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Silvia Núñez del Arco: “El pudor no sirve mucho a la hora de escribir”
Con 35 años, tiene publicadas seis novelas. La última es ‘Hay una chica en mi sopa. La historia real’ (Planeta, 2023), que es la reedición de su segundo libro publicado a los 23 años. Perú21 entrevistó a la escritora Silvia Núñez del Arco.
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¿Qué libros descansan sobre la mesa de noche de Silvia? Siempre lee poesía, y la española Elvira Sastre tiene un lugar preferencial, al menos emocional. Al lado o encima, está una compilación de las obras de Charles Bukowski, el escritor norteamericano que transitó por las vías del malditismo. Lo tiene ahí, casi como una buena copa de vino. No falla. Solo estira la mano, lo abre en cualquier página y bebe uno de sus textos. Levanta los párpados y piensa: “Increíble”. En la pila de libros también asoma una reunión de poemas del argentino Jorge Luis Borges. “Uno lee todo eso y se siente, pues, chiquito”, me dice y sonríe desde una librería de San Isidro.
Pero Silvia Núñez del Arco, con 35 años, ya tiene publicadas seis novelas. La última es Hay una chica en mi sopa. La historia real (Planeta, 2023), que en realidad es la reedición de su segundo libro publicado a los 23 años. En esta edición, como ella dice, la obra ha sido reconstruida. Fue presentada anoche en la tradicional Feria del Libro Ricardo Palma, que va hasta el 10 de diciembre en el Parque Kennedy de Miraflores.
¿En qué libros encontramos a Silvia? Recuerda un poema de Elvira Sastre. “A pesar de que ella escribe poesía lésbica”, aclara. Tiene un poema que le escribe a una chica, pero cuando Silvia lo lee piensa en su abuela que ya no está.
Si pienso en lo lésbico, ¿Elvira Sastre influenció para que escribas Hay una chica en mi sopa?
Probablemente, sí. Hoy por hoy no solamente los libros influyen en mi vida sino también las series, que también están escritas por grandes escritores. Mi idea era que cuando la gente lea Hay una chica en mi sopa, pueda recordar a alguien, que no necesariamente sea tu profesora sino alguien con quien tuvieron una conexión especial.
¿Y de qué series hablamos?
Me gustó mucho Euphoria. También me gusta la serie Love.
En 2012, cuando publicas Hay una chica en mi sopa, ¿quién eras?
Era otra persona. No tenía tan claro lo que tengo claro ahora, en todos los aspectos. No había sido mamá, yo estaba embarazada. Ser mamá me ayudó mucho para entender un poco la relación de Alicia y Lucía (personajes del libro), y para entenderme a mí misma en ese momento, cuando me ocurrió esta historia. La primera versión quedó un poco en la ficción, poniendo cosas que no ocurrieron; ahora sí me he permitido contar la historia desde un lugar más vulnerable y sincero. Creo que hoy soy más pudorosa, pienso más las cosas antes de hacerlas y pienso más en la repercusión que puede tener en otras personas.
Es curioso, porque, más bien, Jaime Bayly hace todo lo contrario. Y Los genios es un claro ejemplo.
Es genial ese libro (sonríe)… Él es muy valiente…
Parece que él está más rebelde y tú, quizás, algo más conservadora. ¿O no?
Podría ser, pero igual nos balanceamos. Cuando yo escribí esta nueva versión de la novela, le consulté a él y me dijo: “No tengas miedo de publicarlo como está, no tengas miedo de contarlo como fue”. Él me ayuda a no tener tanto pudor, porque al final del día, el pudor no sirve mucho a la hora de escribir. Si uno va a contar una historia, más vale contarla con absoluta valentía y completa sinceridad. En ese sentido, Jaime me sirve mucho para no tener miedo a decir las cosas como las quiero decir.
A veces, mientras vas ‘madurando’, te vuelves más ‘conservador’.
Eso sí. ¿No te pasa?… ¿Ves? Yo me he vuelto más “ay, pero qué van a pensar”. Es más, pensé en ponerle otro título al libro.
