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Sin exagerar, pero con cuidado: Todos estos adornos de Navidad son potencialmente peligrosos para los niños
Un elemento, aparentemente inofensivo, podría resultar peligroso en manos de niños, y sobre todo, bebés.
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Tener niños en casa obliga a uno a multiplicar los cuidados que se deben tener en casa, sobre todo, por los objetos que puedas tener en ella, pues un elemento, aparentemente inofensivo, podría resultar peligroso en sus manos. Esto es perfectamente aplicable en épocas de fiestas donde nuestros hogares sufren drásticas transformaciones debido a la cantidad de adornos festivos que solemos colocar como parte de nuestra tradición.
Esto no es una llamada a la exageración, pero sí a la cautela. No suele ser algo muy frecuente, pero sí existen un número importantes casos documentados de menores de edad dañados por algún elemento característico de las fiestas. Uno de los más recientes, es un estudio publicado en 2017 por científicos del Hospital Universitario Timone-Enfants, en Marsella (Francia), donde narran cómo a una bebe de 14 meses se le extrajo una bombilla LED de su bronquio principal izquierdo.
La lucecita procedía de una guirnalda del árbol de Navidad de su familia y en un principio pasó desapercibida. De hecho, se le llegó a pautar un tratamiento contra el asma; que, lógicamente, no ayudó en nada a la pequeña. Por eso, los autores de este estudio, así como los del resto de registros de casos similares, hacen un llamamiento tanto a los padres como a los sanitarios, para que tengan en cuenta estos posibles accidentes navideños.
Cuando los adornos de Navidad pasan desapercibidos
Según cuentan en el estudio publicado en 2017, durante las Navidades no es raro que los niños contraigan infecciones respiratorias, como la bronquiolitis viral aguda. Al menos es común en el hemisferio norte, donde estas fiestas tienen lugar en invierno. Y esto es un problema, más allá de la lógica gravedad de estas enfermedades.
Si un menor llega al hospital con síntomas respiratorios, es posible que se achaque a alguna de esas patologías. Finalmente, al ver que el tratamiento contra ellas no funciona, pueden quedar descartadas, pero eso lleva un tiempo que puede ser vital.
Y eso es algo de lo que estos científicos fueron conscientes al tratar el caso de esta pequeña de 14 meses. La niña ingresó dos días antes de Navidad con tos y sibilancias o, lo que es lo mismo, ruidos respiratorios silbantes y chillones. Estos ruidos a menudo se dan por un estrechamiento de las vías respiratorias.
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La piel no se encontraba azulada y no había signos de asfixia y tenía antecedentes de sibilancias anteriores que se solucionaron con un tratamiento contra el asma, por lo que se procedió a pautarlo de nuevo. Sin embargo, esta vez no hizo efecto. Tres semanas después la pequeña no mejoraba, por lo que se procedió a realizarle una radiografía de tórax, que sirvió para encontrar al responsable de sus problemas respiratorios: un cuerpo extraño pequeño, en forma de U.
El objeto en cuestión se encontraba alojado en el bronquio principal izquierdo de la niña y era el que estaba causando que el aire pasara por un estrechamiento y, por lo tanto, se generaran las sibilancias y la tos. No vieron de qué se trataba hasta que se le realizó una broncoscopia, que permitió visualizar y retirar una bombilla LED.
Cuando se les informó sobre este hallazgo, los padres de la niña inspeccionaron los adornos de Navidad que tenían en casa y encontraron que, efectivamente, había una guirnalda de luces que había perdido una de sus bombillas. Por suerte la historia tuvo un final feliz, pues la paciente quedó libre de cualquier tipo de secuelas después de la intervención. Pero, desgraciadamente, no es un caso aislado, como bien recuerdan los autores de este estudio.
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