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Fredric K. Schroeder: “Las personas que ven no creen que los ciegos pueden trabajar igual”
Nació en Lima, pero fue adoptado y creció en Estados Unidos. A los 16 años perdió la visión. Esta es la historia de Fredric K. Schroeder, experto en educación especial.
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Nació y lo llamaron Federico Pedro Wilham Gonzalo Kaufman Cermeño. Diecinueve meses después, pasó a ser Fredric K. Schroeder. Una doctora y profesora en una universidad en Estados Unidos lo adoptó a él y a su hermano, que tenía siete años. De Lima a Albuquerque. Todo con la anuencia de sus padres biológicos, que no podían mantenerlos y educarlos. “Mis padres eran muy, muy pobres”, dice.
Pero la bendita palabra destino seguiría cambiando el rumbo de su historia. A los 7 años empezó a perder la visión. Nueve años después, la perdió totalmente. La razón fue una severa reacción alérgica. La depresión lo invadió, pensó que no podría estudiar ni trabajar. Imaginó que siempre iba a depender de otras personas. “Andaba muy triste”, dice.
Fredric K. Schroeder tiene 64 años. Siguió una carrera universitaria, dos maestrías y un doctorado. Ha trabajado con el expresidente norteamericano Bill Clinton y hasta este año ha sido presidente de la Unión Mundial de Ciegos, que agrupa a 190 países. La organización Chance for the Blind otorga cada año un galardón a una persona con discapacidad visual destacada a nivel mundial. Schroeder es uno de los nominados. Si queremos que un peruano logre esa distinción, vote en este enlace https://idol.chancefortheblind.org.
Le pregunto sobre qué imágenes atesora de su infancia antes de perder la visión. Dice que esas imágenes solo son parte del recuerdo y que construye retratos todo el tiempo. “Es como cuando uno lee un libro: tú no ves lo que están narrando, pero tu cerebro crea imágenes”, me dice en inglés desde Washington sobre cómo dibuja el presente.
-¿Cómo le está tocando pasar la pandemia en EE.UU.?
La situación del COVID es crítica en Estados Unidos. Estamos identificando aproximadamente 150 mil nuevos casos cada día. El impacto para los ciegos es bien grande. La gente ciega tiene que usar transporte público para movilizarse y para hacer compras, y para ambas cosas necesitamos de ayuda. Entonces, el distanciamiento social es casi imposible. Los colegios en su mayoría siguen cerrados y la enseñanza de manera virtual no funciona bien porque el software no es accesible para los ciegos. No solo los niños ciegos están perjudicados, sino también los padres de familia ciegos, con niños que pueden ver, tienen problemas para ayudar a sus hijos.
-¿Pero en EE.UU. no hay políticas avanzadas para personas con discapacidad visual?
En general, en los Estados Unidos hacen buen trabajo en cuanto se refiere a las personas con discapacidades. Pero las políticas de emergencia están diseñadas para la población en general y no para los grupos pequeños como las personas discapacitadas.
-¿Cómo tiene que ser una ciudad amable para las personas con discapacidad visual?
El problema más grande es la falta de entendimiento hacia las capacidades de las personas ciegas. Muchas veces los gobiernos dan trabajo a los ciegos, pero desafortunadamente el sector privado no es tan bueno en dar oportunidades a las personas ciegas. Hay leyes que prohíben la discriminación, pero es difícil probar cuando alguien está siendo discriminado. Hay algunos incentivos deducibles de impuestos para el sector privado, pero cuando el empleador no cree en la capacidad de las personas ciegas, los incentivos no ayudan casi nada.
-¿Diría que en general se desconfía del talento que tienen las personas con discapacidad visual?
Todavía hay mucho de eso. Si preguntas a las personas en general si los ciegos pueden trabajar, te van a decir que sí, pero cuando preguntas en qué tipo de trabajos, no están seguros de en qué tipo de trabajos podrían desenvolverse. Un empleador te dirá que los ciegos sí pueden trabajar, pero no donde el empleador trabaja.
-Hasta este año ha dirigido la Unión Mundial de Ciegos. ¿Qué le deja esa labor?
La vida de los ciegos alrededor del mundo varía dependiendo de la riqueza de los países. Pero es similar en el sentido de que en todos lados las personas que ven no creen que las personas ciegas pueden trabajar igual que los demás. Con un buen entrenamiento y oportunidades, los ciegos pueden competir, ser independientes y tener una vida íntegra y completa. Entonces, la misión de la Unión Mundial de Ciegos es promover la esperanza de educación, apoyo e integración. Ahora continúo trabajando con las Naciones Unidas para asegurarme de que los carros que se diseñan para manejarse solos sean también accesibles para que los ciegos los puedan usar, y trabajo con varios países del mundo para que los libros sean accesibles para los ciegos.
-¿Qué sabe de sus padres biológicos, los ha vuelto a tratar?
He vuelto unas 10 veces al Perú. Con mi hermano hemos ido varias veces a Perú para conocer a nuestros primos, tíos. Hemos visitado a nuestros padres. Creemos que mi madre es una santa. Mi padre es una persona que ha tenido muchos éxitos eventualmente, y estamos muy orgullosos.
-Para los padres no debe ser fácil entregar en adopción a sus hijos.
Eran muy pobres, creyeron que era lo mejor que sus hijos vengan acá, para que salgan adelante. Sabemos que fue muy difícil.
-¿Se siente peruano o su relación con el Perú es distante?
Yo amo al Perú, amo a la gente del Perú, mi familia me da mucho amor, me siento muy integrado con mi familia. Culturalmente soy americano, pero emocionalmente mi amor está en el Perú.
-¿Qué tiene el Perú que se deja querer?
El sentido de comunidad. Estar en Perú y ver que los primos, hermanos, tíos se unen, ríen, bailan, comen. En Estados Unidos no ocurre con la misma magnitud. En Perú se siente esa fuerza familiar.
-¿Qué es la familia, Fredric?
Complicada pregunta. Familia significa aceptarse como son, amor, apoyo. La familia es más importante que mi trabajo o qué tan grande y lujosa es mi casa o cuánto dinero tenga. La familia es lo más sagrado.
AUTOFICHA:
- “Mi nombre es Fredric Kaufman Schroeder. Tengo 64 años. Crecí en Albuquerque, en el estado de Nuevo México. Viví por cinco años en California, dos años en Nebraska y regresé a Nuevo México. En 1994, me mudé a Washington para trabajar por el presidente Clinton”.
- “El presidente Clinton me nombró comisionado de una agencia federal llamada Administración de Servicios de Rehabilitación, que es la agencia a nivel nacional que se encarga de dar entrenamiento y eventualmente trabajo a todas las personas con discapacidades”.
- “Acabé el colegio y estudié Educación Elemental en una universidad en California, luego una maestría en Administración para Educación Especial y otra maestría para enseñar movilidad para los ciegos, y luego un doctorado en Administración de Educación en la Universidad de Nuevo México”.
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