PUBLICIDAD
Daniel Titinger: “Es imposible no leer a Ribeyro”
A casi 30 años de la muerte de Julio Ramón Ribeyro, se acaba de publicar su obra inédita. Y ya pasó una década de la publicación de ‘Un hombre flaco’, de Daniel Titinger. Tres poderosas razones atraviesan esta entrevista.
Imagen
Fecha Actualización
1994. Daniel terminó la secundaria y compró su primer libro de Julio Ramón Ribeyro. Adquisición que quizás coronaba su año más intenso de lecturas hasta entonces, tal vez su descubrimiento personal como lector. Año de la muerte del autor del cuento “Los gallinazos sin plumas”.
2014. Daniel Titinger publicó Un hombre flaco (Ediciones UDP), con el sello de la universidad chilena Diego Portales y bajo la edición de la escritora argentina Leila Guerriero. Libro hoy agotado y donde parte de la pregunta quién era Julio Ramón Ribeyro. ¿El hombre triste y tímido o el que regresó a Lima y cantaba en los karaokes?
2024. Titinger me da esta entrevista, a propósito de los cuentos inéditos de Ribeyro que se acaban de publicar. “Puede ser que su muerte haya gatillado para volverme ribeyriano”, intenta recordar.
¿Cuando empiezas a confeccionar Un hombre flaco, ya se hablaba de la existencia de cuentos inéditos de Ribeyro?
Para mí ha sido sorpresivo esto. Conforme avanzaba la investigación y, bueno, los viajes a París, sabía que había mucho material de sus diarios, porque Ribeyro escribió diarios hasta el año 94. En su momento, Alida (Cordero, viuda de Ribeyro) me dijo claramente que su marido había editado los diarios. No era que había publicado los diarios tal cual, eran hasta cierto punto, incluso, una obra de ficción, porque él había quitado nombres, había cambiado cosas, no quería herir a nadie. Ella decía que, si él había hecho ese trabajo, por qué ella tenía que publicar diarios que él no tuvo la opción de editar. Él muere y Alida impide que se publique más. Nunca supe que había cuentos, eso me pareció alucinante. Y no solo que existiera cuentos, sino que ella acepte publicarlos.
Y detalle no menor: Alida falleció el 3 de julio último.
Eso es ribeyriano totalmente. Penguin Random House anuncia la publicación de los cuentos inéditos y, de pronto, al día siguiente se muere Alida. Es tremendamente ribeyriano… Para los ribeyrianos, esto (los cuentos inéditos) es increíble, es un notición. El trabajo de la editorial y de Jorge de convencerla a ella me imagino que no debe de haber sido nada fácil.
¿Qué puede haber pesado para convencerla?
Ella siempre ha sido vista como la mala de la película. Y la verdad que no lo es. Para nada. De hecho, ha cuidado la memoria de su marido. Creo que ella también tenía una idea de la posteridad que Ribeyro no lograba —y no logra aún— alcanzar del todo. Ribeyro es conocido claramente en el Perú y cada vez gana adeptos en diferentes países, pero no es un escritor que se conozca en toda Hispanoamérica y que, además, tenga traducciones por todo el mundo. Y a ella eso, sin duda, le molestaba. Además, siempre valoraba —y está bien— la obra de su marido en muchísimo dinero. Entonces, también era complejo para los editores volver a editar, por ejemplo, los diarios, porque costaba mucha plata. Ella fue dejando poco a poco esa idea, porque Planeta logró volver a publicar sus diarios en una edición incluso española. Eso te habla de una Alida que fue cambiando, porque claramente no le pagaron un millón de dólares, aunque estoy casi seguro de que ella los pedía. Creo que ella también bajó unos cambios. Durante años no dejaba que se publicaran reediciones; entonces, ha ido soltando de a pocos.
Se cumplen 10 años de que publicaste Un hombre flaco. ¿Por qué lo hiciste?
Yo tenía mucho cariño por estos escritores. Por Ribeyro, Vallejo y Bryce, que es el proyecto en el que estoy ahora. Así no parezca, es una especie de homenaje. Cuando hablé por primera vez con Leila acerca de publicar un perfil de Ribeyro —porque fue un pedido, no es que se me ocurrió a mí de arranque—, para mí fue eso: un homenaje a un escritor que leí durante toda mi juventud. Porque es un escritor para jóvenes. Si tienes 15, 20 o 30 años, tienes que leer a Ribeyro. Es imposible no leer a Ribeyro. Empata increíblemente con los jóvenes. Hay escritores que lees, como Vargas Llosa, y que claramente entiendes su genialidad, pero no es que los quieres, no dices “este podría ser mi pata” ni “cómo me gustaría agarrarme a botellazos con él”. No, no. Sin embargo, con estos tres sin lugar a dudas sí. Esa es la razón.
Imagen
Dato:
-Un hombre flaco fue parte de la colección Vidas Ajenas. En 2021, Titinger publicó para la misma colección El hombre más triste. Retrato del poeta César Vallejo. Y ahora alista un perfil de Alfredo Bryce Echenique.
Perú21 ePaper, ingresa aquí y pruébalo gratis.
VIDEO RECOMENDADO:
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD