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¿Qué es ser un 'Scout' en el Perú? Alexander Casas te lo cuenta
Adulto voluntario en el movimiento Scout relata cómo sigue evolucionando el escultismo en el país.
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Ingresar al movimiento Scout cambia nuestro estilo de vida a causa de la convivencia con nuestros pares, las actividades que se desarrollan, la formación que se recibe y la alegría de compartir, de vivir en una hermandad, en cualquiera de las etapas de los miembros juveniles (Lobato, Scout, Caminante o Rover) o al ingresar como adultos voluntarios (anteriormente dirigentes), asumiendo una responsabilidad mayor para lograr cumplir el objetivo de nuestro movimiento, el dejar un mundo mejor.
Se puede decir que el movimiento Scout, uno de los grupos juveniles más grandes y antiguos a nivel mundial, ha logrado innovar constantemente sin perder su esencia, como se planteó en el año 1907 por nuestro fundador Baden Powell; la participación y el empoderamiento de los jóvenes siguen siendo el eje fundamental, así como impulsar un aprendizaje mediante la acción conectado la vida con la naturaleza.
En la actualidad, buscamos que el joven desarrolle competencias para la vida, basándonos en objetivos educativos propios a la edad correspondiente, pero que a su vez se vuelva un referente de cambio en su ciudad, comunidad o país, como ha sido el caso de muchos jóvenes scouts a lo largo de nuestra historia.
Cuando veo en muchas ocasiones a un bombero, dando su vida por el prójimo, sirviendo a su país de manera voluntaria, puedo encontrar en él un modelo de scout, cabe decir que muchos scouts en la actualidad tienen esta función en la sociedad, de salvar vidas, en una institución tan importante como es el Cuerpo General de Bomberos.
Quizás muchos extrañen los zapatos con pantalones cortos y los sombreros de cuatro pedradas, uniforme que usábamos en antaño, los cuales fueron cambiados por las zapatillas con jeans y en algunos casos gorras con diversos diseños; pero es que como scouts también vamos adquiriendo características propias de nuestra sociedad actual, como por ejemplo el uso de las redes sociales para coordinaciones de eventos o para acompañar a través del WhatsApp las inquietudes de nuestros jóvenes scouts, cambiando los libros impresos por la era digital y hasta los parches de pelón impreso por los bordados digitales.
Como todo movimiento juvenil, vamos adquiriendo lo que los propios jóvenes usan como suyo, el hashtag para anunciar un evento, videos de Facebook para demostrar nuestras acciones, etc.; todas ellas como herramientas para poder ejercer el rol de adulto acompañante en cada una de las características e inquietudes personales que tienen los jóvenes scouts.
Tantos años en el movimiento me ha permitido conocer una hermandad enorme, reconociendo que no tiene fronteras, porque hasta cuando estás en otra ciudad o país, el simple hecho de demostrar ser parte del movimiento con una seña scout o un apretón de mano izquierda, característico de nuestras místicas y tradiciones, te hace sentir en familia, es por eso que muchos scouts viajeros llevan su pañoleta en la mochila o maleta, porque saben que a donde vayan van a encontrar a un scout con los brazos abiertos.
Aunque para muchos, vender galletas es un simple cliché que se atribuye a los scouts a nivel mundial, en mi opinión forma parte de un proyecto emprendedor impulsado por los propios jóvenes, lo cual reflejaría el papel que tomarán al ser adultos, reforzando con ello el trabajo de equipo y características de liderazgo que se nos ha inculcado en este hermoso movimiento, por ello debe ser un orgullo cuando desde jóvenes generamos mediante el juego una empresa juvenil, que hasta quizás nos permita innovar en otro tipo de empresas que podríamos desarrollar con nuestros pares.
No debe quedar de lado, el aprendizaje continuo de los adultos para asumir el rol de acompañante, aprendizaje que no solo recibimos en los cursos, sino además con el intercambio de experiencias con otros adultos voluntarios que cumplen nuestras mismas funciones. Aunque pensemos que vivimos en realidades distintas, la juventud es una sola, con diversas características propias de su edad, pero con las mismas inquietudes y necesidades, como el empleo, la educación, la salud, etc., propias de un país o región.
En la actualidad, el reto del movimiento es la de unir esfuerzos con otros movimientos similares que buscan el mismo objetivo y beneficios para los jóvenes, teniendo como ejemplo los grupos ambientalistas, de derechos humanos, de inclusión y anti discriminación, de proyección social, como otros, que si bien buscan generar cambios en la sociedad, también buscan formar mejores ciudadanos para un mundo mejor.
Yo soy parte de este movimiento desde hace muchos años, y sigo apostando por ello, por los jóvenes, sus sueños y sus objetivos personales, porque creo en los agentes de cambio de un país y veo en los scouts, así como en otros movimientos juveniles, ese camino.
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