El hijo de ‘Cachucho’ Neyra “le paró el macho” al hijo de Julio Baylón. Jesús era defensa de San Agustín y Baylón, delantero de Alianza Lima. La pelea en aquel partido fue el pasaporte para que Neyra ingrese a La Victoria.
MIRA: Ana María Orozco y Salvador del Solar llegan a Lima para obra de teatro
“Blanquito, ¡bien ah!, mis respetos”, le dijo Baylón, el fornido delantero aliancista. Así lo recibió cuando Jesús pisó Matute en su primer día de entrenamiento, al que llegó por lo menos cauteloso.
“Yo estaba esperando que me pegue. Ese es el fútbol. Solo te dan su respeto si es que muestras esa actitud. Es una jungla. Es una masculinidad tóxica. No me hallaba en ese lugar donde golpear te hacía más valioso”, me dice Jesús Neyra sobre uno de los episodios que determinó su alejamiento del fútbol y su encuentro con la actuación.
Y la masculinidad tóxica es uno de los temas que atraviesa la obra de teatro Un tranvía llamado deseo, obra icónica de Tennessee Williams, ganadora del Premio Pulitzer. Puesta en escena donde Neyra es el director. Hoy se estrena y va hasta el 12 de abril, a las 8:30 p.m., en el Teatro del Centro Cultural de la Universidad de Lima.
“Comencemos, compañero”, me dice Jesús minutos del último ensayo.
MIRA: Claudio Revatta: “Mi función en el humor es sentar a todos en la misma mesa”
Esta es la segunda obra que diriges. La primera fue ‘Jauría’.
Y Jauría ganó Sala de Parto. Pero dejé de dirigir mucho tiempo.
¿Por qué?
Es bien difícil… Trabajas con seres humanos. Lo que ves en el escenario es una ecuación de lo que termina sucediendo con la relación que tienes desde la dirección. Cuanto más libres y cómodos estén tus actores, más libres y cómodos se van a sentir en el escenario. Y el artista tiene un ego particular, que debes cuidarlo y abrazarlo.
Ahora con ‘Un tranvía…’ muchas miradas estarán sobre tu trabajo.
Es una propuesta muy lejana a lo que estamos acostumbrados a ver tanto a nivel audiovisual como en teatro sobre ese texto. Se mantiene la esencia, pero es muy distinta. El triángulo amoroso no tiene las características típicas que usualmente se ven representadas. No es un Stanley tan violento como lo es en la película o como lo ves en varios montajes. Este Stanley es una olla de presión a punto de explotar, lo que me parece que está mucho más asociado al machismo tóxico que existe en nuestro país. Siento que el hombre peruano violento es más una válvula de presión que un energúmeno. Vivimos en un país aún muy retrógrado en bastantes ideas.
¿Por qué elegiste dirigir esta obra?
Vengo de un matriarcado. Mi papá es maravilloso, una gran persona, lo amo, pero mi mamá era la que mandaba en la casa. Entonces, tengo una conexión muy fuerte con las mujeres y con el mundo femenino y me parece que esta obra por más que podría parecer que deja muy mal a las mujeres, creo que hace el efecto contrario en el público, porque ‘gracias’ a la exposición a la violencia, genera ese hastío y rechazo hacia la misma violencia.
¿Qué está mal hoy?
Tantas cosas... Que los hombres sigan pensando que poseen a las mujeres, está muy mal que pensemos que ellas tienen que atendernos.
En el colmo de las locuras hay quienes dicen “¿quién defiende los derechos de los hombres?”.
Ese comentario viene de la misma fábrica de comentarios de “pero si la mujer tiene día, ¿por qué los hombres no tenemos nuestro día?”. Pero, en cierto sentido, el arte confronta lo establecido.
¿Por qué no fuiste futbolista como tu padre?
Jugué en la reserva de Alianza. Contemporáneo de Corso, Zela, Manco.
¿Y por qué no prosperó?
Porque los entrenamientos de fútbol empezaron a ser muy supervivencia. Yo era defensa central y tenía que marcar a jugadores conocidos como Maestri. Le quitaba la pelota, él volteaba y boom, me zumbaba, me metía en puñete. “Chibolo de mierda no me vuelvas a quitar la pelota o te mato”, decía. Y cuando llegaba al camerino, me escondían las cosas, te obligaban a bañarte enfrente de todos.
Casi como estar en el servicio militar.
Eres un chibolo que viene con 18 años, tienes siete pulmones más que ellos, tienes siete veces más ganas de ser futbolista y ellos están cuidando su trabajo.
Esa es una obra de teatro, ¿no?
Esa es una película. Ya está viniendo (risas), lo estoy estructurando, porque realmente quisiera hablar sobre eso. El mundo del fútbol es otra cosa que alimenta esta masculinidad tóxica. Lo que hacemos es básicamente sentarnos en la televisión y animar a 22 millonarios que patean una pelota y eso hace que también sea aspiracional para nosotros.
¿No te mechaste o te quedabas callado?
Me callaba y seguía quitando la pelota. Yo seguía haciendo mi trabajo, pero luego ya se volvió insostenible. En paralelo, cuando entro a la reserva, entro a estudiar actuación. La actuación empezó a gustarme cada vez más. Me llamaron para una novela, hice el casting y quedé para Graffiti, y me quedé ahí.
En la actuación te han etiquetado como galán de telenovela. ¿Ser ahora director de teatro te empodera de otra forma?
Es el lugar donde me han puesto y es el lugar donde también he podido hacer una carrera. No está mal, pero no es necesariamente quien soy. Y sí me da gusto poder mostrarle al público esta otra cara que también tiene mi artista.
Autoficha:
-“Soy Jesús Adalberto Neyra Magagna. Mi abuelo paterno se llamaba Jesús Adalberto. En su lecho de muerte, él le dijo a mi mamá que estaba embarazada cuando no estaba embarazada; y dos semanas después, salió embarazada y nací yo. Fue muy mágico para mi familia”.
-“Tengo 35 años. Nací en Lima. Mi familia paterna y materna son de Arequipa. Acabé el colegio y me metí a la San Ignacio para estudiar Comunicaciones. Estuve cinco ciclos y luego ya me dediqué a la actuación, que estudié con Bruno Odar, Alberto Isola y en el extranjero”.
-“Actualmente, también actúo en la obra de teatro de María José Osorio, Cómo olvidar a tu ex. Y tengo un par de proyectos más de teatro que estamos viendo ahí con el equipo; en uno voy a dirigir y en otro actuaré. Me encantaría dirigir cine, pero siento que aún tengo que investigar más”.
Aprovecha la NUEVA EXPERIENCIA, recibe por correo y por Whatsapp nuestro periódico digital enriquecido. Perú21 ePaper.
¡Ahora disponible en Yape! Búscanos en YAPE Promos.
Video recomendado: