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Carlos Troncoso: "Cada distrito debería tener un museo y su galería de arte"

El artista celebra los 30 años del Taller Llavenelojo con una exposición en el Museo Grabado ICPNA de La Molina, que va hasta el 3 de mayo.

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Carlos Troncoso
Carlos Troncoso Matto, fundador de Taller Llavenelojo. Foto: Javier Zapata
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Carlos Troncoso encontró en la serigrafía una forma de democratizar el arte. Fundó para ello el Taller Llavenelojo hace 30 años, trabajando codo a codo con cada artista en esta técnica tan versátil que abre un mar de posibilidades para que cada creador pueda expresar su mensaje, explorando nuevas posibilidades respecto a materiales y composición.

Ha llevado el arte a colegios e incluso a prisión, donde realizó talleres y se convenció de que es una gran herramienta para cambiar vidas. “Hay talento oculto. Cada persona ofrece un mundo en términos de imaginación, de creatividad”, dice. Perú21 entrevistó al artista del grabado.

¿Cómo surge tu relación con la serigrafía?

Ingresé a Bellas Artes en la especialidad de grabado y, de alguna manera, tenía que sobrevivir como artista, es algo complicado en este país, y pensé desde el inicio abrir un taller, la idea de dar un servicio gráfico y así poder subsistir. Así nació Llavenelojo y también mi relación con el arte como tal, que tiene una cuestión muy gráfica.

¿Cuáles son las virtudes de la serigrafía?

Ofrece muchas posibilidades, es muy versátil y he explorado muchas nuevas posibilidades, de texturas, de combinaciones. Es también un servicio para el artista y su obra es el punto de partida para el grabado, imprimir su obra gráfica con un proceso nuevo, donde interviene y colaboramos. Hay un diseño inicial, no estoy duplicando, el artista puede plantear algo diferente a su obra, es muy creativo el proceso.

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Juan Javier Salazar (2009)
Parte de la exposición de Carlos Troncoso. Juan Javier Salazar (2009)

 

Hay libertad creativa.

Le doy muchas facilidades a los artistas. Lo que he aprendido es a no restringirlos, a veces vienen con algo preparado y otras veces empiezan de cero, pero siempre dando esa libertad de creación.

¿Cómo lo recibe la gente?

Una de las ventajas de la serigrafía, y del grabado en general, es que al hacer estas réplicas, por decirlo de algún modo, democratiza el arte. Es decir, alguien te puede comprar un cuadro y tenerlo para él mismo. Con la serigrafía muchos pueden acceder a la pieza de arte y ofrecer algo más de rentabilidad a la obra, creo que es una gran ventaja.

Así el mensaje del artista llega a más público.

Claro, cada artista tiene algo que transmitir con sus obras, algo que comunicar con su arte.

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Carlos Runcie Tanaka - Bajo la mesa, a media tinta
Carlos Runcie Tanaka - Bajo la mesa, a media tinta, parte de la exposición

 

¿Cuál es el tuyo?

Siempre he sido aguafiestas con esta realidad, que es cruda. Creo que los artistas necesitamos ‘meter un poco de ají’, nos paran comiendo el coco todo el tiempo con la publicidad, los mensajes políticos que son casi totalitarios. Juego con la broma, el humor negro, creo que es necesario un poco de rebeldía y desenmascarar algunas cosas y proponer otras. En Perú podríamos ser todos felices.

¿Cómo podríamos batallar contra esa cruda realidad que señalas?

Como artista sería unirnos. Es un reto todavía. Trabajar en la vía pública sería una buena alternativa, con los murales, también que las galerías sean más accesibles. Hay municipalidades de algunos distritos que ponen a disposición algunos espacios para murales de nuestros artistas. Cada distrito debería tener un museo, su galería de arte y su biblioteca.

¿El Estado debería dar una mano?

Tener más galerías impulsaría a los artistas de cada distrito, que no estén centralizadas en Miraflores o Barranco. Hay gente muy creativa en todos los distritos, soy profesor y veo que a los chicos les encanta el arte y pueden desarrollar ese talento, alimentarlo. El arte es muy importante, incluso para reinsertarse en la sociedad, yo he enseñado incluso en la cárcel.

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Exposición Carlos Troncoso
Obras de Charo Noriega (derecha) y Christian Bendayán (izquierda), parte de la exposición.

 

¿Cómo fue esta experiencia?

Fue muy reconfortante. Hice talleres de serigrafía en Lurigancho y la gente se veía feliz, contentos de tener esta oportunidad de aprender y se alegraban al imprimir en su ropa los rostros de sus ídolos musicales, de estamparlos en su ropa. Sentí que estaba colaborando y abriendo puertas a estas personas. Generalmente, al salir no tienen muchas opciones laborales y esto los conduce a continuar delinquiendo, la idea es que no recaigan y el arte puede ser una salida, una opción para ellos.

Hay artistas ocultos en muchos lados.

Cada persona es un mundo creativo aparte, es fascinante. Estoy enseñando en el colegio Leonardo Da Vinci en talleres voluntarios y cada estudiante tiene algo diferente en términos de imaginación.

¿Se debe apostar por el arte?

Hay un potencial enorme en cada distrito. Hay instituciones que tienen galerías, pero son privadas. Creo que los municipios deberían apostar por la cultura en un cien por ciento. He visto algunos grupos en redes sociales donde se comparten fotografías históricas de cada distrito, de cómo era antes, es un gran paso. Algunas municipalidades se han puesto las pilas acopiando fotos de este tipo. Les sugeriría que puedan organizar pequeños museos de fotografía y así dar a conocer su historia a lo largo de los años, es interesante.

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Carlos Troncoso
Carlos Troncoso en su exposición 'Taller Llavenelojo Treinta Años". Foto: Junior Zagaceta

 

Memorias de cada distrito.

Hay personas que no necesariamente han sacado fotos hace muchos años, que tienen las mismas familias. Ahí uno puede ver el proceso social, cómo ha cambiado, es alucinante. Hay lugares que hace unos años eran totalmente distintos a lo que es ahora, cambios bastante perceptibles, es bastante interesante poder ver la historia de cada distrito a través de estas fotografías.

 

AUTOFICHA

  • “La característica de mi taller es ofrecer varias posibilidades para adaptarme a la técnica de los artistas. Trabajé con creadores peruanos como Jaime Higa, Eduardo Villanes, Christian Bendayán, Piero Quijano y muchos otros más. La clave es la versatilidad que ofrece el grabado”.
  • “Fui parte de una serie de grabados que hicimos con algunos artistas: ‘Desenfranquiciados’, donde ofrecíamos grabados de obras de pequeños formatos y se vendían como pan caliente. Hay un nicho importante para este tipo de arte, hay un mercado interesante por cubrir”.
  • “Un punto del cual suelo referirme es la publicidad que inunda Lima, hice un fotolibro respecto a ello, en cómo nos muestra que en Perú ‘somos todos blancos’, hay un poco de racismo. Hay publicidad hermosa de ONG con chicas preciosas de nuestras regiones. Lima parece estar en una burbuja”.

 

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