En 2011, Perú y Japón suscribieron un acuerdo de asociación económica, pero al cual falta sacarle más provecho. El nuevo presidente del Consejo Empresarial Peruano Japonés (Cepeja), Martín Pérez, nos explica cómo obtener más ventajas.
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Japón es el segundo socio comercial de Perú en Asia. ¿Cómo podemos aprovechar eso?
Creo que podemos atraer más la inversión japonesa, como en general, extranjera directa. Pero hay que reconocer que tenemos complejidades como país, como la inseguridad, el tema de excesiva burocracia. También hay que rescatar que el Perú en los últimos 23 años apenas ha tenido 7% de devaluación de la moneda. Chile, en ese mismo periodo, ha tenido 69% de devaluación.
¿De qué manera nos beneficia esa estabilidad monetaria ante los japoneses?
Que la moneda donde tú inviertas sea estable tiene mucho sentido para el inversionista porque, en el caso del inversionista japonés, trae sus yenes y los cambia a la moneda local. El Perú tiene esta característica que lo hace atractivo. Además, hemos tenido una de las inflaciones más bajas de América Latina, y quizás del mundo, durante un largo tiempo. Tenemos un nivel de reservas buenísimo, un nivel de deuda bajísimo. Son cosas que les gustan a los inversionistas.
¿Perú es uno de los países más atractivos para Japón en la región?
Yo diría que Japón ve con mucho interés poder ampliar sus inversiones en Perú. De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón, hay 72 empresas japonesas que invierten en Perú; de esas, el 42% tiene interés en expandir sus inversiones en el país. Creo que tenemos que preocuparnos de cómo hacer que tengamos un ambiente más favorable para la inversión y, por supuesto, la inversión japonesa también va a venir. Tenemos un Tratado de Libre Comercio (TLC) al que hay que sacarle más provecho. Japón necesita abastecerse de materias críticas para el desarrollo de su industria y la minería es perfecta para eso, porque ellos quieren asegurarse con el cobre, que va a ser un mineral que va a experimentar una alta demanda: se podría triplicar o cuadriplicar. Hay incluso quienes dicen que podría crecer 20 veces. Nosotros somos el segundo país del mundo con mayor producción de cobre, ahí tenemos una ventaja.
¿Qué otros sectores generan interés?
A Japón le encanta el tema de los procesos de descarbonización de la minería, les gusta la energía, les gusta la infraestructura. ¿Nosotros qué necesitamos? Estar en Japón y ayudar a que nuestros exportadores agrícolas puedan tener más facilidades, y que fluyan con mayor potencia nuestras exportaciones de arándanos, de uvas, de paltas. Hay que trabajar en abrir todos los países y, sin excepción, también Japón, para que nuestras exportaciones puedan llegar más fácilmente.
Además del 42% de empresas que quieren expandir sus inversiones en Perú, ¿también habría nuevas inversiones?
La inversión importante está en Perú hoy día y eso nos da una ventaja, porque conocen el país y podrían inclinarse rápidamente a desarrollar nuevas inversiones. Si una empresa no está en el país, está en países vecinos, como Chile, Argentina, Colombia, y nos miran permanentemente. Es interesante que el Perú sea más atractivo, porque somos un país bendecido: diferentes climas, contamos con minerales. Entonces, tenemos que convencer a los inversionistas japoneses de que, en vez de ir a otras economías vecinas, vengan acá, pero tenemos que dar estos marcos normativos que sean competitivos; no tienen que ser los mejores, tienen que ser competitivos.
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¿La llegada del Puerto de Chancay también beneficiará nuestra relación con Japón?
Sin duda. Nosotros hablamos con varios inversionistas y nos decían que Chancay es una excelente noticia para el Perú y para el comercio. Todo el mundo va a usar y se van a beneficiar de estas mejores condiciones que nos va a dar Chancay.
¿Cómo sacar ventaja de eso?
En realidad, el puerto nos va a ayudar a ser más eficientes en la exportación e importación. Se van a reducir los días del tránsito de Perú hacia la zona de Asia. Además, el Perú tiene que aprovechar el Tratado de Libre Comercio que tiene con Estados Unidos, que nos permite que, si tuviéramos una zona franca, que es algo que está en discusión hoy día, podrían venir inversionistas japoneses, hacer algún tipo de transformación a algún producto y, utilizando este acuerdo comercial con el país del norte, exportar ahí en muy buenas condiciones.
¿En qué otro sector puede el Perú aprovechar la relación con Japón?
Hemos conversado para ver la posibilidad de que alguna aerolínea japonesa pueda venir al Perú o a algún punto intermediario y luego a Lima. Hoy, llegan a Ciudad de México, Houston, Los Ángeles, Nueva York, y de ahí las personas toman otra aerolínea para llegar al país. Promperú puede promover el turismo de Perú en Japón. Así podrían llegar de 40,000 a 80,000 turistas de ese país al nuestro, y son turistas que tienen un nivel de gasto superior a la media.
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