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Abdel Yuen, La Blanquirroja: “Hemos demostrado que somos de las mejores hinchadas a nivel selección”
Barra de la selección peruana de fútbol alista maletas para viajar a Uruguay, decisivo partido rumbo a Qatar. Perú21 entrevistó a Abdel Yuen.
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Le tocó llevar el murguero, un instrumento que es la unión de un bombo con un platillo; en el parche frontal dice La Blanquirroja, grabado con los colores de la bandera del Perú. Partió de Lima con rumbo a Moscú, y durante su estadía en el Mundial de Rusia 2018 lo llevó hasta por 32 horas en un viaje en tren hacia Ekaterimburgo, donde la selección jugó frente a Francia. Abdel Yuen dormía encima del murguero, casi abrazados, en esa aventura inolvidable que le regaló el deporte rey.
No intentó ser futbolista, pero sí músico, además de sonidista. Y es uno de los líderes de La Blanquirroja, que es parte de la hinchada de la selección peruana, aquella que fue elegida la mejor del mundo, aquella que alentó en el último partido por las Eliminatorias en el infierno de Barranquilla, donde Perú logró tres puntos claves, que hoy nos sitúan con todas las posibilidades de llegar al Mundial de Qatar. Antes hay dos escalas cruciales, la primera es este 24 de marzo en Montevideo, fecha que ha sufrido sorpresivos aumentos en el precio de las entradas para los peruanos y una reducción en el aforo. La barra quiere acompañar al equipo de todos y, para lograrlo, mañana organiza un concierto en la discoteca Cocos (Av. Arequipa 1530), con artistas como Hey Hey Camagüey y Mauricio Mesones, desde las 7 p.m. Lo recaudado servirá para costear el viaje a la decisiva fecha eliminatoria.
Tenía cuatro meses en su nuevo trabajo y Perú clasificó a Rusia. Técnicamente era imposible pedir un mes de vacaciones tan pronto. “Yo sé que así no te dé permiso, vas a ir”, le dijo su jefe antes de otorgarle la licencia. Abdel cruzó el Atlántico. ¿Lo volverá a hacer? “¡De todas maneras! Solo depende de nosotros”, dice soñando con su próxima travesía.
-¿Que haya subido los precios y reducido el aforo afecta a la hinchada peruana?
Es prácticamente un presupuesto nuevo. Y para algunos resulta inalcanzable. Nos ha preocupado bastante que, de la noche a la mañana, la federación uruguaya haya reaccionado de esa manera.
-¿Es solo una medida económica o hay una intención de afectar a los hinchas peruanos?
Creo que cincuenta, cincuenta. Saben que subiendo de esa manera la entrada, hará que algunos hinchas reales no puedan acceder. Termina siendo una manera de buscar disminuir las ganas y la cantidad de verdaderos hinchas que puedan estar en el partido.
-¿Uruguay le tiene miedo a la hinchada peruana?
(Ríe). Creo que hemos demostrado que somos de las mejores hinchadas a nivel selección; y sí, es curioso que con Venezuela las entradas hayan estado con un precio normal y, de pronto, suben ocho veces.
-¿Qué se experimenta al alentar a la selección fuera del Perú?
Pucha, una de las cosas que más me gustan es viajar por fútbol, tiene una mística diferente, la expectativa de ese día es especial, los preparativos para llegar. El viaje lo haces porque quieres que el equipo sienta el apoyo. Cantar el himno nacional.
-¿Y qué tanto influye la hinchada en un partido? ¿La barra peruana es más gravitante de visita o de local?
Influye en todos lados. Los partidos del mundial estaban reventando de peruanos, se sentía el apoyo, prácticamente como si estuvieras jugando en el Nacional. Quizás en el mundial nos faltó un poco más de experiencia; nosotros llegamos después de 36 años. Pero creo que los jugadores se sintieron recontra apoyados. O también sentir ese golpe de aliento después del gol en el último partido contra Ecuador fue... prácticamente sentía que estaba en el aire (ríe).
-¿Dirías que en Colombia la hinchada sumó, de alguna forma, para ganar esos tres puntos de oro?
Definitivamente. Son pocos los países en Sudamérica donde tú llegas y sientes un golpe de localía, donde la hinchada te golpea y sientes que estás fuera de tu lugar. Y en Barranquilla no hay la cultura de cantar todo el partido; por eso les sorprendió la barra de Perú, que tenía unas 400 a 500 personas pero hacía más bulla que todo el estadio. Los jugadores han sentido ese punche.
-¿Cómo ingresas a La Blanquirroja?
Por casualidades de la vida. Estoy desde 2011, donde había otra cultura. Soy músico y un amigo me llamó porque necesitaban músicos, percusionistas. Comencé tocando la tarolita. Recuerdo que mi primer partido fue un Perú - Jamaica, en Matute, un amistoso. Me gustó lo que vi: la gente saltando, cantando con bengalas; y dije: este es mi lugar.
-Para algunos, ser barrista puede ser una pérdida de tiempo. ¿Qué responderías a eso?
Puedes hacer lo que quieras en la vida. Y si lo haces con pasión, vas a llegar lejos. No esperé llegar a Asia para alentar a Perú; ni en mis sueños más locos hubiese creído que estaría ahí, viendo a Perú jugar contra Francia.
-¿Pero cuál es la satisfacción del barrista, qué gana? Muchas veces, o en la mayoría de los casos quizás, invierte su dinero en ir a los partidos, viajar. Porque no hay barristas asalariados, ¿no?
Todas son experiencias de vida, loco. Un barrista a veces ni siquiera ve el partido, un barrista está en la tribuna cantando y a veces está de espaldas a la cancha, a veces está tocando y de pronto te perdiste el gol. Solo ves el partido después, en un chifa comiendo con la gente abrazados. Y en esas repeticiones sientes el aliento, sientes que tú aportaste a eso y te aseguro que eso es satisfactorio, gratificante. Esas experiencias de vida no tienen precio.
-¿Cuándo sientes que has ganado al margen del resultado?
Cuando termina el partido y, sin importar el resultado, el jugador se acerca y te da las gracias. Eso paga todo el esfuerzo que has hecho, porque te das cuenta de que lo que hiciste sí impactó en él.
-¿Y cuándo se pierde?
Yo creo que no se pierde. Llega un punto en que vas y apoyas sin importar el resultado. No es un tema de resultados. No solo es la emoción de gritar el gol, es estar ahí.
AUTOFICHA:
- “Soy Abdel Aaron Yuen Borda. Mi primer apellido es chino, mis abuelos eran chinos, pero no conozco China. Tengo 33 años; por lo tanto, en Rusia fue la primera vez que vi a Perú en un mundial. Soy de Lima. Estudié Mantenimiento de Maquinarias Pesadas”.
- “Pero luego me dediqué a la música y al sonido en vivo, estudié Ingeniería de Sonido en Orson Welles. En La Blanquirroja estoy desde 2011. Ya perdí la cuenta de cuántas veces he visto a la selección, pero prácticamente fui a toda la eliminatoria de Markarián y Gareca en Lima”.
- “Trabajo en Cym Pro, una empresa que alquila equipo de sonido. Y también hago sonido en vivo por mi cuenta. A la vez, soy músico, soy vocalista, canto en un par de proyectos que tengo por ahí. Más que nada me interesa dejar un legado, llegar a inspirar a otras personas, haga lo que haga”.
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