Esteban Orellana Salas
Country Manager de Rankmi Perú.
La inteligencia artificial (IA) hoy en día ayuda a optimizar los procesos de selección de talento. Lo que antes tomaba semanas, o incluso meses, ahora se gestiona en menos de 2 días. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la tasa de subempleo entre jóvenes peruanos menores de 24 años alcanza el 58,1%, configurándose como un preocupante desafío por trabajar. Bajo esta premisa, ¿cómo los jóvenes pueden superar los filtros automatizados que dominan la etapa inicial de muchas contrataciones?
Lo primero es dejar ya en el pasado la época de los currículums que enviamos a “50 empresas”. Los currículums de cinco páginas no son efectivos; hoy son analizados con base en patrones y palabras clave que coincidan con los requisitos del puesto: términos como “liderazgo”, “trabajo en equipo” o “gestión de proyectos” tienen un peso significativo. Entonces, es vital personalizar el currículum para cada postulación y que esté alineado bajo palabras clave con base en el perfil buscado. Incluir y destacar las palabras adecuadas puede marcar la diferencia en la posibilidad de superar un primer filtro.
Aunque las competencias técnicas se evalúan con mayor precisión, la identificación de habilidades blandas sigue siendo un reto. Estas competencias, como la comunicación efectiva o el liderazgo, suelen ser valoradas más a fondo durante las entrevistas y pruebas psicométricas. Algunas empresas ya han comenzado a utilizar tecnología avanzada para analizar videos de entrevistas, midiendo aspectos como la fluidez verbal y la coherencia del discurso. Por eso, no basta con mencionar habilidades blandas en el currículum; es necesario demostrar cómo se han aplicado en situaciones reales. Es más estratégico detallar cómo se lideró un equipo para alcanzar un objetivo específico que simplemente afirmar que se poseen estas habilidades.
Otro de los aspectos por considerar es cómo las nuevas herramientas pueden ayudar a minimizar el sesgo. No se pueden realizar prejuicios relacionados con la edad, el género o el origen étnico, porque la IA se centra exclusivamente en habilidades y competencias. Sin embargo, es crucial que las empresas mantengan una conciencia activa sobre cómo se programan y utilizan estas herramientas. Un diseño ético de los procesos y la transparencia son esenciales para garantizar la equidad en la selección.
La implementación de tecnologías avanzadas ha permitido liberar tiempo valioso para los ejecutivos de reclutamiento, lo que facilita que se concentren en decisiones más estratégicas. Sin embargo, también ha creado un entorno en el que los candidatos deben ser más tácticos y estar mejor preparados.
Frente a este nuevo escenario, no solo basta con adaptarse a las nuevas tecnologías, sino también aprovecharlas a nuestro favor. En un contexto cada vez más competitivo, los jóvenes profesionales deben aprender cómo funcionan estas herramientas y optimizar sus oportunidades en un mercado que, aunque más automatizado, sigue valorando el potencial humano.