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Lucy Avilés: "Lima ya no es Lima, es una mezcla de todas las zonas del Perú"
“Creo mucho en esta ciudad y en los limeños. Pero debemos colaborar para que sea mejor, desde no tirar un papel a la calle. En cosas simples uno puede colaborar con la grandeza de Lima”, dice la hija de Óscar Avilés. Perú21 la entrevistó.
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Sufre ronquera desde niña. Cuando tenía siete años, sus papás la llevaron con el doctor Felix Figueroa, el compositor de “Perú campeón”. Tenía tres nódulos en las cuerdas vocales. Otro médico había recomendado operación. Figueroa advirtió que no la operen. Si lo hacían, podía quedar muda. Recuerda que de niña era como el “patito feo” porque por su ronquera no podía cantar bien en medio de una familia musical. Y de adolescente, en México, rechazó una oferta del cantautor Armando Manzanero para grabar con ella. Todo estaba escrito para que Lucy Avilés no se dedique al canto.
Tocamos el timbre, ingresamos y un patio listo para la jarana nos da la bienvenida. Estamos en la casa donde vivió el gran músico chalaco Óscar Avilés, de quien este año se cumplen cinco años de su fallecimiento. Hay un cajón y en las columnas están inscritas frases que recuerdan al guitarrista. Lucy, la hija menor, no solo heredó esta casa, sino también el talento de su padre.
Mañana, Lima celebra 484 años de fundación. Ella aún recuerda la última serenata que don Óscar le dio a esta ciudad. “Cuando mi padre empezó su show, la Plaza de Armas se vino abajo”, me dice emocionada y con optimismo, porque considera que desde hace seis años hay un mayor interés, inclusive de los jóvenes, por escuchar música criolla.
¿Se está redescubriendo la música criolla?
Se ha logrado despertar el interés de los jóvenes. Hay interés por investigar, tocar y cantar. Los jóvenes recién la están descubriendo.
Se ha logrado despertar el interés de los jóvenes. Hay interés por investigar, tocar y cantar. Los jóvenes recién la están descubriendo.
¿Su relación con Lima qué tal ha sido?
Mi papá me inculcó siempre el cariño por mi ciudad y mi país. Gracias a él he podido conocer muchos barrios y su gente.
Mi papá me inculcó siempre el cariño por mi ciudad y mi país. Gracias a él he podido conocer muchos barrios y su gente.
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¿Qué le gusta de Lima?
Sus barrios, tradiciones, su gente. En esta ciudad le hemos dado cabida a todo el Perú.
Sus barrios, tradiciones, su gente. En esta ciudad le hemos dado cabida a todo el Perú.
Y Lima ya no es solamente el criollismo.
Lima ya no es Lima. Es una mezcla de todas las zonas del Perú.
Lima ya no es Lima. Es una mezcla de todas las zonas del Perú.
¿Cómo ve a Lima?
Creo mucho en esta ciudad y en los limeños. Pero todos debemos colaborar para que esta ciudad sea mejor, desde no tirar un papel o un chicle a la calle. Cerremos el caño para que no le falte agua a otras personas. En cosas simples, cotidianas, uno puede colaborar con la grandeza de su ciudad. Por ejemplo, hay un vals, “Lima de mis amores”, letra de Salvador Delgado y música de Lorenzo Humberto Sotomayor, que a mi papá le gustaba mucho y dice así (y lo canta): “Lima de mis amores, aquí tienes tu canto en la voz de una criolla que te ama de verdad, que conoce con Palma tus bellas tradiciones y recuerda con Gálvez la Lima que se va, señorial, traviesa, mística, pecadora, su gran alma limeña no tiene parangón (...). Lima irónica, alegre, jaranera, ciudad de las tapadas primorosas, de las mujeres guapas e ingeniosas, del anticucho, de la marinera (...). Ciudad que sintetizas ayer, hoy y mañana. Fundiendo el moderno auge con el viejo esplendor”. Esa es la canción de Lima. Eso es Lima para mí.
