“Por eso pueden ser colocados en cualquier parte del envase, no necesariamente en su cara frontal, tener tamaños inadecuados o simplemente no colocarse, incumpliendo la legislación. Esto induce al error para el consumidor y cuando quiere reclamar, siempre se culpará al bodeguero, almacenero, a la persona que coloca las etiquetas, etc.”, puntualizó.