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Jorge Carmona: "No observamos lo que la naturaleza nos da”
“(El amor es) como el mar, que está calmado y tormentoso. Hay olas que de pronto aparecen en sitios donde no había. El mar tiene una propiedad sanadora. Sudamos sal, lloramos sal. Somos del mar”, dice uno de los directores de frontera azul, que se estrena hoy.
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“Mi hermano Javier me chapó de los pelos y me dijo: vas a practicar con estos chilenos”. El adolescente Jorge Carmona estaba “medio descarrilado” –son sus palabras– y su hermano lo puso frente a una cámara de cine y se enganchó para siempre. Encontró su camino.
La cámara es el puente entre lo que tiene adentro y lo que quiere retratar. Así, grabó unos 300 comerciales, comandó exitosos proyectos en TV y cine, como 'La Gran Sangre', 'Misterio', 'Av. Larco', además de haber dirigido “Latinoamérica”, videoclip de Calle 13. Y hoy estrena en las salas de cine 'Frontera azul', bajo la dirección de Carmona y Tito Köster. La película –narrada en dialecto esquimal Yupik– fue producida en siete años y grabada en el Ártico, Tahití, África, Indonesia y Perú. A través de cinco historias e imágenes impresionantes, nos habla de la vida, la muerte, el amor y la naturaleza.
Jorge quiso ser pintor y hoy no se define como cineasta. Prefiere la etiqueta de comunicador. Le gusta rodar y contar historias a través de la cámara. Aunque señala que sigue buscando para qué es bueno. Por lo pronto, asegura que ha aprendido a observar y a tener un punto de vista. En esta entrevista habla claro.
Trabajas en publicidad, series de TV, dirección de películas comerciales. ¿En términos musicales, Frontera azul es como un disco más personal de Jorge Carmona?
Absolutamente. Le hemos metido mucho corazón, trabajo, sudor, estrés. Y siempre dijimos algo: acá nos vamos a explayar, a plantear lo que queremos y sentimos. Esta historia que empezamos a hacerla hace siete años tenía otra carga emocional; y precisamente, la película habla de los ciclos del hombre. Es paradójico, nuestros ciclos duran siete años. En ese tiempo cambiamos de piel y es el lapso que ha demorado este proyecto.
Absolutamente. Le hemos metido mucho corazón, trabajo, sudor, estrés. Y siempre dijimos algo: acá nos vamos a explayar, a plantear lo que queremos y sentimos. Esta historia que empezamos a hacerla hace siete años tenía otra carga emocional; y precisamente, la película habla de los ciclos del hombre. Es paradójico, nuestros ciclos duran siete años. En ese tiempo cambiamos de piel y es el lapso que ha demorado este proyecto.
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¿Qué cambio de piel has experimentado?
Tenía la piel de la impaciencia.
Tenía la piel de la impaciencia.
¿Para qué enredarte en un proyecto de siete años, que se ha tenido que grabar prácticamente en el mundo?
Tiene que ver con lo que es el cine al final. Es transmitir lo que llevas adentro. Compartir lo que tienes sin que nadie te diga qué hacer. Y también explorar. Eso no se genera en chambas que te encargan. Ser completamente libre. Ya sabemos cómo es. Ya lo hicimos.
Tiene que ver con lo que es el cine al final. Es transmitir lo que llevas adentro. Compartir lo que tienes sin que nadie te diga qué hacer. Y también explorar. Eso no se genera en chambas que te encargan. Ser completamente libre. Ya sabemos cómo es. Ya lo hicimos.
¿Sientes que 'Frontera azul' es la obra que todo artista debe hacer para procurar una mejor sociedad?
Yo creo que sí. Tiene que ver con nuestra chamba como comunicadores. Hay que tener un punto de vista, claro con humildad. Con nuestro trabajo podemos decir cosas, podemos hablar.
Yo creo que sí. Tiene que ver con nuestra chamba como comunicadores. Hay que tener un punto de vista, claro con humildad. Con nuestro trabajo podemos decir cosas, podemos hablar.
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Uno ve el abanico de tu trabajo y están 'La Gran Sangre', 'Misterio', 'Av. Larco', el videoclip para Calle 13 y alistas 'Llauca'. Si eso lo asociamos con la música, hay de rock, salsa, fusión, hip hop. ¿'Frontera azul' es acaso rock progresivo?
Es como Pink Floyd (desliza una ligera sonrisa de satisfacción personal). Tiene que ver un poco con el mundo interior, la espiritualidad. Conocer los espacios donde hemos rodado y ser parte de ellos te alimentan el alma.
Es como Pink Floyd (desliza una ligera sonrisa de satisfacción personal). Tiene que ver un poco con el mundo interior, la espiritualidad. Conocer los espacios donde hemos rodado y ser parte de ellos te alimentan el alma.
Y, como Pink Floyd, por momentos es bien épica: el mar y paisajes impresionantes.
Ahí existe un tema también. Nosotros estamos rodeados de eso. No observamos, solo miramos. Lo que se planteó fue poner la cámara y observar las maravillas que tenemos delante y que no nos damos cuenta de que están. Vivimos en un mundo ya ni siquiera de dos metros cuadrados, sino de 20 centímetros (hace un gesto como mirando el celular). Ya no nos detenemos a observar lo que tenemos alrededor, lo que nuestra madre naturaleza nos da. La apuesta es muy simple: todo lo que ven es lo que existe. Nuestra vida es una vorágine que nos devora constantemente y que nos desvía la atención a cosas frívolas. En la simpleza está la maravilla.
