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Juan Bonilla: “Vivimos un derrumbe de las humanidades”
El escritor español, ganador en 2014 del Premio Mario Vargas Llosa de Novela, vino al país al Festival de la Palabra.
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"A inicios de los 80, se produjo en España un movimiento que nos convirtió en el peor tipo de provinciano que existe: aquel que cree que todo lo que viene de afuera es bueno, y todo lo que viene de dentro es malo. Y por eso nos tuvimos que tragar muchísimas 'obras maestras' foráneas que, en realidad, eran muy malas. Hoy, felizmente, las cosas no son así", nos dice el escritor español Juan Bonilla, quien vino al Perú a dar conferencias en la Universidad de Lima y a participar en el Festival de la Palabra de la PUCP.
¿Cuán importante fue la literatura latinoamericana para tu generación?Cuando me hice lector, en España la literatura latinoamericana era fundamental: Borges, García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar, Onetti, Lezama Lima, Octavio Paz eran nuestros clásicos, y nos acercábamos a ellos con reverencia. Inventábamos nuestra propia tradición porque sentíamos que no había fronteras: uno se acercaba a Carver, a Bukowski o a Nabokov sin pensar que pertenecían a otras lenguas, a otras tradiciones. Y, dentro de esa tradición "inventada", sobresalía Borges, pero no solo el cuentista, sino el crítico literario, el ensayista, aquel guía que te descubría a Chesterton, a Conrad y muchos otros.
¿Y leías autores españoles con devoción?No. Me resultaban más cercanos autores estadounidenses antes que los españoles. Por mucho tiempo, mi generación le dio la espalda a la tradición española, en parte porque sus escritores –Baroja, Ortega y Gasset, etc.– eran una obligación: nos obligaban a leerlos en clases, y toda obligación se hace antipática.
¿Y hoy sí engancha, por ejemplo, Pío Baroja contigo?Hoy es de una actualidad impresionante. Repito: uno les coge antipatía a los autores que lee porque hay que rendir un examen.
¿Ya eres parte de los exámenes de literatura en España? ¿Cómo te lee un joven español del siglo XXI?(Ríe). Ha habido un gigantesco cambio: el derrumbe absoluto de las humanidades. Cuando estudié, Filosofía y Literatura eran asignaturas muy importantes; hoy, no. La educación sufre ese cáncer llamado especialización: desde pequeños, los alumnos son llevados a un fin determinado y se les exige saber qué serán de grandes. Por lo tanto, deben obstruírseles todos los demás conocimientos. Por ejemplo, si uno opta por las letras, ya no lleva matemáticas, o viceversa. Es nocivo. Las letras y las matemáticas deben ser obligatorias.
España vive una crisis. ¿Hay una literatura del desempleo?Por las circunstancias que vivimos, ha renacido, entre los escritores de 25 a 40 años, la novela social, pero esperemos. Aún es pronto para saber si alguno de sus libros se seguirá leyendo cuando la crisis pase.
Pero los mejores textos no nacen por obligación: hay miles de textos fascistas y comunistas que son un desastre…Felizmente es así. En la literatura es bueno creer que no hay reglas, que hay muchísima literatura del momento que no tiene sentido: en los años 20, en España, se hizo mucha 'novela social', y hoy no se recuerda esa etapa porque no hizo obra digna. Y lo contrario pasa, por ejemplo, con Manhattan Transfer, de Dos Passos, que sigue siendo maravillosa, o con La Ilíada, que se escribió seis o siete siglos después de los sucesos que narra, y nos sigue entusiasmando.
BIBLIOGRAFÍANovelas: Yo soy, yo eres, yo es (1995), Nadie conoce a nadie (1996), Cansados de estar muertos (1998), Los príncipes nubios (2003) y Prohibido entrar sin pantalones (2013).
Por: Gonzalo Pajares C. (gpajares@peru21.com)
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