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Álvaro Henzler Vernal, economista: “Las ruinas han venido de caudillistas y las glorias, de colectivos”
Álvaro Henzler Vernal, lidera Próceres del Bicentenario, un concurso para organizaciones con impacto social.
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¿Quiénes son los próceres de Álvaro Henzler Vernal? El primero viene de familia. Alfonso Ugarte Vernal, sobre quien pesa la historia de que se lanzó del morro de Arica. Al inicio de la guerra con Chile, hacendados de Tarapacá y Arica mandaron a sus hijos a Europa para evitar que vayan al conflicto. Álvaro resalta que una de las pocas excepciones fue la familia Ugarte Vernal, que agarró su pequeña fortuna y partió al frente. Y un prócer de este siglo es Gastón Acurio, sobre todo porque –dice– quiebra la figura del caudillo, construyó un movimiento. “Necesitamos menos héroes y más equipos, movimientos, organizaciones”, apunta.
Los primeros pasos de su vida profesional siguieron la curva tradicional del economista del sector privado. Pero en ese tránsito ascendente recordó que provenía de una familia de clase media que, de un momento a otro, en su adolescencia, llegó a la ruina, con padres divorciados y la muerte de su abuelo. Empezó a dar clases en su colegio, a 10 soles la hora, y su mayor ganancia fue el aprendizaje que sacó: el problema no era no saber sumar, sino la autoestima. Comprendió que su destino no estaba en la oficina de un banco.
Henzler Vernal presenta Próceres del Bicentenario, un concurso para organizaciones con impacto social escalable. Los 21 equipos elegidos recibirán becas, mentoría, capacitación y recursos. Las inscripciones son hasta este 23 de agosto en proceresdelbicentenario.pe, donde también están todos los detalles.
Hace nueve años, Álvaro preguntó: “¿Quién de los presentes trabaja a tiempo completo a favor de la educación pública del Perú?”. Solo tres alzaron la mano en un auditorio con público formado en las mejores universidades y colegios. Estaba parado en el escenario de una de las conferencias TEDx. Vestía camisa roja a cuadros, pantalón jean y zapatillas azules. “Construir un país comienza en el aula”, propuso. Hoy sigue formulando preguntas sobre cómo salimos adelante. En esta entrevista algunas respuestas.
-La pandemia nos ha traído héroes y villanos.
Hay un cambio importante de paradigma. Frente a los típicos héroes de guerra, políticos, grandes escritores con grandes hazañas, ahora son los médicos, enfermeras, militares, la Policía, los maestros. Son héroes anónimos, ya no está la figura del líder caudillo con nombre y apellido. Es un cambio de paradigma reconocer que todos podemos ser héroes.
-¿Cómo tendría que ser una organización prócer del bicentenario?
El proyecto lo arrancamos antes de la pandemia. Las organizaciones de alto impacto social y cultural del país no son muchas. No pasan de 15 a 20 con un nivel de trayectoria e importancia nacional. El tamaño del abismo social en el Perú, el olvido de la cultura y el olvido del medioambiente deberían hacernos pensar que, más bien, existen muchas organizaciones fuertes. Y ahí nace Próceres del Bicentenario.
-¿Por qué no existen muchas organizaciones de alto impacto?
Un año fui invitado a Harvard e hice una investigación. Encontré que había muchas organizaciones, cientos de miles de asociaciones culturales, sociales, educativas. El problema está en que son muy chiquitas, a veces muy basadas en el fundador o fundadora; otro aspecto es que consideran que con hacer el bien es suficiente y no le ponen estrategia, estructura, equipo. Y lo tercero es la altísima fragmentación que hay; la política se replica en la cultura y en lo social: cada uno quiere tener un feudo y hay poca capacidad de articulación y de trabajar juntos. Y, más bien, los esfuerzos de quienes son grandes han hecho lo contrario: crear un equipo, un modelo estratégico para levantar fondos, alianzas. Entonces, Próceres intenta identificar a estos cientos de miles de organizaciones con potencial y esencia de querer escalar con lo que hacen. Si hay un problema de anemia, de mala educación, de corrupción, de falta de agua y hay una solución encaminada con una visión de país, queremos identificar a esa organización y nosotros darle el acompañamiento estratégico, mentoría y de recursos.
-Entonces, ¿qué próceres necesitamos?
La gran revolución que requiere nuestro país no es de la gran política ni de la gran empresa, sino de cada ciudadano y ciudadana en cada rincón del país. El Perú va a cambiar sustancialmente si la heroicidad viene de cada peruano en su lugar de influencia. Todos podemos ser líderes, todos podemos ser héroes si detectamos una necesidad y si damos con convicción todo lo que tenemos. Un elemento bien dañino en nuestro país es el caudillismo: alguien que tiene más poder o talento que nos ‘guiará’ a la gloria. Por eso, en los Próceres del Bicentenario no pensamos en individuos, sino en organizaciones.
-Proponen 21 desafíos país. ¿La educación es el principal desafío para el Perú?
Sí, entendida la educación en un sentido amplio, en un sentido cívico de crear valores, en un sentido familiar y formativo. Y hay muchas aristas. Esas personas con más sentido de ciudadanía van a poder construir las economías e infraestructuras necesarias.
-Es necesario que seamos menos egoístas y que pensemos más colectivamente.
El país tiene dos problemas centrales. Una primera inequidad es que el principal talento peruano no está, en su gran mayoría, trabajando día a día por los principales desafíos. Y el segundo gran problema es esta preferencia excesiva por la figura del individuo versus la figura del colectivo. Las ruinas han venido, sobre todo, por líderes caudillistas y las glorias por colectivos de ciudadanos pares. Poco a poco tenemos que ir rompiendo la figura caudillista y demostrando las bondades de trabajar en comunidad.
-¿Cómo seremos el 28 de julio de 2021?
Aspiro a que seamos reflexivos. Por lo que pasa el país, espero que entremos en una introspección reflexiva. No soy muy optimista de lo que pueda pasar de 2021 hacia adelante. Quizás sea una buena idea postergar un poco el bicentenario y que sea el 2024, para coincidir con la consecución de la independencia, en Ayacucho; quizás nos da un poco más de aire no celebrar donde comenzó, sino donde terminó el proceso. Y que en tres años seamos los peruanos en nuestros espacios, en el sector privado, en la sociedad civil, en las comunidades, quienes asumamos nuestro rol patriota.
AUTOFICHA:
- “Soy de Lima, tengo 37 años. Estudié Economía en la U. del Pacífico. Estoy casado con Adriana, con quien arrancamos Mosaico, la organización que promueve Próceres del Bicentenario. Hice una maestría en Organización Pública en la Kennedy de Harvard y estudios de Liderazgo en Georgetown University”.
- “La primera organización que hice con cuatro personas fue Convergencia. Luego con otras cuatro personas fundé Enseña Perú, donde soy parte del directorio. Además, participo en directorios de organizaciones como CARE Perú, Transparencia”.
- “Estoy en un proyecto con varios líderes, como Marilú Martens, Hugo Ñopo, Salvador del Solar, etc. Estamos armando un movimiento ciudadano para enfrentar los efectos del COVID. No tiene objetivos políticos; hemos juntado como a 80 organizaciones”.
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