“Entre la Vida y la Muerte”: ¿Por qué es una de las películas con más vistas de Netflix? [RESEÑA]

Una historia de amor con elementos sobrenaturales

Fecha Actualización

19/04/2022 - 17:08

“Entre la vida y la muerte” es el regreso de Joey King a la pequeña pantalla de Netflix, tras haber arrasado como Elle en “El Stand de los Besos” de la misma plataforma. King llegó a encariñar audiencias con su natural carisma y personalidad empática. Apostando ahora por un romance con elementos sobrenaturales, “Entre la Vida y la Muerte” es un rotundo éxito.

La historia trata de Tessa (Joey King), una joven amante de la fotografía que conoce a Skylar (Kyle Allen), un muchacho ejemplar. En poco tiempo llega a entablar una conexión profunda con él. Desgraciadamente muere en un accidente de tráfico donde Tessa queda herida en el pecho, y la muchacha carga con el duelo durante el resto de la película. Pero no todo acaba ahí, ya que a lo largo de la cinta Tessa es testigo de circunstancias inexplicables que le llevan a creer que su novio está intentando contactar con ella desde el más allá. Con esta premisa, similar a la de “Ghost: a la sombra del amor”, vemos el desarrollo de la pareja paso a paso, cita a cita; para que podamos encariñarnos con sus trágicas circunstancias y apoyar a Tessa en su búsqueda de respuestas.

Las películas románticas destinadas al publico adolescente no tienden a conseguir una reputación respetable en los círculos de cinéfilos más refinados; la mayoría criticados por incluir los mismos clichés en la trama, o pintar una imagen algo idealista de una relación que tendría un aspecto más tóxico en la vida real. Con esto en mente, es comprensible que muchos directores sientan aprehensión al representar este sobresaturado género el día de hoy. Aún así, Posin apuesta por una historia sensible y emocionante, con un trama algo más complicada que la simple “chico conoce a chica”.

Los personajes son básicos, sencillos, pero gracias a una potente interpretación y afortunados diálogos nos llegamos a encariñar con ellos. Entendemos la pretensión inicial de Tessa, que llega a presentarse como una artista incomprendida para adaptarse mejor al dolor de sus orígenes como una niña abandonada. Skylar se nos aparece al principio como el idóneo novio, pero el guion revela más adelante su inseguridad frente a problemas que no puede resolver en principio (como el divorcio de sus padres). Son jóvenes vulnerables, crecen muy rápidamente, sin adaptarse a las nuevas circunstancias. Por ello en parte se enamoran el uno del otro, porque comprenden la incertidumbre y soledad que los amenaza diariamente. Una buena química entre los actores principales ayuda a la credibilidad del romance.

La única falla que le daría a la película, fuera de a veces ser algo simplona, es el tiempo. Aunque es necesario que el tiempo transcurra con cierta calma, para apreciar cada escena sin prisas, y comprender mejor a los personajes, en ciertas partes de la película algún que otro momento se sintió largo de por sí, sin aportar grandes sorpresas o escenas importantes a la trama. Tal vez se habría beneficiado de una segunda visita al cuarto de edición en posproducción.

Aunque sencilla, llegando hasta predecible en algunas escenas; la cinta llega a conmover con su honesta interpretación de un romance trágico. Pecará de larga, pero las emociones son sinceras. Y en un romance, las emociones son lo que perduran.