Creo mucho en esta ciudad y en los limeños. Pero todos debemos colaborar para que esta ciudad sea mejor, desde no tirar un papel o un chicle a la calle. Cerremos el caño para que no le falte agua a otras personas. En cosas simples, cotidianas, uno puede colaborar con la grandeza de su ciudad. Por ejemplo, hay un vals, “Lima de mis amores”, letra de Salvador Delgado y música de Lorenzo Humberto Sotomayor, que a mi papá le gustaba mucho y dice así (y lo canta): “Lima de mis amores, aquí tienes tu canto en la voz de una criolla que te ama de verdad, que conoce con Palma tus bellas tradiciones y recuerda con Gálvez la Lima que se va, señorial, traviesa, mística, pecadora, su gran alma limeña no tiene parangón (...). Lima irónica, alegre, jaranera, ciudad de las tapadas primorosas, de las mujeres guapas e ingeniosas, del anticucho, de la marinera (...). Ciudad que sintetizas ayer, hoy y mañana. Fundiendo el moderno auge con el viejo esplendor”. Esa es la canción de Lima. Eso es Lima para mí.
¿Qué se debe hacer por esta ciudad?
Todos queremos tranquilidad, poder pasear por nuestras calles sin temores. Las principales carencias son la seguridad ciudadana y la limpieza. También hay que rescatar las casonas antiguas.
Todos queremos tranquilidad, poder pasear por nuestras calles sin temores. Las principales carencias son la seguridad ciudadana y la limpieza. También hay que rescatar las casonas antiguas.
Usted ha nacido y crecido en medio de la música criolla. ¿Pero en qué momento conectó realmente con ella?
En una de las reuniones familiares pasó un hecho importante. Era como el patito feo de la familia porque todos cantaban. Soy la única mujer y la menor. Y era lo de siempre: me hacían cantar al final, después de que habían escuchado todo lo mejor. A veces mi ronquera no me permitía llegar a la nota. “Ay, es desafinadita, pobrecita”, decían (risas). Pero yo había estado escuchando el vals “Vieja limeña”, de Augusto Polo Campos. Lo practicaba bastante, solita. Tendría unos 10 años. La canté ese día y en una parte altísima lo hice bien, todos se quedaron sorprendidos. Se preguntaban cómo lo hice. Mi papá descubrió que su hijita no era tan pobrecita.
En una de las reuniones familiares pasó un hecho importante. Era como el patito feo de la familia porque todos cantaban. Soy la única mujer y la menor. Y era lo de siempre: me hacían cantar al final, después de que habían escuchado todo lo mejor. A veces mi ronquera no me permitía llegar a la nota. “Ay, es desafinadita, pobrecita”, decían (risas). Pero yo había estado escuchando el vals “Vieja limeña”, de Augusto Polo Campos. Lo practicaba bastante, solita. Tendría unos 10 años. La canté ese día y en una parte altísima lo hice bien, todos se quedaron sorprendidos. Se preguntaban cómo lo hice. Mi papá descubrió que su hijita no era tan pobrecita.
¿Usted también se descubrió?
Adquirí mucha seguridad.
Adquirí mucha seguridad.
Tal vez ahí nació la cantante Lucy Avilés.
Yo creo que sí. Antes de eso era solo cumplir. Fue un descubrirme yo misma y mostrarme ante mi familia. Antes de eso todo había sido absorber, escuchar.
Yo creo que sí. Antes de eso era solo cumplir. Fue un descubrirme yo misma y mostrarme ante mi familia. Antes de eso todo había sido absorber, escuchar.
Don Óscar no quería que usted estudie ni trabaje. ¿Con el canto también fue así?
Yo misma al ver lo sacrificado que era ser cantante, no quería seguir ese camino. Quería estudiar Psicología. Terminé el colegio y dije que iba a estudiar. Pero él respondió: “No, mi hija no tiene que estudiar, pues nunca vas a trabajar. Dedícate a conocer bien las labores del hogar porque en algún momento te casarás, tendrás tus hijos y tienes que saber cumplir con esas labores”. Entre mi mamá y yo hicimos un trabajo de filigrana para que él me deje estudiar. Ella me convenció de estudiar algo corto y práctico, y seguí Secretariado. Terminé y me salió un trabajo. Pero mi papá me ofreció irme a México a trabajar con él. Estuvimos como dos meses y conocimos a personajes como Armando Manzanero. Yo tenía 18 años. Le dijo a mi papá que quería grabar conmigo. Pero me negué. Yo quería volver a Lima y trabajar en lo que había estudiado. Fíjate lo osada que es la juventud, pero no me arrepiento.
