"Ningún hombre que pega a una mujer está emocionalmente bien. De pronto, él se transformó y se volvió loco. Hice un comentario y se molestó conmigo. Se dio cuando veníamos de un carro en el sur, y él me iba pegando. No me imaginaba qué podía hacer. Él soltaba el timón y me decía: ¿Tienes miedo de morirte?".