Sofía Mamani: “Kimberly García, Gladys Tejeda e Inés Melchor son una gran inspiración”

Wilma Arizapana es la madre de Sofía. Miguel Mamani, el padre, de 46 años. Los dos también son atletas y son sus entrenadores. Entrenan todos los días de la semana, de lunes a viernes en doble turno. Desde los 12 años, Sofía no tenía vacaciones, pero en 2021 las tomó, año que logró la medalla de oro en 5000 metros planos en el Campeonato Sudamericano U20 Lima 2021; y ahora, con 20 años, se alista para correr su primera maratón en pandemia. Correrá 10 kilómetros en la maratón Life Lima 42K, este 11 de setiembre, evento deportivo impulsado por Life y Adidas.

Aquella imagen es el retrato del día que Sofía no hizo la marca que necesitaba para llegar al mundial Sub 20. Se quedó por cinco segundos. Estaba triste, pero su madre le dijo que fue una buena carrera para sus entonces 19 años. La misma marca la había logrado Wilma pero a los 25 años. Su madre, próxima a cumplir 40, ya entrena para París 2024. “Llegar las dos a los Juegos Olímpicos sería increíble”, me dice Sofía desde su natal Puno.

Creo que no se puede separar la relación familia-deporte. El trabajo de un deportista continúa después del entrenamiento, y creo que es la parte más difícil. Pero a la vez soy bastante afortunada de tener a mis papás como mis entrenadores.

Sobre todo cuando estamos más cerca de la competencia.

Lo ha dejado por estos años, porque ella quería disfrutar de mi hermanita, de la hija menor pasar más tiempo con ella. Pero ahora quiere volver, por lo menos hacer una o dos maratones más. Ella ha ido a un mundial en maratón y también a los Juegos Olímpicos de Londres.

Tuvo la oportunidad de ir al mundial en cross-country en Japón. Él dejó su carrera deportiva terminando la universidad. Pero a mi mamá la he visto correr más; verla ganar una carrera a mi mamá a los 9 o 10 años marcó algo para tener ganas de dedicarme a este deporte profesionalmente.

Sí. Fue por una anécdota que pasé un año antes. Mis papás se fueron de viaje a una competencia y me dejaron con mi tía cerca de un mes. En ese tiempo hubo juegos escolares y participé y llegué primera en 600; en la siguiente etapa ya fue distrital y también llegué primera; y para la etapa regional ya llegaron mis papás y me dijeron que no, que cómo iba ir si no había entrenado. Prefirieron no mandarme. Me dijeron que tenía que prepararme si quería competir. Entonces, decidí dedicarme a eso, entrenar y prepararme bien. Al siguiente año quedé tercera en los 600 de los juegos escolares, lo que me impulsó para seguir trabajando.

Sí. Al año siguiente tuve una lesión que me paró por un año y luego empecé otra vez a correr, pero no lograba medallas. Terminaba llorando las competencias. Mis papás me decían que podía dedicarme a otras cosas. Me mandaron a academias de arte, danzas, matemáticas, me dijeron que tenía otras opciones. Pero yo insistía que quería dedicarme a esto.

Al momento de correr me siento libre, contenta. Cuando salía a correr en las mañanas, volvía a mi casa y me iba al colegio, y era como que lograba una muy buena versión de mí. Correr, estar en la pista, me libera.

Es disfrutar el proceso. El año pasado pasé por una experiencia en la que pensé: “Tengo que ganar, tengo que hacerlo bien, todos se están esforzando por mí”. Pero mis papás me decían: “Tranquila, no tienes por qué preocuparte, solo ve y disfruta”. Pero yo pensaba que no iba a esforzarme por gusto. Fue una presión. Y al final salió mucho mejor de lo esperado. En este mundo de preparación y de estar esforzándonos por un objetivo, siempre el logro será conseguir un podio.

Lo del Kimberly fue extraordinario; creo que de alguna manera nos ha hecho despertar a todos. Kimberly es una inspiración. Las tres son una gran inspiración, mujeres que te dicen: “tienes un sueño y puedes lograrlo”.

Sí. El año pasado yo quería un campamento en Arequipa para poder hacer la marca para el mundial y no se dio; fue algo un poco triste, decepcionante. No solo fue mi caso. Hay muy poco apoyo de la federación y del Estado hacia los deportistas.

No sé (risas). Quizás la decisión. Siempre quise dedicarme al atletismo y seguir la carrera de Administración. Y lo estoy haciendo. Es la pasión.

- “Soy Sofía Isabel Mamani Arizapana. Tengo 20 años. Nací en Puno. Acabé el colegio e ingresé a la Universidad Continental para estudiar Administración; también pensé en Nutrición o Arquitectura. Mi carrera también está enfocada en la gestión pública”.

- “He logrado la medalla de oro en los 5 mil metros en el Panamericano de Costa Rica. Después tengo el récord nacional en 5 mil, el récord nacional en 10 mil y el oro en Cali. También recuerdo el Sudamericano de Lima, mis papás estuvieron ahí, viajaron desde Puno”.

- “Después de la maratón tengo el Sudamericano en Brasil. He buscado otras carreras en calle y tengo que prepararme para Chile 2023, que será una gran competencia que requiere mucha preparación, donde estarán los mejores deportistas de América, se trata de los Panamericanos de Chile”.