La seguridad, el costo y la rapidez son claves al enviar o recibir dinero desde el extranjero. Aunque en los pagos domésticos estos aspectos están más avanzados, los pagos internacionales siguen enfrentando varios retos, siendo las remesas una de las áreas con más potencial para mejorar en digitalización. De hecho, dos de cada tres usuarios de remesas, especialmente jóvenes, han tenido algún problema al realizar este tipo de transacciones.
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El "Informe Pagos Transfronterizos y Remesas" de Minsait Payments revela que los problemas más comunes están relacionados con la cantidad de intermediarios en la cadena (45%), los altos costos (43%), la lentitud del proceso (36%) y la falta de seguimiento del dinero (26%).
A pesar de que los pagos entre personas (P2P) y entre personas y negocios (P2B/B2P) representan solo el 3,5% del valor total de los pagos internacionales, juegan un papel importante en la vida diaria de muchas personas. En países del Caribe y América Latina, las remesas son clave para aumentar el consumo de los hogares, impulsar el crecimiento económico y reducir la pobreza, además de cerrar brechas entre economías desarrolladas y emergentes.
Con solo el 8% de la población mundial, América Latina recibe el 17% de las remesas globales, que suman 846.000 millones de dólares. Para países como Ecuador, Perú, Colombia y República Dominicana, las remesas son especialmente relevantes, con hasta el 67% de la población utilizando estos servicios.
Aunque solo el 20% de las personas usa servicios fintech para enviar o recibir remesas, su adopción está creciendo rápidamente: el 42% empezó a usarlas en el último año y el 15% ya las prefiere. Sin embargo, la mitad de la población bancarizada sigue utilizando servicios tradicionales como Western Union o MoneyGram. Estas compañías, con millones de usuarios en más de 200 países, están comenzando a competir con fintechs como Wise, Remitly o WorldRemit, que están ganando popularidad.
Para abordar los desafíos de los pagos internacionales, organizaciones como el G-20, el Banco de Pagos Internacionales y el Consejo de Estabilidad Financiera están desarrollando soluciones para mejorar en costo, rapidez, acceso y transparencia. El informe de Minsait Payments también destaca que el contexto geopolítico actual está favoreciendo la creación de sistemas de pagos más coordinados, tanto a nivel global como regional.
La necesidad de soluciones más claras y seguras
En un mundo cada vez más conectado, los pagos internacionales son esenciales para el comercio global, las cadenas de suministro y las transferencias entre personas. Con un volumen de 190 billones de dólares en 2023 y una proyección de 250 billones para 2027, es urgente crear soluciones más eficientes y seguras.
El sector financiero y las instituciones son conscientes de los problemas actuales, pero también de las grandes oportunidades que conlleva mejorarlos. Aunque no existe una solución clara para los próximos 10 años, el 35% de los expertos cree que se combinarán las soluciones actuales, y un 17% prevé que los sistemas nacionales estarán interconectados, lo que facilitará las transacciones internacionales.