La segunda ronda de las Eliminatorias rumbo al próximo Mundial comenzará hoy para Perú y para Brasil, con un partido que premia con más que tres puntos y una eventual subida en la tabla de posiciones: este duelo promete sacar de la crisis a una de las dos selecciones.
Y es que, si miramos bien, tanto la blanquirroja como la verdeamarela, cada una a su manera, son víctimas de una crisis de juego, pero especialmente de resultados, donde —hace bastante tiempo— ninguno de los dos puede ganar dos duelos seguidos.
Vale recalcar que la canarinha lo logró en las primeras dos fechas de este torneo, precisamente ante Bolivia y Perú, pero desde entonces ya pasó más de un año sin repetir algo que era usual para el gigante sudamericano, que hoy vive su peor momento.
Mucho peor para la bicolor, que el triunfo contra Uruguay lo celebró como una clasificación por ser el primero en lo que va de este proceso, donde apenas suma 6 puntos de 27 posibles y es penúltimo. Sus últimos seis al hilo fueron ante Bolivia y Venezuela hace tres años.
Por ello, con dos victorias seguidas, o Jorge Fossati o Dorival Jr. podrán salir al frente y decir que superaron la crisis, al menos de resultado. ¿Y el que pierda? Pues comprobará su inconsistencia, en el caso de los brasileños, o se dará cuenta de que, lo de la fecha anterior, solo fue un oasis, en el caso de los peruanos.
Y del juego, mejor ni hablamos. Porque desde hace meses o años, dependiendo el caso, no vemos ni jogo bonito ni chocolate. Las dos selecciones más vistosas del continente se alejaron de sus raíces y hoy “se conforman” con sus sólidas defensas, sus balonazos y alguna suerte o chispazo.
El camino es largo, pero ni el uruguayo ni el brasileño están capacitados. En Perú, necesitan alguien respetado, recto, con buen gusto y tacto. En Brasil, alguien que revolucione con tácticas, pero que no se olvide de tirar tacos.
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