Debe haber un punto medio. Hay gente muy solitaria que encuentra en las mascotas la única compañía. Le hablan, le conversan, la sienten como un espíritu amigo, y eso tiene su valor. Las mascotas son superimportantes porque te abren el corazón, fomentan la empatía, la compasión, te hacen reír; debería haber mascotas en las prisiones, en los hospitales, en las escuelas, se acabarían tantos problemas de violencia.