Día Mundial del Agua: Amunas, el proyecto de Backus que lleva vida alrededor de 68 mil personas

Lima es una de las regiones con mayor peligro de afrontar una crisis hídrica en los próximos años. La capital alberga a más de 10 millones de peruanos, quienes en unos 10 o 15 años podrían ocasionar una reducción del 30% del agua disponible para su consumo.

Ante esta problemática, Backus se comprometió a proteger este recurso natural en zonas donde se registre estrés hídrico, ayudando a mejorar la calidad y cantidad del agua en estas localidades. Así, en el 2021, nació el proyecto “Amunas develoPPP”, una iniciativa de la mano con Aquafondo, The Nature Conservancy (TNC) y la cooperación alemana para el desarrollo, implementada por la GIZ en el marco del programa develoPPP del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ). Desde el 2018 a la actualidad, Backus ha logrado recuperar un total de 24.2 km de amunas.

Las Amunas son infraestructuras pre-incas que permiten el almacenamiento del agua de lluvias para la estación seca, logrando que se recarguen las cuencas de los ríos como Santa Eulalia y Rímac. Esta técnica que ha sido conservada de generación en generación hasta la actualidad permite la siembra, cosecha y abastecimiento de agua.

Si bien se estima que esta iniciativa ya impactó de manera positiva en alrededor de sesenta ocho mil pobladores, abasteciéndolos de agua para el desarrollo de sus actividades agropecuarias, el sueño global de la compañía al 2025 es recuperar los 67 km de amunas en la sierra de Lima, en los pueblos de San Pedro de Casta, San Juan de Iris, Carampoma y San Lorenzo de Huachupampa. Esto aumentaría en 5 millones de metros cúbicos de agua disponibles para el consumo en la capital.

Los avances de este importante proyecto se están volviendo realidad gracias a que cuenta con el acompañamiento de aliados como Aquafondo, TNC y GIZ. El proyecto, además, cuantifica la infiltración de agua en la zona a treves de un monitoreo hidrológico, orienta a las personas sobre operaciones y mantenimiento, gobernanza hídrica, y finalmente, garantiza que las amunas se vuelvan sostenibles en el tiempo y su conservación sea duradera.

Esta importante labor, representa una inversión de más de 3 millones de dólares, y no solo impacta en la calidad de vida de las personas en la zona de operaciones, sino que garantiza que las futuras generaciones puedan acceder al agua potable con facilidad.