El título es divertido.
Claro, la editorial me dijo “estás loca, de ninguna manera”. Yo quería que la historia del libro la interpretara el lector. No voy a decir si Lucía se enamoró de Alicia, no voy a decir si Alicia estuvo mal en hacer ciertas cosas con Lucía, eso lo va a juzgar cada lector. Eso me ayudó a tener el coraje para publicar este libro otra vez.
El año pasado me comentaste que querías reconstruir este libro. ¿Así fue?
La he escrito desde cero. Los dos primeros capítulos son los mismos de la novela anterior, pero desde ahí es nuevo, es completamente otra historia. En la novela anterior Alicia es mucho más retorcida, se enreda con el director del colegio. Y el personaje de Lucía es más oscuro. Lo que hice ahora fue simplemente contar las cosas como yo lo recuerdo.
¿Pero por qué quitarle ese espíritu de chica retorcida?
No lo hago por quedar bien con nadie, sino por ser sincera. En este libro te cuento cosas igual de intensas, pero son más reales, muy pegadas a lo que yo recuerdo que pasó.
Se suele decir que todo es mentira en este mundo.
(Ríe). Porque, además, puedo recordar algo y contarlo de determinada manera, y la persona que inspiró este libro al leerlo puede decir que no fue así.
Es tu verdad.
La memoria es bien arbitraria también.
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¿Por qué es importante la verdad en el arte?
Si algo es verdadero, la gente se identifica. La gente sabe cuando le estás vendiendo algo por vender o porque realmente te importa sacar esa historia. Para mí sí es importante ser real, en lo que sea que uno haga.
¿Cómo expresas tu verdad en la escritura?
Si en algún momento estoy contando una escena donde yo no quedo tan bien, la cuento igual. En mi novela anterior, en Si me dejas me mato, hay una escena donde mi personaje se hace pasar por una chica que chatea con su novio; eso pasó, yo lo hice por desesperada, porque tenía 15 años, porque quería saber si me estaba engañando. ¿Estoy orgullosa de eso? No. Pero lo cuento porque es mi verdad.
Ese libro es un despliegue de verdades.
Sí y este también.
¿Tienes miedo al error?
Sí. Sí. Pero las cosas hay que hacerlas igual. Sí, tengo miedo…
¿En qué tienes miedo a equivocarte?
Que pasen 10 años y ver este libro y sentir que lo pude haber contado mejor.
En el libro dices que hoy eres más racional que emocional. Pero si en el pasado hubieras sido más racional, tal vez no estarías con Jaime.
Es verdad. Yo tengo intuición y ese es otro tema. Las cosas que uno hace desde la absoluta intuición y sinceridad con uno mismo… por ahí va lo mío con Jaime.
O si fueras más racional, capaz no serías escritora, sino gerenta de un banco y esposa de un ingeniero de minas.
Puede ser (sonríe). Ahora, uno puede ser racional en unas áreas de la vida y emocional en otras. De repente en el amor soy más emocional y en la vida misma más racional. Pero no hay que tener miedo a las emociones que vienen cuando uno escribe.
AUTOFICHA:
-“Soy Silvia Núñez del Arco Vidal. Tengo 35 años, recién cumplidos. Los celebré tranquila en la casa, con Jaime y Zoe, un miércoles. La familia te vuelve racional, ser mamá. Cuando mi hija se queja, me toca ser racional. Zoe es la mezcla perfecta de los dos”.
-“En comportamiento, Zoe se parece a su papá, dice lo que piensa. Terminé el colegio e hice dos años de Psicología. Llevé dos años de Literatura en cursos del C.C. de la Católica, y después publiqué mi primer y segundo libros, y me fui a Miami”.
-“Y ahora estamos con Jaime en el proyecto de YouTube: él sale en cámara y yo le hago los videos. Controlo audio, luces; no soy una profesional, pero me gusta hacerlo. No me atrevo a escribir poesía. Con suerte, mi próximo libro saldrá en 2025".
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