No obstante, la entrada de Jin en el centro militar situado en Yeocheon, 60 kilómetros al norte de Seúl, estuvo desprovista de cualquier emotividad o gesto de despedida. Tanto el artista como la agencia que representa a la banda habían pedido encarecidamente a los seguidores de BTS que no acudieran a despedir a su ídolo.