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Selección peruana: 5 errores ‘tradicionales’ que pudo superar el equipo de todos [ANÁLISIS]
‘Jugamos como nunca, perdimos como siempre’. La selección de Ricardo Gareca acaba de enterrar esa frase, esperemos, para siempre.
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Ricardo Gareca y su comando técnico han traslado un mensaje de compromiso con la selección. (AFP)
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Pizarro y Benavente luchan por ganar un puesto en la selección. (USI)
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JERARQUÍA: Perú ocupa el puesto 11 del Ránking FIFA. (AFP)
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Jefferson Farfán vive su mejor momento en el Lokomotiv de Moscú. (Instagram @jefferson_farfan_oficial)
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Arturo Vidal nos marcaría el último gol en los minutos finales (85') el 11 de octubre de 2016. (AFP)
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Perú ganó sus dos últimos amistosos, ampliando su racha a doce encuentro sin perder. (AFP)
Fecha Actualización
La selección peruana cumplió sus dos amistosos con cinco goles a favor y solo una en contra. Resultados auspiciosos pero, sobre todo, que confirman que los dirigidos por Ricardo Gareca vienen solucionando errores que nos acompañaron durante décadas. La realidad es distinta a hace años. Hoy por hoy los jugadores se disputan un lugan entre los convocados y los rivales ya comienzan a sospechar de hasta donde podemos llegar. Poco a poco, Perú se acostumbra a ganar.
Aquí una lista de los errores que nos acompañaron durante los últimos años que, felizmente, empezamos a olvidar.
GOLES TEMPRANEROS O A ÚLTIMA HORA
La selección peruana solo recibió tres goles en los últimos 10 minutos durante las Eliminatorias a Rusia 2018. El primer tanto de este tipo fue en la primera fecha, ante Colombia, cuando Cardona se escapó para marcar el 2-0 final a los 94 minutos. Contra Bolivia un error permitió que un tiro de esquina se convierta en gol a los 87’, aunque finalmente el TAS anuló ese partido. La última tragedia en el último periodo de un partido nos la otorgó Arturo Vidal que anotó a los 85’ el 2-1 final en Santiago.
Desde aquella fecha en octubre de 2016, la selección no ha vuelto a recibir un gol en el último tramo del partido, un dato no menor teniendo en cuenta que por muchos años esta fue una de las tragedias que nos solían acompañar.
La desatención en los primeros minutos también fue un problema atendido por Gareca. En la segunda fecha de las Clasificatorias, Vidal nos marcó a los 7’. En el encuentro de vuelta, un año después en Santiago, el mismo delantero anotaría a los 9’. Riveros de Paraguay, también marcaría en el siguiente partido a los 10’.
A partir de este encuentro de 2016 no volveríamos a sufrir un gol así.
INDISCIPLINA
En este punto tuvo que ver mucho la forma de trabajo de Ricardo Gareca. Jefferson Farfán se convirtió quizás en el símbolo del compromiso alcanzado por el entrenador con los jugadores, o no precisamente con él, sino, con la selección. Gareca supo transmitir el mensaje y el año y cinco meses que Farfán no fue convocado sirvió de ejemplo para los demás: nadie es imprescindible, pero todos pueden tener una segunda oportunidad.
Paolo Guerrero, el capitán de Perú, también se encargó de ser un modelo en el grupo. Atrás quedaron los días donde el hincha peruano temía con la misma intensidad un gol contrario o la posibilidad de que el delantero sea expulsado. ‘El depredador’ fue un líder fuera y dentro de la cancha y su última intervención en la dejadez de Christian Cueva en el inicio de temporada con su club, el Sao Paulo, demostró la jerarquía que mantiene dentro del grupo.
Es así que con estas dos figuras, Gareca y Guerrero, la selección pudo -por fin- dedicarse solo a trabajar.
FALTA DE JERARQUÍA
Hace diez años. la selección peruana ocupaba el puesto 75 del Ránking FIFA. ¿Quién en el mundo sería tan descabellado de si quiera jugar un amistoso con una selección que solo estaba por arriba de Bolivia? Los países que disputaban la Eliminatoria tenían, además, a Lima como una plaza segura para conseguir puntos y lo mismo ocurría con las visitas peruanas, que eran una oportunidad perfecta para que las demás selecciones amplíen su diferencia de goles. Eso se acabó. La clasificación de Perú al Mundial confirmó que la ‘bicolor’ puede mirar de igual a igual a cualquier selección sudamericana y que su nivel está por encima de varios equipos europeos.
Perú ocupa el puesto 11 del Ránking FIFA y lleva 12 partidos sin conocer la derrota. Quedó quinto en la clasificatoria más difícil del Mundo. Son números suficientes para que los rivales nos vean con ojos temerosos.
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SELECCIÓN, SEGUNDA OPCIÓN
Al acabar el partido contra Islandia un reportero preguntó a Renato Tapia cómo veía el retorno a su club, el Feyernoord luego de disputadas las dos fechas FIFA y a solo tres meses del inicio del Mundial. El volante respondió que no veía la hora en que llegue el torneo. La idea de jugar la competencia más importante de fútbol del mundo con los colores de la selección peruana es algo que los convocados han interiorizado.
El miércoles, el propio Iván Bulos se lamentaba en un sentido post sobre su lesión, la cual no le dejará pelear por un puesto por la selección. Horas antes, Cristian Benavente señalaba que esperaba estar entre los 23 que viajarán a Rusia. Desde afuera, Pizarro también ha mostrado su interés en venir.
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Hoy por hoy estar convocado es el mayor sueño de un jugador peruano, pero eso no solo se queda en el terreno del deseo. Gareca ha sido claro: ‘el que esté en un mejor momento en su club será llamado’. Ello ha llevado que cada jugador dispute cada fin de semana sus respectivas ligas con la mirada puesta en la bicolor, redoblando esfuerzos y cuidando su imagen.
DEPENDENCIA
A estas alturas resulta increíble pensar que Perú terminó las Eliminatorias y la clasificación a Rusia sin un apelativo que defina a las estrellas del equipo. Hace solo cuatro años se hablaba de los ‘Cuatro Fantásticos’ y cómo la falta de uno afectaba el funcionamiento total de la selección. Ahora el escenario es otro.
Ricardo Gareca logró crear un mecanismo para no tener nombres, sino, engranajes. Es por eso que a falta de Rodríguez o Zambrano, Santamaría o Araujo están a la orden. Si arriba falta Guerrero, Farfán y Ruidíaz pueden cumplir su labor y en el mediocampo la oferta es larga. Cada jugador tiene características propias (nadie va a discutir la importancia de Guerrero en el equipo) pero el entrenador ha aprendido jugar sin sus estrellas.
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