogerlo la modelo, porque el vestido forma parte de su personalidad", declaró Rivera meses antes de entregar el ahora célebre trabajo.
El cuadro pasará al acerbo de la obra de Rivera, patrimonio cultural de la nación, en su casa estudio que también es un importante museo en Ciudad de México, aunque los derechos de la imagen -del que mandó a hacer varias réplicas que incluso se usaron como escenografía de 'Mujer casos de la vida real'- pasarán a ser parte de la herencia de sus hijas Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán.
Aunque Pasquel no se ha pronunciado sobre la obra de arte, Alejandra Guzmán sí ha expresado que le gustaría tenerlo en su casa. Esa sería la única herencia que espera la rockera.
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