Por Isaac Nontol, Asociado de Inversiones de Prima AFP
La minería es la industria a través de la cual el Perú más puede contribuir a la transición energética global. Hoy, nuestra principal carta de presentación es el cobre, ya que nosotros somos el tercer productor en el mundo de un metal clave para el desarrollo de la electromovilidad. No obstante, el ‘oro rojo’ no es el único metal con el que nuestro país podría aportar a la transformación de la matriz energética global.
Este otro metal, catalogado por muchos como ‘oro blanco’, es el litio, esencial para la producción de baterías de iones de litio, que forman parte integral de los vehículos eléctricos, los sistemas de almacenamiento de energías renovables y diversos dispositivos electrónicos. Sin lugar a dudas, el cambio hacia las tecnologías verdes ha provocado un aumento en la demanda de estas baterías, lo que convierte al litio en un mineral estratégico en el mercado mundial.
Si bien hoy no existen reservas probadas o probables de dicho mineral, sí existen dos proyectos de exploración de litio en el distrito de Corani, Puno. Según la cartera de proyectos de exploración minera del Ministerio de Energía y Minas (Minem), estos dos proyectos (Falchani y Quelcaya) son encabezados por la canadiense American Lithium a través de su subsidiaria peruana Macusani Yellowcake. La compañía estima que Falchani es el quinto proyecto de litio en roca dura más grande del mundo, con recursos medidos e indicados de 5.5 millones de toneladas de LCE (carbonato de litio equivalente, por sus siglas en inglés), pero con apenas 30% de área explorada. A ello se suma Quelcaya, ubicado a 5 km, con algunos indicios de ser un nuevo yacimiento.
Pese al desarrollo previamente mencionado, el Perú se encuentra rezagado frente a varios países de la región. Chile, Argentina y Bolivia no solo tienen exploraciones en curso, sino que ya son productores de litio. Incluso, los dos primeros explican casi la mitad de las reservas globales, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Los esfuerzos del Minem por promover la ventanilla única digital agilizarían los permisos de exploración y desarrollo de los proyectos en cartera, pero la producción podría tomar varios años. El principal proyecto, Falchani, se encuentra a la espera de la evaluación de su EIA-sd (evaluación de impacto ambiental semidetallado), mientras que Quelcaya está aún en etapa de autorización para la exploración, en la que su DIA (declaración de impacto ambiental) fue presentada en mayo del año pasado.
Sin lugar a dudas, el negocio de exploración minera conlleva muchos riesgos. Sin embargo, si se materializan los estudios geológicos mencionados, ello podría posicionar a nuestro país como un proveedor esencial de un recurso clave para el mundo. El mercado del litio ofrecería al Perú una gran oportunidad para diversificar su economía y contribuir al desarrollo sostenible.