Roxana Castillo y Amelia Yurivilca: “Es importante reconocer esa habilidad innata del artesano”

Una arquitecta y una artesana, creadoras de ‘Colmena de sueños’, pieza ganadora del premio Patronato Plata del Perú 2022. Perú21 entrevistó a Roxana Castillo y Amelia Yurivilca.

Mijail Palacios Yábar

Fecha Actualización

27/10/2022 - 09:00

Roxana tejía con hilos de plata. Amelia la vio y le pidió que le enseñe. Aprendió rápido. “Encontré en ella una persona que tenía mucha habilidad innata para el manejo de diferentes técnicas de tejido”, me dice Roxana.

Se conocieron hace unos 15 años, cuando Amelia entró a trabajar como auxiliar en el colegio donde laboraba Roxana. Un año después de que llegó a Lima. Así nació una amistad que ahora pasa al nivel de dupla creativa con la obra “Colmena de sueños”, que ganó el premio Patronato Plata del Perú, concurso nacional organizado por el patronato e Interbank, y que esta vez llegó a su edición número 26. Amelia, enfocada en el tejido y Roxana, arquitecta, en el diseño. Aprendizaje que también comparten en capacitaciones que realizan.

Amelia recuerda la curiosidad que le daba aquel momento inicial donde su compañera tejía con hilos de plata. No lo dice, pero capaz esa escena la llevaba a su juventud en Tarma, donde su familia hacía tejidos. Hoy las obras de plata que tejen sus manos han llegado a países como Chile y Estados Unidos.

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-Roxana, siendo arquitecta, ¿por qué se ha dedicado también a la plata?

Roxana (R): Mi mamá tenía una fábrica de muebles de metal. El trabajo es similar, solo que se lleva a otro formato. En los muebles de metal también cortas, doblas, sueldas, le das acabado. En el caso de la joyería en plata, son casi los mismos procesos, pero llevados a un formato mucho más chiquito. Anterior a eso hacíamos algunos diseños de muebles de terraza, muebles en hierro forjado, hice un poco de escultura metálica y pasé a la joyería. Me encantó la filigrana como una de las tantas técnicas que se manejan dentro de la joyería, la orfebrería, por el tema de los encajes de plata; la forma de expresión artística que se encuentra en la filigrana es muy expresiva, por el mismo hecho de la delicadeza de trabajar con los hilos; hay mucha finura, mucha dedicación en cada obra, eso me gustó bastante.

-Teniendo en cuenta que antes ya ha participado sola en el concurso del patronato y logró premios, ¿por qué invita a Amelia?

(R): Hay que incentivar a otras personas para que puedan participar en este concurso y darse a conocer. Tenemos muchas personas anónimas en este mundo de la artesanía que no se dan a conocer y no se reconoce su trabajo y valor. Es importante saber y reconocer ese valor, esa habilidad innata.

-Amelia, ¿cómo ha sido su experiencia?

Amelia (A): El tejido me encanta, es como un hobby. Cuando el hilo se pone duro, hay que comenzar de nuevo, pero no renuncié en ningún momento. Una vez que comienzas, hay que seguir. Es la primera vez que participo en el concurso.

-¿Por qué le ponen “Colmena de sueños”?

(R): Es buscar la arquitectura que de por sí ya nos brinda la naturaleza en sus formas. Te preguntas cómo las abejas pueden crear estos espirales de las colmenas, tan perfectas.

-Las abejas son como arquitectas.

(R): Crean sus propias atmósferas, sus propios espacios.

-¿Y los sueños dónde están?

(R): No es un simple objeto, es algo que te lleva a soñar. Cuando haces una obra, sales de ti mismo y juegas con otras realidades y empezar a soñar y pensar cómo puedes crear algo; esa parte del pensamiento la enfocamos dentro de un sueño.

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-Amelia, ¿cuáles han sido sus sueños?

(A): Mis sueños siempre han sido hacer algo nuevo, hacer arte con las manos, aprender cosas nuevas. En Tarma, en el campo, uno piensa cómo será transformar algo, es un sueño que no lo ves, pero lo piensas.

-¿Qué imaginaba ser?

(A): Siempre me gustó ser profesora. Me gusta enseñar.

-¿Por qué le gusta enseñar?

(A): Cuando uno está con otra persona compartiendo y esa persona aprende, sientes que uno también aprende.

-¿Qué hace especial a la plata, por qué debemos valorarla?

(R): Perú es uno de los primeros países exportadores de plata como materia prima; y es una tristeza que justo se vaya como materia prima y no quede en el Perú convertido como obras de arte, en joyería u otros usos que puedan generar fuentes de trabajo a los plateros, orfebres, filigranistas, joyeros. A través del Patronato Plata del Perú hemos logrado darnos a conocer y capacitado a otras personas, que más gente se vaya interesando y se mantenga la cultura viva.

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-Por la pandemia muchos han abandonado esta labor.

(R): La pandemia golpeó bastante en ese sector. La mayoría de personas tuvieron que dedicarse a otros oficios para poder llevar algo a casa. En los talleres trato de darles un poco de otra visión a los artesanos para tratar de rescatar las técnicas y que ellos las puedan llevar a productos contemporáneos y de consumo local.

-¿Cómo definir este trabajo: arte o artesanía?

(R): Tiene de los dos. El manejo de la técnica y la mano que tienen nuestros artesanos combinados con el diseño de los creativos definitivamente hacen un buen match y pueden lograr que estas piezas sean mucho más interesantes.

-Amelia, ¿y ahora cuáles son los sueños?

(A): Innovar más, aprender más.

AUTOFICHAS:

- “Soy Roxana Castillo García. Nací en Lima, tengo 47 años. Acabé el colegio y estudié Arquitectura de Interiores y Diseño de Modas. Tuve una época que hice escultura en metal y después ya entré a la joyería. De alguna forma, estoy más ligada al arte”.

- “Me gusta bastante la parte social y el aspecto de compartir mis conocimientos, de poderme vincular con la artesanía. A la vez, me sigo especializando en la arquitectura y estudio un diplomado en arquitectura para espacios comerciales. Pueden seguirnos en roxicastillo.com”.

- “Soy Amelia Yurivilca Galarza. Tengo 40 años. Nací en Tarma, en Huasahuasi, Tiambra. Acabé el colegio y hacía costura; tuve un bebé y después ya me vine a Lima con mi pareja, dejé mi pueblo. Acá en casa hacía costura y luego conseguí trabajo en el colegio donde conocí a Roxana”.

- “Mis padres se dedicaban a la agricultura, un poco al telar y cosían a máquina de pedal. Y mis tíos hacían tejido a telar, hacían ponchos con lana de oveja, y yo aprendí todo eso. Actualmente, hago tejido con hilo de plata, ya agarré esa habilidad y ese es mi ingreso”.

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