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Callao: así se perpetró el robo de US$1 millón en barras de oro bajo la modalidad de la ‘intervención policial’
Eran las 8:00 de la mañana del último viernes cuando tres trabajadores de la empresa Balaji trasladaban tres lingotes de oro, con un peso de 15 kilos, valorizados en US$ 1 millón, en una camioneta blindada. El recorrido fue interrumpido por dos supuestos policías de tránsito que aparentaron una simple intervención pero que segundos después se convirtió en un violento asalto a plena luz del día que ni siquiera una patrulla que se desplazaba por el lugar advirtió algo extraño.
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Eran las 8 de la mañana del último viernes cuando tres trabajadores de la empresa Balaji trasladaban en una camioneta blindada tres lingotes de oro, con un peso de 15 kilos y valorizados en US$ 1 millón. El recorrido fue interrumpido por dos supuestos policías de tránsito que aparentaron una simple intervención pero que, segundos después, se convirtió en un violento asalto a plena luz del día, pese a que un patrullero que se desplazaba por el lugar.
Los trabajadores salieron de la oficina de su empresa, ubicada en San Isidro, con destino a los almacenes de la empresa Talma, en el Callao, a bordo de la camioneta Grand Cruiser, de placa Bey-617. Ellos llevaban una maleta color negra con el valioso mineral que iba a ser enviado con destino a Emiratos Árabes Unidos.
Cuando se encontraban en la avenida Elmer Faucett, a la altura del puente peatonal, dos supuestos policías de tránsito, que estaban en motos y llevaban puestos chalecos fosforescentes y cascos, hicieron señal al conductor, de apellido Nicolacci, de que detuviera su marcha y se estacionara a la derecha, según la denuncia de los trabajadores ante la Policía.
El chofer, que sabía que no había cometido ninguna falta, esperó que los supuestos agentes se acercaran. Uno de ellos lo hizo y le solicitó sus documentos. Nicolacci, cumpliendo con todas las normas de seguridad, bajó un poco la ventana y por ahí le entregó los papeles.
En ese momento se acercó el otro supuesto policía de tránsito y, de forma agresiva y prepotente, les ordenó a los ocupantes del vehículo que bajen, pero a los pocos segundos ambos los apuntan con armas de fuego desde la ventana del conductor.
En esas circunstancias hace su aparición un vehículo de color crema, que les cierra el paso y desde donde bajan varios supuestos policías armados y amenazan a los ocupantes de la camioneta blindada. Uno de ellos los encañona con un fusil. En total eran 12 los sujetos que llevaban puestos casacas, chalecos y los distintivos de la Policía Nacional.
Uno de los delincuentes, metió su mano por la ventana y arrebata la llave de contacto para después él mismo abrir las puertas de la camioneta blindada y, bajo amenaza de muerte, les ordena bajar. Los agraviados se percataron que eran cuatro vehículos y dos motos.
Para los transeúntes y conductores todo aparentaba ser una habitual intervención policial. Incluso, por el lugar, en forma circunstancial, pasó un patrullero que tenía la inscripción ‘Comisaría Rímac’. Uno de los agentes del patrullero consultó “si todo estaba bien”, a lo que falsos policías que llevaban casacas y chalecos de la PNP respondieron que “todo está controlado”.
Luego, los falsos policías bajaron a los trabajadores. El chofer fue subido a uno de los vehículos y fue agredido. Lo mismo hicieron con el copiloto de apellido Ramírez. Este último encaró al sujeto al decirle que lo reconocía por un caso anterior. Tras ello, lo puso contra el piso, lo pateó en diferentes partes del cuerpo y le pisó la cabeza para después colocarle unos grilletes. El otro trabajador de apellido Chacón también fue golpeado pero en otro vehículo.
Abandonados
Desde el punto del atraco, los sujetos ingresaron por la avenida Tomas Valle y dieron vueltas por diferentes calles. Dos de los vehículos se detienen. Bajan a Nicolacci y lo suben al carro en el que se encontraba Chacón y los enmarrocan para después seguir dando vueltas por vías aledañas.
En el caso de Ramírez, en el tiempo que estuvo en otro vehículo, lo despojaron de su pistola Glock y de dos celulares.
Finalmente, después de una hora, Ramírez fue abandonado cerca de la avenida Universitaria, mientras que los otros dos trabajadores fueron dejados en el cruce de las avenidas Perú y Quilca, en el Callao. En tanto, la Policía ubicó la camioneta en la esquina de las calles Las Garzas y Los Halcones, en el Callao.
Policía que labora en Dirincri bajo sospecha
Tras este violento asalto, el suboficial de tercera PNP Víctor Hinostroza Luque, quien labora en la División de Seguridad de la Dirincri, fue denunciado por uno de los trabajadores como uno de los sujetos que participó en el asalto tras supuestamente reconocerlo plenamente. Él será investigado por detectives de la División de Investigación de Robos.
Julio Peña, abogado de la empresa agraviada, afirmó que uno de los trabajadores “ha reconocido plenamente al señor Víctor Hinostroza Luque, que es un efectivo policial que trabaja en la Dirincri, de la avenida España, y que en una anterior oportunidad, el 19 de abril, fue encontrado realizando un ‘marcaje’ a uno de los miembros de la empresa hoy agraviada”, declaró en Canal N.
Aquel día, uno de los trabajadores de la empresa Balaji advirtió que un sujeto lo seguía, por lo que solicitó apoyo a los serenos de San Isidro. Ese día se identificó a esta persona como el policía Víctor Hinostroza Luque, pero en esa oportunidad este último negó que hiciera un reglaje.
Caso similar sin resolver
El pasado 12 de junio, una banda criminal de falsos policías y un supuesto fiscal robaron al empresario Wilfredo Borda 76 kilos de oro valorizados en más de US$ 4 millones bajo la modalidad de la ‘intervención policial’, en Comas.
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Una cámara de seguridad captó la llegada, al promediar las 7.45 a. m., de hasta seis ladrones vestidos con chalecos de la PNP y con armas en mano.
Primero, se dirigieron hacia una camioneta blanca, de propiedad del empresario Wilfredo Borda, e interceptaron al chofer mientras ingresaba a la cochera de la casa, para luego montar el falso operativo. El asalto duró 45 segundos. Ese mismo día, agentes de la Dirincri ubicaron dos camionetas y chalecos que utilizaron los delincuentes.
Dos días después de conocerse este atraco, el comandante general de la Policía, el general PNP César Cervantes, aseguró que había un avance de un 80% en las investigaciones y que los asaltantes pronto serían capturados, pero -a casi dos meses del hecho- el caso no ha sido esclarecido.
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