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La suma de todos los miedos no es 'Eso'
El esperado y taquillero filme de terror del argentino Andrés Muschietti y basado en la obra de Stephen King es un filme que decepciona en varios de elementos y que recurre a recursos facilistas para causar miedo.
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La semana pasada se estrenó ‘Eso’, filme que bajo una efectiva campaña de publicidad lleva a la mente de muchos espectadores que el payaso conocido como 'Pennywise' es lo más atemorizante que se verá en las salas de cine. Y eso es lo que precisamente ocurrió el fin de semana pasado pues lideró la taquilla estadounidense. Sin embargo, ‘Eso’ es un filme más del género de terror que repite las fórmulas facilistas para generar miedo en los espectadores por sus inesperados efectos sonoros.
El filme es dirigido por el argentino Andrés Muschietti y narra la historia de un grupo de siete niños, miembros de ‘Club de los perdedores’ que son perseguidos y atemorizados no solo por los abusivos (y criminales) de su colegio sino también por un ser que adquiere la forma de sus peores miedos, como el payaso bailarín 'Pennywise'.
La premisa del filme es atractiva definitivamente porque considera la personificación de los miedos de los protagonistas. Y estos son precisamente miedos que podrían generar empatía con los espectadores. Muchos seguro recordarán tener pánico a una pintura antigua que siente que los observa, el miedo a entrar lugares oscuros y abandonados, el abuso de personas, un recuerdo del pasado que quiere ser olvidado, y especialmente, el pavor a los payasos.
Pese a este interesante planteamiento, su representación no es adecuadamente realizada en el filme, tanto en el fondo como en la forma. En lo referido al fondo, estos miedos se presentan rápidamente en la película sin que haya un antecedente sobre las razones del pánico a ciertos hechos. Se pierde en ello, un vínculo importante de simpatía con los personajes.
Y en lo referido a la forma, la representación de villanos, utilizando efectos especiales, es tan mala que los hacen parecer a personajes sacados de una película de Pixar o de Tim Burton. La mujer del cuadro parecía tan irreal que hasta daba risa lejos de miedo. Y el leproso, parecía ser uno de los peores extra de los ‘Caminantes’ de ‘The Walking Dead’.
Además, ‘Eso’ acude a recursos excesivamente utilizados en un género que está dejando de dar miedo. Por ejemplo, el retiro de la música como preludio a que ocurra algo, torna la aparición del elemento sorpresa en previsible. Y pese a que la aparición del villano (Pennywise, la mujer de la pintura, el leproso, etc.) debería asustar, ocasiona lo contrario. Ello lleva a que la película tenga que depender de sonidos fuertes para asustar al espectador y es lo único efectivo porque la representación de los monstruos es mala.
Un elemento que sí funciona en ‘Eso’, es la trama de abuso sexual de la cual es víctima Bev en su casa. Una escena efectiva es la primera aparición del padre (interpretado por Stephen Bogaert), quien intimida a la chica rebelde de Los Perdedores en varias oportunidades. Y que toma lugar en un departamento tan oscuro y aterrador como la casa abandonada de la calle Neilbolt, donde se refugia 'Eso'. Una muestra de que lo “real” asusta más que la fantasía y sin necesidad de efectos especiales.
En lo referido a 'Pennywise', la interpretación de Bill Skarsgard decepciona. A diferencia de la actuación del recordado Tim Curry, el factor de terror del nuevo payaso depende más del porte y aspecto físico. Pero en lo que se refiere a su voz y actitud malévola, falla. Un detalle que era diferente en Curry cuya voz y actitud matonesca eran lo atemorizante, recordado y destacado del telefilme de 1990.
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Hay varios detalles del 'Pennywise' de 2017, como su mirada, que hará recordar a muchos al Joker de Heather Ledger en ‘The Dark Knight’ (que a su vez está inspirado en el personaje de Malcolm McDowell en ‘A Clockwork Orange’). Y eso es todo lo que hay que destacar del payaso de ‘Eso’. En varios momentos, Pennywise no resulta ser nada atemorizador pero sí tan chistoso como Michel Keaton en ‘Beetlejuice’. Al verlo sacudirse en el piso, uno se pregunta si está viendo una película de terror o no.
Lo que sí funciona en ‘Eso’
En primer lugar, la historia de Los Perdedores, el grupo de 'lornas' y raros del colegio que valoran la amistad sobre todas las cosas, es lo más atractivo de la película aunque sus actuaciones son irregulares excepto en ciertos casos.
En primer lugar, la historia de Los Perdedores, el grupo de 'lornas' y raros del colegio que valoran la amistad sobre todas las cosas, es lo más atractivo de la película aunque sus actuaciones son irregulares excepto en ciertos casos.
Cabe mencionar que la amistad y lealtad de los amigos son elementos que Stephen King ha presentado efectivamente en varias de sus obras (muchos considerarán el libro ‘The Body’ que luego se adaptó a ‘Stand by me’). En cierto punto, uno quiere saber más de los niños que la historia de terror. Y además explorar más sobre la atracción del simpático Ben Hanscom a Beverly, la amistad de los niños y qué será de sus vidas después de los violentos incidentes.
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De todos ellos, destacamos la actuación del canadiense Finn Wolfhard como Richie Tozier, más conocido en su rol de Mike Wheeler en ‘Stranger Things’. Sus bromas y comentarios sarcásticos en ciertas escenas vuelven a la película más ligera y divertida de ver. Pero solo hasta cierto punto pues ya hasta él termina aburriendo.
Asimismo, resaltamos la interpretación de Sophia Lillis como Beverly, la chica cool de la pandilla. Es justo Bev quien además está en la escena mejor lograda del filme: cuando la sangre inunda y tiñe de rojo a la indefensa joven y solo es ella, y Los Perdedores, quienes pueden verlo. Muchos tendrán en mente una escena de ‘The Shining’ de Stanley Kubrick.
Asimismo, los detalles ambientados a finales de los años ochenta causarán nostalgia a quienes hayan vivido esa época. Un elemento que se aleja a lo planteado en el libro de Stephen King y a la miniserie, que toman lugar en los años sesenta. Las referencias a filmes como ‘Beetlejuice’ y el estreno de ‘Batman’ en junio de 1989 (ambos filmes del mejor Tim Burton), las máquinas de arcade con Street Fighter I, una de las películas de 'Pesadilla en Elm Street' y, por supuesto, los New Kids on the Block.
Pese a esos elementos positivos, ‘Eso’ no se salva. No resulta ser la suma de todos los miedos que plantea ni tampoco un filme que se mantendrá en el recuerdo de películas destacadas de terror, no al nivel de lo que fue la miniserie protagonizada por Tim Curry o el libro de Stephen King.
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