Nicolás Yerovi (Lima,1951) no puede caminar inadvertido por los pasillos de la Feria del Libro. “Don Nicolás, un autógrafo, por favor”, “¿será posible una foto?”. Su más de metro ochenta e impecable traje marrón tampoco le permiten un andar sigiloso. Y por si alguien tarda en reconocerlo, su risa, ese inequívoco sonido carrasposo y estridente, lo delata. Carcajadas marca Yerovi. Pero no hay de qué preocuparse, don Nicolás es feliz compartiendo con su público. Lleva toda una vida riendo y haciendo reír. Tal como lo hicieron su padre y abuelo.
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-¿Cómo ha sido volver a una FIL?
Me ha llamado la atención la concurrencia cuantiosa. No me imaginé que hubiera tantas personas que supieran leer y menos que gasten su dinero en comprar libros (risas).
-Digamos que en el Perú hacer leer es una empresa heroica.
Y que rinde muy pocos frutos, basta ver a nuestros gobernantes. Ninguno de ellos sabe escribir su nombre sin faltas de ortografía.
-Y parece que ellos son los más entusiasmados con la ignorancia.
Todas las generaciones que me ha tocado ver pasar han sido fruto del esmero de nuestras autoridades por volvernos cada vez más ágrafos, más palurdos, para así no entender nada. Ya dicen: rebaño silencioso, gobernante victorioso.
.¿Qué es Monos y Monadas: la sonrisa perdurable?
Es la síntesis de casi cuatro generaciones que tiene la familia Yerovi. Significa la esencia de ese legado, la sonrisa, la ironía, la agudeza inteligente. Las ganas de celebrar la vida y no dejar de joder al mismo tiempo.
-Una revista con más de cien años de vida.
Me solazo viendo como de una manera no planeada poco a poco he ido casi creando un género literario. Este libro no es una novela, no es un relato breve, no es una colección de poemas, ni una obra de teatro. En realidad, es una simbiosis de la historia del Perú, de un linaje de escritores que ya cuenta con cuatro generaciones. Esperemos que en la familia ahora haya un astronauta (risas). Este libro es una suerte de historias curiosas que puede constituir un repositorio de anécdotas vinculadas a personajes públicos dedicados al poder.
-Que también se pican.
Nunca lo han admitido, solo de vez en cuando con unas cuantas bombas, querellas, persecuciones, requisas.
-Es que no es común que cuatro generaciones se dediquen al humor incisivo...
Los espíritus extremadamente sensibles, como los artísticos, que están muy inermes e indefensos frente a los embates del destino —que en el Perú suelen ser muchos— tienden a crearse una suerte de escudo que les permita eludir estas agresiones de la vida. Ellos encontraron en el sarcasmo e ingenio, empezando con mi abuelo que funda la revista Monos y Monadas en 1905, una forma de evitarse las amarguras. Y eso se convirtió en algo genético. Mi padre lo heredó, sus hermanas también. Estas historias que ellas me contaron han permitido que yo pueda componer este libro. Y al irse mi padre, yo que era un poeta que se encargaba de hacer versos solo para enamorar muchachas, decidí continuar su obra.
-Usted describe al Perú como “un caos perfectamente organizado”.
Hay países que tienen gobernante, nosotros tenemos ladrones. ¡Por Dios, qué país ha logrado reunir en una misma prisión simultáneamente a dos exdictadores y a un expresidente extraditado de Estados Unidos por ratero! Esas son cosas que atraen al turismo.
-¿Hay razones para celebrar en Fiestas Patrias?
La sobrevivencia. Tenemos que celebrar que todavía existimos.
-¿El problema son nuestras decisiones?
Y también la ley de elecciones que tenemos. Aquí cualquier buscavida, sinvergüenza, maleante o prontuariado llega a ejercer el poder. Desde alcaldes hasta presidentes. Nos hemos hecho especialistas en ser gobernados por los peores.
-¿Qué requisito le pediría a un gobernante?
Que sea alguien. Que sea una persona y no un mamarracho.
-¿El Perú es un país para reír o para llorar?
Las dos cosas. Sin embargo, ya es tiempo de obrar y llorar menos. Y no hemos dejado de reír nunca. Si no hubiéramos reído no estaríamos acá presentes. Ya nos hubiéramos disuelto en el aire, convertido en un atado de furia e impotencia.
-Larga vida a Monos y Monadas.
Cuando escribía mis primeras obras existía el linotipo. Ni siquiera existía la máquina de escribir eléctrica. Una computadora era inimaginable, la radio estaba recién creada, la televisión vino después. Ahora el TikTok que me hace hacer mi hija Paloma me parece marciano. Ni hablar de Instagram. Con qué dimensión de la comunicación se encontrarán los miembros de la quinta generación de la familia.
-Cambiarán los formatos, cambiarán los Yerovi, pero los políticos seguirán siendo los mismos.
Esperemos que no. Tiene que llegar el momento en que pase el camión recolector de basura y se los lleve a todos.
¿Hemos cambiado?*
“Y desde aquella lejana
fecha que es justo que alabe
y que es floria americana,
¡ay, don José, usted no sabe
lo que es la tierra peruana!
Desde los primeros años
vivimos aquí de engaños
Desde nuestra independencia
el más audaz, no el capaz,
por farsante y por audaz
se sentó en la presidencia
y nos robó toda la paz’’.
*Fragmento de Carta Abierta a don José de San Martín, por Leonidas N. Yerovi. 28 de julio de 1908.