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Natti Natasha: “Las mujeres también podemos hablar de lo mismo que hablan los hombres”

“Quiero que me recuerden por mi música, que es una forma de decirles a las niñas que no es imposible llegar hasta acá", dice la artista dominicana, que llegó al Perú para promocionar su último single 'Oh Daddy'.

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Natti Natasha: “Las mujeres también podemos hablar de lo mismo que hablan los hombres” (José Rojas/GEC)
Fecha Actualización
Es el verano de 2004 y en la casa de la pequeña Natalia, su padre, don Alejandro, se encarga de poner la música los domingos. Es así que los boleros resuenan para que Sarah, su esposa, empiece a cantar. A un lado, Natti –como ya la empiezan a llamar sus amigos del barrio– espera el primer descuido para colocar un poco de la música que le encanta: las bachatas y reggaetón. Pocos imaginarían que esa niña dominicana de ojos encantadores en tan solo unos años pondrá a bailar al mundo entero.
Ya es 2019. Natti ahora es Natti Natasha y tiene unos números que hablan por sí solos. Es la artista con más visitas en YouTube (tan solo su tema “No me acuerdo”, a dúo con Thalía, tiene 874 millones), segunda en el top 5 de latinas de Billboard 2018. Por si fuera poco, su canción más escuchada en Spotify roza los 500 millones de clics. Eso sí, nada podrá alcanzar –repite– a sus ganas de soñar. Siempre sonríe, aunque solo un tema le crea un sabor amargo: la desigualdad.
-¿Qué música se escuchaba en esa casa de Santiago, en República Dominicana?
Mi papá escuchaba boleros el día completo y mi madre, que canta hermoso, siempre andaba con su musiquita cerca. Eso sí, yo ponía la bachata y el reggaetón.
-Desde pequeña empezaste a componer. ¿Sobre qué eran esas primeras canciones?
De todo. Del amor y desamor, sobre ir a una discoteca y ponerte a bailar. Me imaginaba una historia en la cabeza, algo que le podía ocurrir a otra persona y me ponía a escribir sobre eso. Trasladar las historias al papel lo puede hacer cualquiera. Lo creativo está en incorporar música a esa historia. Ahí está lo creativo y divertido.
-Comenzaste en el coro de tu iglesia, luego pediste ir a Bellas Artes y más tarde formaste parte de una banda. ¿Cuándo te convenciste de que lo tuyo era la música?
Siempre lo supe. Siento que nunca tuve un plan B ni nada por el estilo. Desde que hicimos D’Style, un grupo juvenil en la República Dominicana, y comenzamos a hacer presentaciones, me decía a mí misma: “Es una realidad, ya saliste de la ducha de tu casa y ahora vamos”. Sin recursos es difícil hacerlo, pero uno va encontrando la manera. Fue así como decido irme de República Dominicana.
-¿Qué pasaba por tu mente en aquel avión rumbo a Nueva York?
Que iba a grabar muchas canciones y que todos las iban a escuchar enseguida (risas). También que estaba más cerca de mi meta. Viajé sola, con miedo. Me di cuenta de que no iba de vacaciones sino a perseguir lo que quería. No sabía por dónde comenzar, pero finalmente lo hice.
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-¿Por qué reggaetón?
Siempre escuché a Lauryn Hill, Bob Marley y Jerry Rivera, pero el reggaetón era lo más cercano que podía trabajar. Tiene mucho movimiento y a mí me gusta moverme, soy muy hiperactiva.
-“Las mujeres no pueden, las mujeres no venden”. Esas son algunas frases que escuchaste en Estados Unidos. ¿Cómo se sobrevive a estas palabras?
Sonriendo, echando para adelante. Me empeciné en cambiar esa perspectiva primero por mí misma. Convencerme de que ambos tenemos los mismos derechos para luego buscar cambiar la mentalidad de los demás. Muchas veces las personas que no conocen algo no lo entienden. Fue difícil.
-Manejas un discurso que busca el empoderamiento de las mujeres. ¿Cómo se maneja esa responsabilidad?
Llevo el papel con mucho orgullo y responsabilidad. Podemos hablar del amor y desamor, pero las mujeres también podemos hablar de lo mismo que hablan los hombres. ¡Pasamos literalmente lo mismo! Tenemos los mismos sentimientos, los mismos deseos carnales, todo. ¿Por qué no hablar de eso también?
-¿Cómo te gustaría que te recuerden?
Por mi música. Que es una forma de decirles a las niñas que vienen en camino que no es imposible llegar hasta acá. Sí se puede, cada quien lo va a hacer a su manera. Si bien no todo el mundo llega a tener esa conexión con los demás, es importante ser lo más real posible. Lo que siempre vi en las personas que admiré es que podían tener los mismos defectos que yo.
-¿Persisten diferencias entre hombres y mujeres en la música?
Prefiero ver el vaso medio lleno. En años pasados, (las mujeres en el reggaetón) éramos cero y ahora por lo menos somos un poco más. Los mismos artistas hombres están apoyando a las mujeres. En mi caso, el que me ayudó en principio fue Don Omar, más tarde Daddy Yankee hizo una colaboración conmigo. Luego vinieron personas que me dieron más oportunidades, como Pina Records, que me dijo: “Aquí puedes ser libre, no solo de ser mujer, sino de ser Natti Natasha. Hacer las cosas sin filtro, a tu manera”. Cada vez hay más hombres apoyando, pero la lucha continúa.
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-¿Y cómo el reggaetón puede ayudar?
No solamente es una lucha del reggaetón, pero te puedo comentar sobre mí. Es importante hablar sobre el empoderamiento y la superación de la mujer, como lo hice en la balada “La mejor versión de mí”, como lo hice en una bachata con Kanny García, que se llama “Soy mía”, como lo hice en un reggae “No voy a llorar”. De mi parte, el mensaje que busco dar es de superación, que no se necesita a nadie para ser alguien mejor. Me conozco, me quiero y a partir de ahí quiero al otro. La lucha no se debe centrar en el género, sino en el mensaje de cada canción.
-¿Qué le dirías a la Natty de 15 años que está tocando puertas?
Que no todo el mundo va a ver lo que ella ve y eso es normal, de eso se trata la vida. Cada cabeza es un mundo. Que tenga persistencia, fe, todo va a tomar un sacrificio y solamente así va a saborear los frutos. Aunque te digan que no, ya dejaste una semilla.
-¿Sientes que hay algo que no vas a aprender nunca?
Nadar. Mis amigos insisten en enseñarme, pero no importa que sea dominicana y que viva en el agua, no puedo. (Risas).
AUTOFICHA
-“Soy Natalia Alexandra. El nombre Natalia me lo puso mi hermano mayor y Alexandra fue porque una tía mía se llama así. Luego desde siempre mis amigos me llamaron Natti, pero Natti Natasha me lo puso Don Omar. Fue a partir del ritmo de una canción que decía ‘Natti na, Natti na’”.
-“Varias mujeres se han sentido empoderadas con mis canciones y me han contado que pudieron terminar la relación tóxica que tenían. Uno como artista claro que espera resultados, pero que esté pasando así es lo que me llena. Doy muchas gracias por eso”.
-“Por cada cosa que he pasado en mi vida, ya sea mala o buena, las gracias siempre se las he dado a Dios. Aprendí que al hacerlo también me estoy perdonando a mí misma, aceptándome para dar el próximo paso. Acabo de lanzar ‘Oh Daddy’, el tercer sencillo de mi primer álbum ilumiNATTI”.