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Xuxa, la cantante y animadora brasileña que causó furor en la televisión de los años 90
Xuxa hizo historia en la televisión brasileña y luego lo hizo en todo el continente americano. Comenzó como modelo juvenil, pero lo suyo era el espectáculo en la pantalla chica y después en los escenarios en vivo. Fue una estrella que brilló como nunca en la década de 1990.
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Si bien empezó su carrera como modelo desde comienzos de los años 80, a sus 17 años, ella prefirió dejar ese mundo de pasarelas, al menos profesionalmente hablando, para convertirse en animadora infantil de TV., a partir de mediados de esa década, muy joven aun. Fue en 1986, cuando empezó su ‘Show de Xuxa’ en TV. Globo. Su trabajo en el mundo del espectáculo y entretenimiento se volvería internacional a fines de esa década ochentera.
Pero ya, desde 1990, su ascenso hacia el estrellato continental fue imparable, acaparando espacios televisivos, radiales y portadas en los diarios más populares del norte, centro y Sudamérica. Su nombre era Maria da Graca Meneghel, pero todos la llamábamos, con cariño, Xuxa.
Ya sea en idioma portugués, español o inglés, lo que hacía Xuxa (se pronuncia ‘shusha’) era verdaderamente extraordinario. Combinaba música, danza, carisma y mucha capacidad de trabajo en equipo. Con el ‘Show de Xuxa’ en TV. Globo rebasó fronteras rápidamente, y la dejó a ella rodeada de una estela de luz, glamour y belleza, pero también de sensibilidad social, pues en 1987 la joven animadora había colaborado activamente en una campaña de lucha contra la poliomielitis en su país. Y en 1989, había inaugurado la fundación ‘Xuxa Meneghel’, a través de la cual ayudó a diversas causas benéficas.
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Desde fines de los años 80, Xuxa viajaba con frecuencia a los Estados Unidos de América (USA), donde era muy conocida, pues había sido pareja desde sus 18 años (1981-1986) del ‘rey Pelé’, el gran futbolista brasileño, quien radicaba entonces en Nueva York (jugó hasta 1977 en el club Cosmos). Además, la bella brasileña era conocida allí, en ‘La Gran Manzana’ como modelo de pasarelas.
Para entonces, su gran éxito discográfico, en ritmo lambada, era ‘Ilarié’, que encabezaba todas las listas de canciones del continente. ‘Ilarié’ se escuchaba también en la ciudad de Los Ángeles (California), a donde la animadora de televisión llegó en la primera quincena de febrero de 1990 para ser la estrella principal en la entrega de los ‘Premios Bravo’, el cual se daba anualmente, a partir de encuestas a periodistas y gente relacionada con la farándula.
Xuxa hacía grandes giras continentales con sus recordadas “paquitas”, un grupo de adolescentes que lucían y vestían igual que ella, pero en una versión más pequeña, infantil. La divertida lambada ‘Ilarié’ era entonces un éxito total en el mundo de habla hispana.
La animadora brasileña iba y venía de EE.UU. a Brasil y de allí a otros países de la región, y ese año de 1990, a fines de febrero mismo, iría a cumplir un sueño en Chile, al ser una de las invitadas al Festival de la Canción de Viña del Mar. En ese tiempo, aún mantenía una relación con el corredor de autos brasileño Ayrton Senna, con quien hacía pareja desde 1988 (los mejores años de Senna en las pistas).
Ese año, en Viña del Mar, participaron además de Xuxa -que arrasó con la ‘Quinta Vergara’ y se llevó una paloma de plata-, el conjunto sueco de rock ‘Europe’ y el norteamericano ‘Cheap Trick’; así como el ‘rey del merengue’, el dominicano Wilfrido Vargas. A sus 27 años, Xuxa fue elegida ‘Reina del Festival’ por la Asociación de Periodistas de Espectáculos (APES); mientras los reporteros gráficos acreditados la eligieron, por unanimidad, ‘Miss Fotogénica’.
