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Las cumananas de Nicomedes Santa Cruz

Este 2025 se conmemora el centenario de su natalicio. Un personaje cuya relevancia es indiscutible a tal punto que el Día de la Cultura Afroperuana es en la fecha de su nacimiento.

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Noveno hijo. Entre 1957 y 1959 Nicomedes incursionó en la radio, el periodismo, el teatro y el disco. (Fotos: Archivo Familia Santa Cruz Gamarra)
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Por Luis Rodríguez Pastor

La cumanana es una cuarteta octosílaba de origen piurano que se interpreta de forma oral y se enriquece gracias al duelo. Hechas las respectivas presentaciones, los cumananeros emprenden el contrapunto, acompañados de su guitarra y de temáticas acordadas previamente. El desafío se alarga según la memoria y la capacidad de improvisación de los repentistas, y culmina con la rendición de uno de ellos.

En la década de 1950, un veinteañero proveniente de Lima conoció esta expresión popular en uno de sus tantos viajes de exploración poética por la costa peruana. Cautivado por su sonoridad, bautizó como Cumanana no solo a su compañía artística, sino también a un libro y un álbum, aparecidos hace sesenta años y hoy valorados como lo más poderoso de su obra. Ese joven es Nicomedes Santa Cruz Gamarra, nuestro más grande decimista y uno de los afrodescendientes más trascendentes de la historia del Perú.

Hijo de un mecánico y de una lavandera que, entre 1908 y 1928, visitaron diez veces las parroquias bautismales para registrar tres mujeres y siete hombres, nacidos entre el Centro de Lima y La Victoria durante la República Aristocrática y el Oncenio. Nicomedes Santa Cruz y Victoria Gamarra hicieron de dos apellidos irreconciliables en el siglo XIX una conjugación inmejorable en el XX, al surtir con su rica formación teatral, musical, danzaria y vocal a su descendencia, entre los que habría modistas, reposteras, cocineras, políticos, compositores, dramaturgas, maestras, toreros y un herrero que abandonó su oficio por dedicarse plenamente a la décima.

Nicomedes era el noveno de los hijos y el que llevaba el nombre del padre (el nombre de la madre lo llevaba la octava hija, quien sería su principal aliada artística en la familia). Conocía las décimas gracias a su madre, que las recitaba de memoria mientras lavaba o cocinaba, pero fue debido al encuentro con el reconocido decimista Porfirio Vásquez que a partir de 1949 Nicomedes comenzó a usar la décima como su forma de expresión cotidiana. Durante los próximos treinta años escribiría sobre todo tipo de temas, personajes, sucesos e ideas.

Su decisión de dejar la herrería y dedicarse a la décima determinó sus demás actividades. Entre 1957 y 1959 Nicomedes incursionó en la radio, el periodismo, el teatro y el disco. En 1958, Sebastián Salazar Bondy llamó la atención —a través de una columna en el diario La Prensa— del valor de las décimas inéditas del que consideraba un “poeta natural”, término que generó polémica y que puso al decimista a la vista de escritores, editores y críticos.

En marzo de 1960, Nicomedes Santa Cruz publicó su primer libro: Décimas, volumen de 146 páginas editado por la reconocida Librería Editorial Juan Mejía Baca, que reúne setenta décimas de pie forzado que le cantan al criollismo, la religión, el Alianza Lima, la esclavización, el mestizaje, la identidad, la muerte, entre otros temas. El libro fue celebrado y comentado, entre otros, por César Miró, José Miguel Oviedo, José Durand Flores y Ciro Alegría, quien consideró a Nicomedes “un artista de vigorosa raigambre y singularmente bien dotado”.

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Nicomedes y Pelé. Imagen del álbum Cumanana, tercera edición (1970).

Cuatro años después publicó su segundo libro: Cumanana, aparecido el 1 de abril de 1964 a través de la misma editorial y con el mismo tiraje, repartido en librerías de Lima y provincias. Este significa una evolución respecto del anterior, al diversificar su forma poética a través de cuatro secciones que reúnen 1) décimas libres, 2) décimas de pie forzado, 3) poemas en torno a la negritud y 4) poemas de diversos temas (trece décimas del primer libro aparecen en el segundo; en cambio, todos los poemas son inéditos). Cumanana es el reflejo de la avidez con la que Nicomedes ha vivido en los últimos cinco años las revoluciones anticoloniales en África, las luchas antirracistas en Estados Unidos, la Revolución cubana, la vida política (en la que ha participado activamente, postulando como diputado en 1962) y un viaje determinante al Brasil. De ello da cuenta en especial la tercera parte, la de mayor fuerza, rebeldía y originalidad. El libro, que multiplicó los comentarios elogiosos en la prensa, fue dedicado de manera póstuma a su madre.

Ocho meses después, en diciembre de 1964, Nicomedes Santa Cruz y su Conjunto Cumanana lanzaron el álbum doble Cumanana, a través del sello Philips, acompañado por un cuadernillo informativo cuya extensión hace creer que es un libro. Esta es la cuarta producción musical de su conjunto, la más relevante hasta entonces y tal vez la más relevante en general. A diferencia de su producción poética —creada en solitario—, Nicomedes emprende esta ambiciosa tarea acompañado por un grupo de notables jóvenes artistas afroperuanos que tienen como núcleo central a los hijos de su maestro Porfirio Vásquez (Vicente, Oswaldo, Abelardo, Olga), las hermanas Traslaviña, las hermanas Mendoza, Carlos Hayre, Ronaldo Campos y más.

El álbum contiene dos discos: el primero reúne algunas de sus más populares décimas y poemas, interpretados a sola voz o acompañadas por su guitarrista de cabecera y compadre, Vicente Vásquez. El segundo es una reunión de festejos, son de los diablos, samba landós, marineras y pregones recopilados o creados por Nicomedes, ya sea en solitario o junto a su hermana Victoria, con la que compartió los primeros años del Conjunto Cumanana, pero que no participó en esta grabación, pues entonces ya vivía en París (a su regreso no volvería a Cumanana, sino que formaría su propia compañía).

La aparición del álbum Cumanana es un acontecimiento no solo por su calidad, sino por ser la matriz de mucho de lo que después se hará en la música afroperuana. A mediados del siglo XX, varios de los géneros musicales y danzarios afroperuanos pendían de un hilo y corrían el riesgo de desaparecer. Afortunadamente, ocurrió lo contrario: se consolidaron y hoy es impensable la música del Perú sin considerar el aporte de la población afroperuana. Esto se debe, en buena medida, gracias al trabajo de Nicomedes, su conjunto y el álbum Cumanana.

Las conmemoraciones son excusas para evocar a personajes o sucesos que vale la pena recordar en cualquier oportunidad. A pesar de su relevancia, estas cumananas pasaron desapercibidas durante el 2024. El 2025 es el año del centenario del nacimiento de Nicomedes Santa Cruz Gamarra, un personaje cuya relevancia es indiscutible a tal punto que celebramos el Día de la Cultura Afroperuana el 4 de junio por ser el día de su nacimiento. Que la mejor forma de conmemorarlo, de agradecerle, sea leyéndolo, escuchándolo, compartiéndolo, siguiendo su ejemplo creador.

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