Cuando algún hincha o curioso nacional o extranjero habla del fútbol peruano, lo primero que menciona y recuerda no es la garra, la entrega ni el sudor, lo primero que dice (y exige) son las huachas, los sombreros, las paredes, el chocolate y el buen juego. Eso, para Zelmira Aguilar, autora del libro Entre gambetas y pasiones, tiene una sola explicación.
Para la escritora especialista en la influencia de la raza negra en el proceso de la independencia nacional, en la música, la comida y las costumbres peruanas en general, el estilo de juego quimboso que comparten Alianza Lima y la Selección Peruana nace —definitivamente— desde las venas y los pies del máximo ídolo blanquiazul, Alejandro Villanueva.
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¿Cómo se anima a escribir ‘Entre gambetas y pasiones’?
Yo trataba de comunicarme con la gente de Alianza para hacer un trabajo social con la barra brava hasta que conocí a Armando Leveau, el historiador, que me dijo: “¿Usted me estará llamando para hacer un libro del club?”… Yo he sido hija de futbolista y no quería que mi hijo juegue porque mi padre era muy mujeriego, le sacaba la vuelta a mi mamá y yo la veía sufrir. Pero cuando hablé con Leveau y le dije quién era mi padre, me empezó a entusiasmar, sobre todo, la vida de Alejandro Villanueva.
¿Cómo nace el fútbol peruano y Alianza Lima?
Llega en los pies de los marineros ingleses, entre 1879 y 1900, al Callao. Ahí comienza un fenómeno, donde (los europeos) bajaron de sus barcos a jugar con los chalacos. Al inicio, era un deporte de élite, pero luego de la revolución industrial, las fábricas de tejido del Rimac fundaron tres de los primeros equipos (Progreso, Inca y José Gálvez) porque los dueños querían fidelizar a sus trabajadores en medio de la explotación. Paralelamente, en el Centro de Lima, aparecía un grupo de chicos que entrenaba y jugaba en un establo (el Stud Alianza, en la finca de los Chacaltana, en el actual jirón Cotabambas).
Había clubes de empresarios y clubes de barrio...
Así es. (Los de barrio) eran un grupo muy lindo que después se desplazó hacia La Victoria. Luego, vamos a conocer a quien estoy tratando de reivindicar, un joven de 1.86 metros que vivía en el Rímac, en Malambo (avenida Francisco Pizarro). Un adolescente de 17 años mal alimentado, porque era pobre (su padre había muerto y él ayudaba a su madre trabajando como chofer) y, sin temor a equivocarme, con tuberculosis (su causa de muerte a los 35 años de edad).
¡Alejandro Villanueva! ¿Cuáles fueron sus orígenes?
Yo creo haber encontrado de qué etnia africana pudo haber llegado el abuelo, que –indudablemente– tiene que haber sido esclavo (por la época de nacimiento).
La bisabuela de mi abuela era una esclava-liberta de Sierra Leona...
¡Eso! Ahora (la mayoría de los negros) te dice “soy mestizo”, porque no quieren reconocerlo. A mí, por ejemplo, me enseñaron que yo no me podía casar con un negro, porque ¡eso estaba prohibidísimo! “Hay que mejorar la raza”, decían, ¿no?
‘Manguera’ se enfrenta a eso
Él se enfrenta a los blancos, al poder y eso es algo intrínseco, que lo debes traer en tu ADN. Él era un hombre que decidía quién jugaba en su equipo (aún no existía la figura del DT y el capitán convocaba), hasta que empiezan a ganar y ganar y viene el famoso problema: Alianza es desterrado del fútbol peruano ante la protesta contra la liga, que no los quería convocar (negros) para el Mundial porque, decían, ‘van a ir los uruguayos y los argentinos, que son blancos, y, si nosotros los llevamos, van a pensar que todos somos negros’. Sin embargo, Alejandro Villanueva es el que le da el toque y la gambeta a la Selección Peruana.
¿Alejandro Villanueva crea el estilo de juego peruano?
Sí, con toda seguridad, el estilo de juego peruano nace con él. Esa picardía es del negro y es importante reivindicar la imagen e importancia de Alejandro Villanueva en el Perú.
¿Y qué significa Alianza Lima para el fútbol peruano?
Alianza Lima te va a permitir entender lo valioso que somos los negros, no solamente en el fútbol, sino a lo largo de la historia no contada, como cuando San Martín, el Libertador, les dice a todos los esclavos del Perú: ‘Si no nos apoyan en la independencia, por gusto hemos cruzado los Andes’. A los afroperuanos y a los indígenas: ¡Hay que estar orgullosos de nuestros orígenes! Son cuatro los personajes principales que toco en mi libro.
Por ejemplo, Teófilo ‘Nene’ Cubillas…
¡Hay que estudiar! Teófilo, mientras jugaba, estudió y se graduó como administrador en la Universidad Nacional Federico Villarreal y, cuando uno de los de los dirigentes le dijo te voy a pagar “esto”, él le responde: “Un momentito. Yo soy un profesional y usted me paga ‘esto’”. ¡Eso es lo que hay que imitar! ¡Ese es el objetivo de este libro!
También habla de Jefferson Farfán
Él ha sido un excelente jugador, pero yo me voy a la madre, que es una típica mujer negra, matriarcal. Allí vas a ver cómo Jefferson Farfán la ama y cómo la defiende, porque —cuando se meten con su mamá— él dice: ‘Un momentito. Hasta ahí nada más’. Me emociona.
Para terminar, si pudiera resumir la importancia del negro y, especialmente, de Alejandro ‘Manguera’ Villanueva en la sociedad y el fútbol peruano en dos palabras, ¿cuáles serían?
Valor y valentía.
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