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Anthony Fauci, el médico que corrige a Donald Trump, presidente del país que tiene más de 30 mil muertos por COVID-19
Anthony Fauci, el epidemiólogo más importante de EE.UU., no ha dudado en enfrentarse al mandatario en su lucha contra el COVID-19.
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Estados Unidos suma 30 mil muertes a causa del coronavirus, pero la situación podría ser incluso peor si no se tuviera el aporte del doctor Anthony ‘Tony’ Fauci, el encargado de liderar la respuesta del país frente a la pandemia. Así lo cree la mayoría de estadounidenses, quienes confían plenamente en este médico de 78 años, el líder del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID). En esta crisis, es la bisagra entre lo que hay que hacer y lo que no, la voz de la ciencia en la Casa Blanca.
SARS, zika, ébola y otras enfermedades. Fauci ha enfrentado una larga e importante lista de epidemias virales durante sus 52 años de función pública, 35 años al frente del NIAID. Ha sabido tratar también con diversos presidentes: Ronald Reagan, George H. W. Bush, Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama. Ahora va por el sexto, su prueba más dura: Donald Trump, un mandatario que hasta hace solo algunos días creía que el aislamiento era una mala decisión.
Ambos son antagonistas. Uno es médico, el otro político. Uno prefiere la certeza, el otro la parafernalia. Uno tiene una gran habilidad para el diálogo, el otro no tanto. Uno tiene el cabello gris, el otro una amplia melena rubia.
DESENCUENTROS
La tensión existente entre Trump y Fauci ha tenido diversos episodios. Corrían los primeros días de marzo, el coronavirus aún no alcanzaba los niveles de contagio y mortalidad que tiene al día de hoy, pero ya era una amenaza. Al frente salía Trump para afirmar que no hay por qué preocuparse, ya que lo más probable es que la vacuna estaría disponible “muy pronto”, de “tres a cuatro meses, quizás un año”. A las pocas horas, Fauci –considerado una eminencia en su país y en el mundo de la medicina– era también consultado sobre el tema. Con la seguridad que significa ser un amante de los datos duros, fue claro. En el mejor de los casos, algo así estará listo en un año y medio.
Nuevo desencuentro. Al 15 de marzo el letal virus ya había cobrado la vida de 63 personas en Estados Unidos y los contagiados rozaban los cuatro mil. A pesar de ello, Trump afirmaba campante: “Relax, está yéndonos bien”. Para Fauci, en cambio, el panorama era de temer. “Lo peor está por llegar”, dijo sin titubear.
Tres. Durante una conferencia de prensa, a un metro del doctor, Trump se encontraba haciendo alarde de su desarrollada imaginación y se refería al Departamento de Estado como el “Departamento de Estado Profundo” (“Deep State Department”), aludiendo en broma a una presunta conspiración en su contra por parte del ministerio. Fauci pareció sentirse avergonzado o incómodo. Se llevó la mano hacia la cabeza, su inconsciente lo había traicionado. Pero la reacción de rechazo del doctor fue suficiente para hacerse viral.
Y los ejemplos pueden continuar. Trump hablando, Fauci desmintiendo. Nunca al revés. El médico viene consolidando una figura de contrapeso en esa crisis, el único con la capacidad de contradecir, corregir o dejar en el peor de los ridículos a Trump. El verdadero líder, según los medios de EE.UU., frente a esta pandemia.
EL ESTRATEGA
Una encuesta realizada la semana pasada confirmaba que la mayoría de estadounidenses confía en el trabajo de este hombre. Sus amigos también están seguros de su capacidad de pararse frente a las crisis. Un reportaje del Wall Street Journal contó sobre un episodio de su juventud. Era el año 58 y Fauci, uno de los jugadores del Regis High School de Nueva York, se preparaba para enfrentar a uno de los mejores equipos de la región. El equipo de Fauci era el peor de la tabla con 16 derrotas a cuestas. Aun así, el entonces estudiante se las ingenió para motivar a sus compañeros y liderar la victoria. “(Tony) es un tipo capaz de atravesar una pared con la pelota”, recuerda un compañero suyo.
Hace unos días, incluso Trump recordó el artículo. “Ganó un partido imposible ante un gran equipo, cuando todo su equipo decía ‘no podemos ganarles’. Entró y ganó el partido”.
Con todo, el trabajo del epidemiólogo parece, a veces, pender de un hilo. El último domingo el presidente retuiteó a un usuario que pedía su despido. El motivo, nuevamente, había sido provocado por las palabras del médico. Durante una entrevista en CNN, Fauci no se contuvo en decir lo que medio mundo pensaba: que EE.UU. tardó en responder al coronavirus y, de haberlo hecho con celeridad, se podrían haber salvado muchas vidas.
Por lo pronto sigue en el cargo, mientras su popularidad e influencia continúan avanzando. A pesar de sus diferencias, cuando le preguntan sobre su relación con Trump, siempre se ha mostrado cauto. “Tiene su estilo, pero me escucha en lo importante”, respondió en una entrevista a la revista Science, aunque sin dejar de reconocer que es un tipo difícil. “No puedo ponerme delante del micrófono y derribarlo”, agregó, siempre con una sonrisa puesta.
MÁS DATOS SOBRE FAUCI
- Anthony Fauci nació en Brooklyn, el 24 de diciembre de 1940. Se recibió de médico en el College of the Holy Cross, en 1962. Más tarde se doctoró en la Universidad Cornell en 1966.
- Desde 1984 es el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID). Ha enfrentado el VIH, el SARS, el MERS, la gripe aviar, zika y ébola.
- Durante una entrevista en CNN, Fauci indicó que las muertes en EE.UU. por coronavirus alcanzarían las 200 mil. Posteriormente, bajó la estimación a 100 mil.
- El epidemiólogo también tiene críticos. La mayoría se encuentra en Twitter.
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