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Los pescadores y los armadores esperan salvavidas de Produce
Situación de 18 mil familias depende de que se abra la segunda temporada antes de que llegue El Niño.
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Más de seis meses sin ingresos, el despido del 95% del personal, la caída en la recaudación municipal en 80%, el refinanciamiento de deudas, el deterioro del 6.44% de la cartera de créditos de una caja municipal, la suspensión en atención a Essalud de personas con tratamiento médico, la suspensión de aportes para la jubilación, 18 mil familias afectadas, US$1,400 millones que se dejaron de exportar es el saldo que dejó la suspensión de la primera temporada de pesca de anchoveta por la presencia de juveniles.
Aunque la veda en la pesca industrial era justificada para evitar la depredación del recurso, ni el Ministerio de la Producción (Produce) ni el resto de autoridades han tenido claro el impacto negativo que esto genera en el sector.
En junio pasado, en declaraciones a RPP, el exministro de la Producción Raúl Pérez-Reyes sostuvo que la suspensión de la primera temporada no debería tener un impacto en los comedores populares y las familias porque hay otras especies. Pero dijo que sí tendría impacto en las exportaciones de harina de pescado y entre 180 mil y 200 mil empleos directos e indirectos y que harían algo al respecto, cosa que no ha sucedido.
Franklin Gonzales, secretario general del Sindicato Único de Nuevas Embarcaciones del Perú (SUPNEP), quien representa a los pescadores, cuenta a Perú21 que, debido a la falta de actividad, las empresas dueñas de las embarcaciones no han realizado los respectivos aportes a Essalud, con lo cual la hija de uno de los agremiados ha dejado de recibir la medicina que requiere para sobrevivir.
Asimismo, indica que, en el ámbito previsional, el Régimen Especial de Seguridad Social para los Trabajadores y Pensionistas Pesqueros precisa que el trabajador pesquero debe contar con 25 años de trabajo en la pesca y cada año haber aportado como mínimo durante 15 semanas, con lo cual, al no tener ingresos, este año estaría perdido.
ARMADORES
Los armadores están compuestos sobre todo por pequeñas y medianas empresas propietarias de las embarcaciones. Tanto Elizabeth Palma como Víctor Orozco, propietarios de embarcaciones de madera cuyas empresas son familiares, comentan que han tenido que tomar deudas para compensar la falta de ingresos y, al no poder pagarlas a tiempo, han tenido que refinanciarlas con las cajas municipales.
Joel Siancas, presidente de la Caja Sullana, detalla a este diario que la entidad tiene una cartera de créditos con el sector de S/13.28 millones y el 6.44% de la cartera tiene un alto riesgo de incumplimiento de pago. No obstante, este está bajo control, porque la caja ha incorporado una serie de estrategias, como el seguro multirriesgo.
Orozco, quien también es regidor de la Municipalidad Distrital de Santa Rosa, en la provincia de Chiclayo, comunidad en que la pesca es la principal actividad, sostiene que la comuna ha reducido sus ingresos por arbitrios y otros impuestos en 80%.
LA OPORTUNIDAD
Según Comex, de acuerdo a los estudios, las mediciones de maduración muestran que, en zonas como Pisco, la anchoveta ha terminado el desove (fase de reproducción) y, en el norte, el decline del desove ha iniciado y los especímenes cuentan con un tamaño de 12 centímetros, valor a partir del cual la pesca está permitida.
Con ello, urge que Produce active la segunda temporada de pesca antes de la llegada de ondas Kelvin, que se alerta entre noviembre o diciembre, y que esta autorización sea en vano y empeore más la situación de estas familias.
DATO
La segunda temporada de pesca representa solo el 40% de la captura de anchoveta de todo el año, según Macroconsult.
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