En Caliente: Alegría por Piura y preocupación por el Perú

Fecha Actualización

09/11/2019 - 11:52

Este año la Federación Peruana de Fútbol (FPF) quiso emular a las grandes ligas del mundo realizando una copa que incentive a los clubes de distintas categorías a competir en el más alto nivel. El gran problema de esta propuesta es que no somos Argentina, Brasil y mucho menos países de Europa, que también le dan espacio a equipos de Segunda y Tercera a medirse con los de la División de honor.

La Copa Bicentenario reunió a equipos de la Liga 1 y Liga 2, y en este 2019 ya coronó a su primer campeón: nada menos que el Atlético Grau de Piura. En su centenario, el conjunto norteño hizo historia al ser el primer club peruano de Segunda División en clasificar a un torneo internacional. La gran final se desarrolló en el Estadio Miguel Grau del Callao (coincidencias de la vida), y la victoria fue por penales (4-3) ante el cuadro de Primera Sport Huancayo ¿Ahora cómo asumirá el reto de representar al Perú?

No hay duda de que toda una hinchada se siente orgullosa y aún no puede creer lo que ha vivido hace dos días. Ya cuentan las horas para alentar a sus jugadores en la Copa Sudamericana, la 'otra mitad de la gloria’. Pero también el temor de muchos se ha hecho realidad.

¿Si los más grandes del fútbol peruano hacen papelones en la Libertadores y Sudamericana, qué nos espera con la participación de un equipo de Segunda? Hace mucho que no hay una presentación digna en un torneo internacional. ¿O ya se olvidaron de los 'capiatazos’ y ‘cero puntos’? Por otro lado, la selección peruana parece un mundo aparte y no refleja la verdadera situación a nivel clubes.

Una vez más podríamos padecer por la irresponsabilidad de la FPF. Los dirigentes un día se fueron a dormir, fantasearon toda la noche con la quimera de que vivíamos en un contexto futbolístico de primera, organizado y con alta competencia en todas las categorías, sin precariedad ni jugadores impagos, y despertaron a la mañana siguiente con la gran idea de crear un campeonato que le regalaba al ganador un cupo directo a la Sudamericana. Qué lindo.

Atlético Grau podría convertirse en un nuevo Cienciano el próximo año. Podría ser ese oasis de esperanza y buen fútbol en medio de carencias, esa rareza impredecible y que escapa de los análisis posteriores. O podría confirmar el pésimo nivel en el que estamos sumergidos desde hace tantos y tantos años.

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