"Siempre hay un prejuicio anticipado contra el cine nacional. Existe una mentalidad pesimista de la gente porque cree que las películas peruanas es ver temas sociales, terrorismo, o porque simplemente son aburridas, con lo que no estoy de acuerdo. No es culpa del distribuidor que saque de la cartelera alguna cinta peruana porque hay pocos espectadores. Se debe reconquistar al público y acostumbrarlos a ver nuestro cine. Quizás deban haber ciclos gratuitos de películas en los colegios. En mi caso, estuvimos tres semanas en cartelera y llegamos casi a los 30 mil espectadores. Económicamente estamos tranquilos porque recuperamos nuestra inversión", precisó.