XUXA: UN CAMINO DE ÉXITOS, TRABAJO Y GLAMOUR
En mayo de 1990, Xuxa declaró, en un rapto de sinceridad, que no se consideraba una cantante, sino “una animadora que canta”. Pero ella era, en todo caso, una animadora con un impresionante récord de ventas: más de trece millones de discos vendidos entre 1986 y 1990, sólo en Brasil.
Empezó a ser conocida, popular y luego famosa en el mundo hispanoparlante al sacar un disco en español. En esa producción discográfica, ‘Ilarié’ era la canción bandera de Xuxa. “Ilari...ilari...e..Oh, Oh, Oh” era el pegajoso estribillo que niños, adolescentes y jóvenes (y adultos, también) tarareaban hasta en las calles. El LP traía otros temas: ‘Arco Iris’, ‘Bombón’, ‘Quiero Pan’, ‘Campeón’, ‘Danza de Xuxa’ y ‘Juguemos a los Indios’, entre otros. Eran diez canciones que Xuxa y sus ‘paquitas’ interpretaban en ese álbum.
¿Xuxa ya era entonces una estrella internacional? Lo era o lo empezaba hacer, sin duda. Indefectiblemente. El espectáculo la amaba, la adoraba el público y las ganancias, o sea, la plata no le llegaba sola, sino como fruto de su esfuerzo y perfeccionismo. Porque Xuxa era más que una animadora que cantaba: era una empresaria con mucho olfato y estaba haciendo crecer su propio imperio.
Para noviembre de ese mismo año de 1990, el Perú podía sentirse orgulloso de tener el “Club Amigos de Xuxa” (club oficial), donde empezaron a reunirse los admiradores de la diva que vivía en Río de Janeiro, Brasil.
En marzo de 1992, Xuxa se dio un buen baile en el sambódromo del ‘Carnaval de Río’, y animaba como figura central a dos escuelas, aunque no dominaba bien aún la samba. Ya en ese momento, la popular ‘Reina de los pequeños’ tenía clara la idea de tener su propio programa en Argentina, ese mismo año. Y así lo hizo.
De esta forma, el show de Xuxa (‘Xuxa Park’) llegó desde Argentina al Perú, vía Canal 2, así como a numerosos países latinoamericanos y a los EE.UU. Su fama creció como la espuma con varios discos y una serie de otros negocios derivados de su popularidad, como líneas de ropa, juguetería y hasta películas en las que la estrella de los niños y adolescentes estuvo involucrada.
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Dos meses después, en mayo de 1992, ya en su programa de Buenos Aires, desde donde todo el continente podía disfrutarla, debutó una jovencísima Maricielo Effio, quien ganó el concurso de la ‘Paquita Peruana’ organizado por el Canal 2 (Frecuencia Latina). Ese triunfo le dio derecho a participar en uno de los programas de Xuxa, al lado de las ‘paquitas’ argentinas y brasileñas. Effio, emocionada hasta las lágrimas, había confesado por esos días que soñaba con “quedarme y ser parte permanente del espectáculo”.
Ya para entonces no había duda de su éxito artístico y comercial: Xuxa era considerada por la famosa revista ‘Forbes’ como “una de las mujeres más ricas del mundo”. Había logrado el éxito económico y social, fama y fortuna. Ella misma declararía a los medios que era dueña de siete empresas que comercializaban diversos productos, desde muñecas, revistas y cosméticos, hasta zapatillas, ropa e incluso golosinas, entre otros productos. Asimismo, indicaba que poseía una empresa productora de espectáculos artísticos, una agencia de turismo y una compañía agropecuaria. Era una empresaria de amplio espectro.
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Xuxa era una mujer muy disciplinada: cuidada sus negocios tanto como su propio físico. Solía declarar en ese tiempo que no bebía alcohol, no fumaba ni comía carne roja ni tomaba leche. Eso sí, hacía mucho ejercicio todos los días. Solo se alimentaba de frutas y vegetales, agua mineral y de coco, jugos de frutas. Y su mayor secreto era su afición por la comida japonesa. Y otro secreto personal: dormía diez horas diarias.
Así era en sus mejores años, a inicios de la década de 1990, la querida, admirada y soñada Xuxa de Brasil.
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