El hombre peruano (¿o latinoamericano?) muchas veces cae en el cliché. El fútbol, la cerveza, la torpeza en el manejo de las emociones. Preciso como un reloj, pero cuadrado y limitante. Lo que se espera de la actitud de un hombre puede llegar a asfixiar tanto a varones como a mujeres. Y finalmente, la conformidad cría a la mediocridad.
Carlos Carlín escribe el libro 'Rudo' (Grijalbo), una reflexión sobre momentos particulares en su vida, aquellos que lo marcaron en lo referente a su masculinidad y su relación con la figura ‘macho’ del hombre. Al mismo tiempo, el libro trae anécdotas, cartas y un guion de teatro: su unipersonal (escrito por Ítalo Cordano), donde habla acerca de experiencias, dudas y debilidades.
Además, relata sus ambiciones escénicas desde temprana edad, viendo el mundo de las tablas como un proyecto constante en su vida.
Carlín brinca de un momento de su vida a otro enfatizando algunos pasajes. Escribe sus pensamientos, sus reflexiones y memorias en base a distintas expectativas. Es más un flujo de conciencia que una narrativa. Relaciona eventos particulares con lo que se espera de los hombres; por ejemplo, su pobre destreza en el fútbol.
Cualquier reacción inesperada de niño hacía que los adultos lo insultaran y minimizaran.
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¿Es justo que se valide la figura de un hombre o una mujer basado en algo tan mínimo como lo son sus gustos o hobbies? ¿Que a un hombre no le gusten los deportes, prefiera leer o enfocarse en las artes lo hacen menos? ¿Que a una mujer no le guste pintarse significa que ella es menos?
Precisamente, al final del libro se reflexiona acerca de los límites que ponemos a los hombres y mujeres: “En el Perú, el MACHISMO (así lo escribe, en mayúsculas) es una enfermedad social que aplasta, minimiza, reduce y mata a las mujeres. A los hombres nos embrutece, nos transforma, nos obliga a anular nuestra sensibilidad”.
No solo mata de manera física, sino también llega de diluir cualquier elemento de individualidad.
PADRE E HIJO
En el libro también destaca la relación con su padre, quien falleció siendo Carlos bastante joven. Comparte cartas imaginarias que habría mantenido con él, extrañando su figura.
Escarba también en sus travesuras infantiles. De niño, le gustaba esconderse debajo de la mesa de madera de su casa y escuchar en secreto a los adultos. Era el mejor amigo de sus hermanos y siempre se inmiscuía en el mundo del teatro, recreando escenarios de fantasía en sus horas de juego.
Comenta acerca de su adolescencia en un colegio religioso —San Luis— de hombres, y cómo llegó a cuestionar, desde joven, la sumisión, la culpa y la obediencia. Nunca le gustó la uniformidad que se exigía de él, desde su conducta hasta su ropa, siempre buscaba la improvisación y el color.
'Rudo' ya está en todas las librerías. En el libro encontraremos a un Carlos Carlín en su intimidad.
DATOS
- Carlos Carlín vivió por un tiempo en Madrid, España, tras el éxito de 'Pataclaun'.
- Trabajó en la producción de la película 'Reportaje a la muerte', donde participó Diego Bertie en el elenco.
- Llegó a la popularidad gracias a la telenovela 'Los de arriba y los de abajo', uno de sus primeros proyectos.
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