Madres coraje, panetones de esperanza

Las madres de familia de la olla común Nueva Esperanza, esperan seguir vendiendo los panetones y así poder seguir costeando las 200 raciones diarias de comida que entregan a sus beneficiarios. Las personas que estén interesadas en ayudar, pueden comunicar

El traslado y distribución de las cajas de panetones es realizado por los vecinos de la comunidad.
Foto / Jesús Saucedo / @photo.gec

“Necesitamos apoyo para disponer de máquinas y un espacio más amplio y adecuado para que nuestro emprendimiento siga prosperando” asegura Melva Acosta Aguilar, representante de la olla común Nueva Esperanza.
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Todos los habitantes de este asentamiento humano del Rímac aportaron a la iniciativa. Por ejemplo, un colectivo de muralistas se encargó de pintar el exterior del horno.
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“Nosotras hemos tenido que hacer varios intentos para que salgan con la presentación que tienen hoy”, dijo una de las madres y añadió que se elaboran 60 panetones al día y se venden a 15 soles la unidad y al por mayor 12 soles.

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Se trata de productos hechos con masa madre y larga fermentación; panetones con perfume sutiles y naturales, y con frutos secos de calidad.
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Actualmente, todo el proceso de preparación de la masa y empaquetado de los panetones que saldrán a la venta se realiza en un local comunitario que antes de la pandemia era utilizado como centro de recreación de los niños y las niñas.
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Los sabrosos panetones son elaborados en un horno de leña que fue construido gracias a lo recaudado en actividades como polladas y rifas, y otras donaciones.
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“La idea de vender panetones se nos ocurrió porque ya estábamos sacando pancitos. Nos dimos cuenta que ya estamos a puertas de Navidad y no teníamos para comprar regalos a nuestros niños, que son más de 90”, detalló Olivia Huamani.
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El sabor especial de los panteones artesanales se debe precisamente a la leña utilizada para su cocción. Se utilizan ingredientes y se prescinde de aditivos o preservantes.
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Llegó diciembre y con ello la temporada de panetones, este delicioso pan dulce artesanal es una buena alternativa para celebrar estas fiestas.
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El panetón artesano se amasa con las manos, se respeta el tiempo de fermentación y reposo y después se hornea.

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Ismael Quiroz, maestro panadero con más de 20 años de experiencia, quien perdió su trabajo durante la pandemia y ahora comparte sus conocimientos y experiencia con estas emprendedoras.
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A pocos días de la Navidad, son muchos los pedidos de panetones que reciben.


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Las mujeres de la olla común reciben el apoyo voluntario de uno de sus vecinos, un maestro panadero.
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Un grupo de madres miembros de la olla común Nueva Esperanza, ubicado en el Rímac, inició un emprendimiento para salir adelante, aprovechando este mes navideño, y empezar a elaborar panetones a la leña.
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