Yo misma al ver lo sacrificado que era ser cantante, no quería seguir ese camino. Quería estudiar Psicología. Terminé el colegio y dije que iba a estudiar. Pero él respondió: “No, mi hija no tiene que estudiar, pues nunca vas a trabajar. Dedícate a conocer bien las labores del hogar porque en algún momento te casarás, tendrás tus hijos y tienes que saber cumplir con esas labores”. Entre mi mamá y yo hicimos un trabajo de filigrana para que él me deje estudiar. Ella me convenció de estudiar algo corto y práctico, y seguí Secretariado. Terminé y me salió un trabajo. Pero mi papá me ofreció irme a México a trabajar con él. Estuvimos como dos meses y conocimos a personajes como Armando Manzanero. Yo tenía 18 años. Le dijo a mi papá que quería grabar conmigo. Pero me negué. Yo quería volver a Lima y trabajar en lo que había estudiado. Fíjate lo osada que es la juventud, pero no me arrepiento.
¿Qué canción le cantaría a Lima?
(Empieza a cantar): “A ti, oh Lima querida, ciudad de mis amores, quiero evocar en mi lira tus románticos fulgores”. También está el primer vals de Chabuca Granda “Lima de veras”.
(Empieza a cantar): “A ti, oh Lima querida, ciudad de mis amores, quiero evocar en mi lira tus románticos fulgores”. También está el primer vals de Chabuca Granda “Lima de veras”.
¿Y qué canción le cantaría a don Óscar Avilés?
“Firme baluarte del cancionero, fiel expresión de la guitarra nacional en tu toque hay melodía, acento tradicional. Orgullo de los peruanos, figura muy popular, tienes el don de la gracia, Avilés Óscar eres sin par. Tienes el don de la gracia, padre querido, eres sin par”.
“Firme baluarte del cancionero, fiel expresión de la guitarra nacional en tu toque hay melodía, acento tradicional. Orgullo de los peruanos, figura muy popular, tienes el don de la gracia, Avilés Óscar eres sin par. Tienes el don de la gracia, padre querido, eres sin par”.
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AUTOFICHA:
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“Soy Lucy Avilés Valverde. Nací el 15 de agosto de 1961. La mamá de mi papá era chilena. Nosotros hemos aprendido a querer a Chile. Además, aprendimos a celebrar el día de Chile. Mi abuelo la conoció allá y la trajo. Él tenía 23 años y ella 13. Mi abuela amó al Perú, cantaba yaravíes, música criolla y cuecas”.
“El 22 de enero estaré en Chile, donde dictaré dos talleres, uno de historia de la música criolla y repertorio, y otro sobre marinera limeña. Además, daré un concierto en el teatro Bellavista, en Santiago, el domingo 27. Allá hay una corriente muy fuerte de valses peruanos”.
“El programa de Radio Nacional ‘Otra vez Avilés, con Lucy Avilés’ va sábados y domingos, al mediodía. Mi programa lidera la audiencia en la radio. También estamos en La Oficina de Barranco (cuadra 4 de Enrique Barrón), donde me presento los sábados. Y dicto dos cursos en la Universidad Católica”.
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“Soy Lucy Avilés Valverde. Nací el 15 de agosto de 1961. La mamá de mi papá era chilena. Nosotros hemos aprendido a querer a Chile. Además, aprendimos a celebrar el día de Chile. Mi abuelo la conoció allá y la trajo. Él tenía 23 años y ella 13. Mi abuela amó al Perú, cantaba yaravíes, música criolla y cuecas”.
“El 22 de enero estaré en Chile, donde dictaré dos talleres, uno de historia de la música criolla y repertorio, y otro sobre marinera limeña. Además, daré un concierto en el teatro Bellavista, en Santiago, el domingo 27. Allá hay una corriente muy fuerte de valses peruanos”.
“El programa de Radio Nacional ‘Otra vez Avilés, con Lucy Avilés’ va sábados y domingos, al mediodía. Mi programa lidera la audiencia en la radio. También estamos en La Oficina de Barranco (cuadra 4 de Enrique Barrón), donde me presento los sábados. Y dicto dos cursos en la Universidad Católica”.
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