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Conoce cómo eran las fiestas exclusivas y llena de excesos de Carrie Fischer
La vida de Carrie Fisher poco tiene que ver con la de la aguerrida princesa Leia, que la llevó a la fama. Las drogas y alcohol fueron protagonistas en buena parte de la vida de esta actriz
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Carrie Fisher, reconocida por interpretar a Leia Organa en la saga de películas Star Wars, revolucionó la imagen de la heroína moderna, pero a diferencia de la aguerrida princesa a la que interpretó, su vida tuvo otros protagonistas que la llevaron al lado oscuro: las drogas y el alcohol.
A comparación de otras celebridades de Hollywood, ella nunca negó esta etapa de su existencia; por el contrario, la dio a conocer en cuanta entrevista otorgaba y relató en sus autobiografías.
Tomando en cuenta esta etapa, la escritora y periodista Sheila Weller publicará en noviembre de este año el libro “Carrie Fisher: A Life on the Edge”, en la cual dará a conocer pasajes de su vida que quizás pocos conocían y todo lo referente a las exclusivas e infames fiestas que organizaba.
El portal Entertainment Weekly publicó un extracto de lo escribió la autora en la obra que se basará desde la llegada de Ficher a Hollywood hasta su muerte prematura, a los 60 años, después de la Navidad de 2016.
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CASAS PARA EXCLUSIVAS FIESTAS
“Con dinero ahora de Star Wars, Carrie quería un puesto avanzado en su ciudad natal, por lo que compró una casa al lado de la cabaña de troncos de su amiga Teri Garr en Laurel Canyon. Era una casa pequeña y Carrie la decoró felizmente […]. Cuando ella y Paul [Simon] estaban en Los Ángeles, ella daba fiestas allí, donde un cocinero gourmet estaba en el local, enseñando a todos cocina. Se suponía que el chef contratado ‘debía darnos lecciones’, recordó Garr, ‘y todos lo veíamos cocinar y tratar de aprender, pero sobre todo bebíamos mucho vino’”, escribió.
En otro momento de la obra se menciona que la princesa Leia alquiló la casa de Laurel Canyon y compró una vivienda en Oak Pass en Benedict Canyon, en la que organizaba grandes fiestas, como era su costumbre y lo realizó por muchos años.
Incluso Nina Jacobson, ahora una de las principales productoras de Hollywood, contó una vez a un periodista que cuando ella y su novio Jen asistieron a una de las reuniones, no sabían qué estaban haciendo allí porque no eran famosos. Según su propia estimación, el 85% eran personas muy conocidas en Hollywood. Y aunque estas fiestas nocturnas eran por placer, también se llegaban a establecer contactos.
“No existía una fiesta más exclusiva, llena de listas ‘A’ y en demanda en Hollywood, o en cualquier otro lugar, que las fiestas Carrie-Penny”, señala en su obra Sheila Weller.
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ATENCIONES CON ELIZABETH TAYLOR
En uno de los extractos de la obra se menciona que la actriz, al haber hecho las paces con Elizabeth Taylor, quien se escapó con su padre Eddie Fisher cuando ella era niña, le daba muchas atenciones cuando iba a sus eventos exclusivos.
“Elizabeth estaba hablando con las manos y notó que todos miraban su enorme anillo de Richard Burton, el que casi se le subió a los nudillos. Entonces, en un gesto llamativo a todos los curiosos, se metió el dedo en la boca y se lo quitó teatralmente con los dientes”, escribió.
Un invitado a sus reuniones recuerda la vez que Carrie hizo una llamada para celebrar que su madre, la actriz Debbie Reynolds, seguía de pie pese a todo lo que había vivido, entre ellos el abandono de su esposo hace muchos años.
“En otra ocasión, Carrie telefoneó a un amigo antes de la fiesta y dijo: ‘Tienes que venir, Elizabeth viene en su silla de ruedas y Eddie [Fisher] también en su silla de ruedas; y Debbie [su madre] ‘¡sin silla de ruedas! Dulce justicia. ¡Debbie Reynolds, la reina del mundo, sigue en pie!”, mencionó en su obra.
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