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“En el segmento hogar vamos a llegar a 1.8 millones de conexiones de gas”
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Con una inversión de alrededor de US$1,800 millones, Cálidda, la empresa concesionaria de la distribución de gas en Lima y Callao, ha tendido 17,000 kilómetros de redes y se alista a tender otras 3,500. Martín Mejía, director general de la entidad, detalla a Perú21 los logros de la operación y los planes que tiene.
Empezaron hace 19 años con la tarea de ayudar a masificar el gas natural que viene de Camisea hacia las familias priorizando primero a las más necesitadas o vulnerables. ¿Cuál ha sido el avance?
Hemos avanzado bastante. Tenemos más de 1.7 millones de viviendas conectadas. Eso lo hemos logrado hace unas semanas. Esto es un hito importante para nosotros. Si contamos todo lo que tenemos en comercios, industrias, generadoras y transporte conectados, podemos decir que tenemos más de 1'730,000 usuarios conectados al sistema de distribución. Hacia fin de año, en el segmento hogar, vamos a llegar a 1.8 millones, que es lo que queremos alcanzar este 2023.
¿Ya están en los distritos más populosos?
Sí. Te puedo hablar, por ejemplo, de San Juan de Lurigancho, que, prácticamente, tiene cubierto al 95% de redes, en todo el distrito. Así como este, tenemos a Carabayllo, Villa El Salvador, Ate, San Juan de Miraflores. También, podría hablar de San Miguel, que fue el primero al que entramos, y Magdalena, que son distritos que tienen copado al 100% las redes de gas natural. Ya tenemos más de 17,000 kilómetros de redes y podemos decir, hoy día, que para terminar la tarea en Lima y Callao nos faltan (tender) unos 3,500 kilómetros en redes.
¿Hay familias que, habiendo conexión en su distrito, podrían no tener el servicio?
Sí, cuando empezamos, la penetración de las redes era, aproximadamente, el 50%; es decir, si había 10 casas alrededor de la tubería, cinco se llegaban a conectar inmediatamente y las otras cinco esperaban para tomar la decisión. Hoy, ese ratio es siete de cada 10. Nos faltan tres de esas viviendas. Esas familias siempre pueden recurrir a conectarse. Nuestro trabajo es tender la red en la calle, pinchar esa red y llevarla hasta la puerta de la casa y, para la conexión interna, existen más de 300 empresas habilitadas por Osinergmin que hacen esa instalación. Inclusive, pueden llamar al 614-9000, que es el Aló Cálidda, y ahí les podemos brindar instrucciones para conectarse si es que todavía no lo están.
¿Se puede medir cuánto es el ahorro?
Para darte una idea, cuando uno cambia su balón de GLP de la vivienda por una tubería de gas natural dentro de la casa, se está ahorrando aproximadamente entre S/30 y S/40 dependiendo de a cuánto compre un balón. Por cada balón que puede costar entre S/50 y S/60, una familia puede pagar S/20 en gas natural. Si a eso le sumas una terma que consume mucho más energía y la conviertes a gas natural, el ahorro puede llegar a los S/100. Además, existen otros artefactos que puedes usarlos con gas natural para ahorrarte más energía eléctrica o GLP.
Esto también podría aplicarse para los negocios…
Sí, por ejemplo, tenemos más de 18.000 comercios conectados al sistema de distribución. Cada vez que tendemos una red por una cuadra y hay un restaurante, este se conecta inmediatamente, porque el ahorro es muy importante. Por ejemplo, un restaurante puede consumir en GLP, aproximadamente, S/1,500 y si se conecta va a gastar S/500, entonces tiene S/1,000 de ahorro que para un negocio es muy valioso.
¿Cuánta inversión les ha demandado la instalación de todos los ductos?
Más o menos US$1,800 millones es lo que hemos invertido a la fecha y seguimos invirtiendo. En los últimos 10 años, hemos invertido más del 70% de ese monto, que nos ha permitido desplegar todo el programa de construcción de redes en las calles. También, hubo algunos cambios regulatorios que ayudaron a que eso suceda.
Cálidda tiene contrato hasta 2033. ¿Ese plazo es suficiente para llegar al resto de viviendas que faltan?
Deberíamos terminar. Estamos preparando todos los estudios para llegar al norte chico, como Chancay, Huacho, Huaral, que no cuentan con el servicio de gas natural y están dentro de nuestra zona de concesión. Vamos a llegar a estas a partir de 2026. Ahorita estamos con todos los estudios ambientales y técnicos para construir las redes. Después de eso, nos faltan los distritos A y B, en los que tenemos muy poca penetración. Si bien tenemos redes desde hace algunos años en 42 distritos, todavía nos falta una parte importante de penetración en San Borja, San Isidro, Miraflores, La Molina. El año pasado hicimos Lince; en La Victoria estamos terminando ahora; en Jesús María nos falta una parte también. Surco también es otro de los distritos que nos falta. Estos son los distritos que finalmente vamos a terminar haciendo en los próximos años.
¿Con eso acabarían?
Adicionalmente, estamos trabajando en una propuesta con Osinergmin para llevar gas a las familias que viven en los cerros. Hoy, por restricciones técnicas, no podemos construir redes en los cerros. Sin embargo, estamos viendo la parte técnica, coordinando con el regulador para aprobar un procedimiento que ayude llevar el gas, de repente no al 100% de las viviendas, pero a algunas de ellas para que puedan tener gas.
¿Cuál es el impedimento para llegar a los cerros?
El trabajo es mucho más complejo, puesto que todo tiene que ser manual. En estas zonas, por ejemplo, no puede entrar una maquinaria, no puede entrar una mezcladora de cemento, tener un martillo, no puedes tener una excavadora porque no hay espacio. Construir debajo de las escaleras de los cerros va a ser complejo, pero ahí es donde debemos tender las redes. Por ello, estamos con todos los estudios técnicos, de sísmica y de riesgos para tener un procedimiento con Osinergmin y llegar esa zona en los próximos años.
¿Cuántas familias podría haber en estas zonas?
Se estima que, en Lima, hay más o menos 350,000 viviendas en los cerros. Si lo multiplicamos por cuatro, estamos hablando de más o menos un 1.4 millones de peruanos que viven en esa zona. Ojalá que hacia fin de año podamos hacer un piloto con Osinergmin en uno de los distritos donde tenemos esta situación para llevarles gas.
Respecto al gas natural vehicular, ¿cuál es la penetración que han alcanzado?
Se estima que en Lima hay, aproximadamente, 1.6 millones de vehículos livianos y más de 80,000 vehículos pesados tanto de pasajeros como de carga. Hoy podemos decir que tenemos, aproximadamente, 260 mil vehículos livianos que consumen gas natural. Sobre el resto, hay 400,000 con GLP y los demás consumiendo gasolina y diésel. En el caso de los vehículos pesados, hasta el año pasado teníamos 6,000 y, este año, estamos metiendo más de 1,000. Hemos avanzado, pero la tarea para transformar el sector vehicular es titánica, y es uno de los segmentos que queremos trabajar mucho.
¿Por qué?
Hace mucho sentido que los vehículos utilicen gas natural porque hoy importamos la mayoría de combustibles que utilizamos y eso tiene un sobrecosto para el país y nos hace menos competitivos. Hoy un transportista se puede ahorrar una cantidad importante de dinero al mes y a la vez disminuir las emisiones de CO2 y de material particulado (contaminación por partículas), que es una de las causas de las enfermedades respiratorias que tenemos en Lima y Callao. El parque vehicular que tenemos, en su mayoría diésel, hace que seamos una de las ciudades más contaminadas.
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