Ahí existe un tema también. Nosotros estamos rodeados de eso. No observamos, solo miramos. Lo que se planteó fue poner la cámara y observar las maravillas que tenemos delante y que no nos damos cuenta de que están. Vivimos en un mundo ya ni siquiera de dos metros cuadrados, sino de 20 centímetros (hace un gesto como mirando el celular). Ya no nos detenemos a observar lo que tenemos alrededor, lo que nuestra madre naturaleza nos da. La apuesta es muy simple: todo lo que ven es lo que existe. Nuestra vida es una vorágine que nos devora constantemente y que nos desvía la atención a cosas frívolas. En la simpleza está la maravilla.
Parte de esa simpleza son las temáticas de la película: amor, vida y muerte. Lo más elemental.
Es que todos estamos en un mismo viaje, todos somos uno.
Es que todos estamos en un mismo viaje, todos somos uno.
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Para 'Frontera azul', ¿qué es la vida?
Un gran viaje.
Un gran viaje.
¿La muerte?
Es parte de la vida.
Es parte de la vida.
¿Y el amor?
Como el mar mismo, que por momentos está calmado, tormentoso, la marea baja y sube.
Como el mar mismo, que por momentos está calmado, tormentoso, la marea baja y sube.
Te puedes ahogar en el amor.
Hay olas que de pronto aparecen en sitios donde no había. Es muy cambiante el mar. Tenemos un vínculo muy estrecho con él. El mar tiene una propiedad sanadora. Sudamos sal, lloramos sal. Somos del mar.
Hay olas que de pronto aparecen en sitios donde no había. Es muy cambiante el mar. Tenemos un vínculo muy estrecho con él. El mar tiene una propiedad sanadora. Sudamos sal, lloramos sal. Somos del mar.
¿Qué tienen en común el Ártico, Tahití, África, Indonesia y Perú?
Éramos un solo gran continente llamado Pangea, que estaba rodeado de mar y que por temas evolutivos nos fuimos separando. La gestación es una sola. Ya hay un ADN ahí plantado. Al final, vienes de uno. No importa dónde estés, todos somos uno. Todos tenemos sangre y todos tenemos mar. Tenemos los mismos problemas y conflictos.
Éramos un solo gran continente llamado Pangea, que estaba rodeado de mar y que por temas evolutivos nos fuimos separando. La gestación es una sola. Ya hay un ADN ahí plantado. Al final, vienes de uno. No importa dónde estés, todos somos uno. Todos tenemos sangre y todos tenemos mar. Tenemos los mismos problemas y conflictos.
Y en tiempos en que la migración es un tema.
Por ejemplo, grabamos en el desierto de Namibia y de pronto nos enteramos de que es el desierto más antiguo del mundo, lo que generó un nexo con las cosas que queríamos contar. De ahí nos fuimos a Tahití, que tiene esta conexión con el Perú: los Moches viajaban hacia la Polinesia por las corrientes y eso lo repitió después Túpac Yupanqui. Son conexiones que se dieron dando y que se van mostrando en la película.
Por ejemplo, grabamos en el desierto de Namibia y de pronto nos enteramos de que es el desierto más antiguo del mundo, lo que generó un nexo con las cosas que queríamos contar. De ahí nos fuimos a Tahití, que tiene esta conexión con el Perú: los Moches viajaban hacia la Polinesia por las corrientes y eso lo repitió después Túpac Yupanqui. Son conexiones que se dieron dando y que se van mostrando en la película.
¿Qué nacionalidad tiene 'Frontera azul'?
Terráquea, la que todos tenemos.
Terráquea, la que todos tenemos.
¿Qué enseña la diversidad?
Que no eres el único, que puedes aprender de lo que no conocías. Sitios y gente maravillosa hay en todo el mundo y sin diversidad no habría ese intercambio ni ese conocimiento ni profundidad. Pero que dentro de todo, hay una raíz.
Que no eres el único, que puedes aprender de lo que no conocías. Sitios y gente maravillosa hay en todo el mundo y sin diversidad no habría ese intercambio ni ese conocimiento ni profundidad. Pero que dentro de todo, hay una raíz.
Autoficha:
- “Soy Jorge Carmona del Solar, tengo 43 años. Estudié Dirección de Fotografía, en Santiago de Chile, en un taller con el fotógrafo Héctor Ríos. Y también en San Antonio de los Baños, en Cuba. Y bueno, chambeo en esto desde los 17 años. Gran parte de lo que aprendo se lo debo a los maestros”.
- “Soy Jorge Carmona del Solar, tengo 43 años. Estudié Dirección de Fotografía, en Santiago de Chile, en un taller con el fotógrafo Héctor Ríos. Y también en San Antonio de los Baños, en Cuba. Y bueno, chambeo en esto desde los 17 años. Gran parte de lo que aprendo se lo debo a los maestros”.
- “'Frontera azul' es mi cuarta película. Hice 'Condominio', 'La Gran Sangre' y 'Av. Larco'. Debo haber hecho unas cinco series y ahora se viene otra. Y debo haber filmado unos 300 comerciales. En videoclips he rodado el de Calle 13, a Laguna Pai le hice un par de videos y otros más”.
- “Se viene 'Llauca', que es una serie para América TV que estamos coproducciendo con GV Producciones. Es una historia en lo profundo del Callao. También estoy preparando un par de películas y otra serie más, que se llama Clandestino, que la estamos viendo para el mercado afuera. Estamos en eso”.
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