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Hallan el fósil más antiguo de un pez carnívoro y es muy parecido a las pirañas actuales [FOTOS y VIDEO]
Bautizado como Piranhamesodon pinnatomus, este es un pez oseo, desconocido hasta ahora, vivía en el mar y contaba con una serie de dientes similares a los de las pirañas actuales.
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Hallan el fósil más antiguo de un pez carnívoro y es muy parecido a las pirañas actuales. (Getty)
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Hallan el fósil más antiguo de un pez carnívoro y es muy parecido a las pirañas actuales
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Hallan el fósil más antiguo de un pez carnívoro y es muy parecido a las pirañas actuales. (Getty)
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Hallan el fósil más antiguo de un pez carnívoro y es muy parecido a las pirañas actuales. (Current Biology)
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Hallan el fósil más antiguo de un pez carnívoro y es muy parecido a las pirañas actuales. (Current Biology)
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Bautizado como Piranhamesodon pinnatomus, este es un pez óseo, desconocido hasta ahora, vivía en el mar y contaba con una serie de dientes similares a los de las pirañas actuales y según los investigadores, estos usaban sus dientes con la misma finalidad: arrancar pedazos de carne a otros peces.
Incluso, en la zona en la que fue encontrado también habían fósiles de otros peces que habían sido atacados, a algunos les faltaban trozos de aletas. "Esta es una similitud asombrosa con las pirañas modernas, que se alimentan predominantemente no de carne, sino de las aletas de otros peces", explica el investigador David Bellwood, de la Universidad James Cook de Australia.
Según explican los investigadores en su informe publicado en la revista Current Biology, este tipo de ataque "es un movimiento muy inteligente" ya que las aletas vuelven a crecer, por lo que resulta ser un recurso renovable.
MAQUINA DE MUTILAR
Los investigadores afirman que el patrón y la forma de los dientes que poseía este pez jurásico sugieren "una boca equipada para cortar carne o aletas" de sus víctimas, a las que dejaban vivas para que se regeneraran.
Los investigadores afirman que el patrón y la forma de los dientes que poseía este pez jurásico sugieren "una boca equipada para cortar carne o aletas" de sus víctimas, a las que dejaban vivas para que se regeneraran.
"Es como encontrar una oveja con un gruñido de lobo", refiere Martina Kölbl-Ebert, del Jura-Museum Eichstätt y que forma parte del equipo. Según explica, la criatura descrita proviene de un grupo de peces, los picnodontides, que son famosos por sus dientes aplastados.
Estos tipos de peces óseos se supone que no mordían a otros en el Jurásico. A diferencia de los tiburones, que mordían trozos de carne, los peces óseos se alimentaban de invertebrados o tragaban completamente a sus presas, siempre más pequeñas.
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La táctica de mordisquear trozos de carne o aletas es un comportamiento que se creía adquirido en etapas de tiempo más recientes. Esta característica es, para los científicos, "un asombroso ejemplo de versatilidad evolutiva y oportunismo".
Otro de los datos que llamaron la atención es que estos peces son cazaban en el mar y no en agua dulce como las pirañas actuales.
"Cuando los dinosaurios caminaban por la tierra y los pequeños dinosaurios intentaban volar con los pterosaurios, los peces nadaban alrededor de sus pies arrancándose las aletas o la carne unos a otros", concluye Bellwood.
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