Fue condenado a cadena perpetua. En prisión se convirtió en evangélico y realizó cursos para ser abogado. En abril de 2008, más de dos décadas después de ser condenado, se le dio libertad condicional gracias a la ley 2x1, siendo trasladado al Instituto Correccional Abierto de General Pico La Pampa, luego que se le revocara la prisión domiciliaria que cumplía en Buenos Aires, por haber violado las condiciones de la misma, estando allí.