PUBLICIDAD
‘El baile de los que sobran’: conoce más sobre la historia de la popular canción de ‘Los prisioneros’
"El baile de los que sobran" fue compuesta en 1986 bajo la dictadura de Augusto Pinochet
Imagen
Fecha Actualización
‘El baile de los que sobran’, la popular canción de ‘Los Prisioneros’, se ha convertido en el himno de las protestas en Chile. El viernes 25 de octubre de 2019 más de un millón de chilenos salieron a las calles a marchar pacíficamente contra el aumento de las tarifas del metro y exigiendo reformas de un sistema económico que consideran desigual, y en medio de la marcha más grande de la historia reciente de ese país los ciudadanos entonaban a todo pulmón el tema del grupo de rock de los 80.
Pero ¿cómo nació esta canción? Se trata del tercer sencillo promocional del álbum ‘Pateando piedras’ del grupo chileno Los Prisioneros. El tema fue compuesto en 1986, bajo la dictadura de Augusto Pinochet, para expresar el descontento social y cuestionar la desigualdad económica que existía en esos años, un panorama similar al que vive hoy el país del sur.
Únanse al baile, de los que sobran nadie nos va a echar de más nadie nos quiso ayudar de verdad nos dijeron cuando chicos jueguen a estudiar los hombres son hermanos y juntos deben trabajar.
Oías los consejos los ojos en el profesor había tanto sol sobre las cabezas y no fue tan verdad, porque esos juegos al final terminaron para otros con laureles y futuro y dejaron a mis amigos pateando piedras
Reza la letra de ‘El baile de los que sobran’, una canción que traspasó fronteras debido a que la desigualdad y la falta de oportunidades son problemas que aqueja a varios países, especialmente en América Latina.
"El Baile de los que Sobran", coreado en la Alameda de Santiago. La canción de Los Prisioneros pasó de 12 mil reproducciones a más de 37 mil en 3 días en Spotify » https://t.co/YBmrvPvABx pic.twitter.com/N9tbqx89m2
— T13 (@T13) 25 de octubre de 2019
EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN
Jorge González, vocalista y bajista de ‘Los Prisioneros’, dijo en una entrevista publicada en 2001 en el sitio web oficial de la banda. “Para mí era una canción como cualquier otra, no pensaba lo que iba a pasar con ella. Como en ella, y en la canción ‘Exijo ser un Héroe’, aparecía la frase ‘Pateando Piedras’, que era una expresión que usábamos con Miguel, salió el nombre del disco”.
“‘El Baile de los que Sobran’ la hice con una caja de ritmos chiquitita, que me prestó el Miguel Conejeros de los Pinochet Boys (hoy en Fiat 600) (…) Quería hacer un tema como los que hacían los Heaven 17, o los Depeche Mode. En la versión antes de la mezcla empezaba con una caja de ritmos que al final quitamos para dejar sola la guitarra. Y el Casio tenía un sonido como de acordeón que yo modifiqué un poco”.
Por su parte, Claudio Narea, el guitarrista del grupo de rock, contó en su autobiografía “Mi vida como prisionero”, publicada en 2009, que no solo la grabación del tema musical fue difícil también lo era volver a casa.
“En el tiempo en que grabábamos el disco Pateando piedras, volvíamos nerviosos junto a Miguel del estudio, pues habían anunciado una protesta para aquella noche. Cargaba mi guitarra eléctrica dentro de su estuche cuando llegó el momento de bajamos del metro y caminar rumbo a nuestras casas. Era tarde. A lo lejos se escuchaban los balazos de la protesta, y que por supuesto nos inquietaban. De algún modo estábamos acostumbrados a ese sonido porque era algo habitual en nuestros barrios, pero no por eso teníamos ganas de correr peligro. Caminamos por la calle Tristán Matta las cuatro largas cuadras que van desde Gran Avenida hasta la casa de Miguel, quien, antes de despedirnos, me pidió que tuviera cuidado. Era peligroso caminar en días como esos después de las diez de la noche. Quedaban aún tres largas cuadras para llegar a mi casa y con mi pesada carga a cuestas”.
“Al llegar a la carretera Norte Sur me encontré con un grupo de militares, quienes me detuvieron y me interrogaron. Uno de ellos, mirando con desconfianza el estuche negro, me dijo: ‘¿Qué llevas ahí?’. Le contesté que era una guitarra y se la mostré. Se quedó tranquilo y me dijo que me fuera. Crucé rápido la carretera por la calle Departamental, me faltaba poco para llegar a mi casa, cuando de pronto aparecen más militares, los que me volvieron a cuestionar la maleta que llevaba a cuestas. Les expliqué que solo era una guitarra, cuando de pronto uno de ellos me ordenó: ‘A correr’. Yo no comprendí de inmediato y volvió a gritarme molesto: ‘A correr’. Estaba muy cansado, ya eran muchas las cuadras que llevaba caminando, pero ante un militar que me daba una orden como esa no podía sino obedecer. Con mi pesada guitarra en la mano corrí lo más rápido que pude pensando en que ellos me iban a disparar. En ese escenario lleno de fogatas, balazos y militares escondidos en todos lados, estuve seguro de que me iban a disparar. Extenuado llegué a la puerta de mi casa y le conté todo a mi papá”, relata Narea en su libro.
Según describe la Biblioteca Nacional de Chile en su sitio web “Memoria Chilena”, Los Prisioneros se convirtieron en un símbolo de lucha contra la represión militar y su mensaje reivindicativo atravesó edades y segmentos sociales.
En su momento, “El Baile de los que Sobran” fue un símbolo de lucha y más de 30 años después los chilenos vuelven a convertirla en un himno de protesta contra la desigualdad.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD