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Chorrillos no celebró, pero San Pedro y el mar estuvieron allí [FOTOS Y VIDEO]
Si vives en Chorrillos sabes que estos días son de fiesta. Desde poco antes de la víspera, la gente ya está en las calles, se venden golosinas, prendas de vestir, todo tipo de comida (ceviche y pescadito frito), y mucha cerveza, como chicha de jora. Es un clásico para los chorrillanos, para los limeños y no faltan los turistas que llegan a la playa Pescadores para ver el paseo del santo en lancha, un ritual que reúne a cientos de personas. Hoy, en plena cuarentena, nada fue igual. “Triste todo”, dice una señora que vende mariscos, mientras contempla a los niños -con mascarillas- jugar alrededor de San Pedro, el santo patrono de los pescadores.
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Una foto con 'San Pedrito' 'pal Face' (Foto: Esther Vargas)
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Frase atribuída a José Olaya en mural que se encuentra en el muelle (Foto: Esther Vargas) (Foto: Esther Vargas)
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Una pintadita a la lancha para salir a pescar (Foto: Esther Vargas)
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El próximo año, seguro todo mejora, comentan los pescadores (Foto: Esther Vargas)
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Algunos vecinos pensaron que el santo, contra viento, marea y coronavirus, haría la ‘milagrosa pesca’ debido a que hasta el mediodía se creía que habría una ceremonia por San Pedro y Olaya. (Foto: Esther Vargas)
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Se pesca, siempre se pesca en Chorrillos (Foto: Esther Vargas)
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El santo no salió a 'pescar' pero los devotos estuvieron en el muelle (Foto: Esther Vargas)
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Familias enteras disfrutaron de un día de playa (Foto: Esther Vargas)
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Llegaron a la playa Pescadores para pasar un momento en familia. (Foto: Esther Vargas)
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Festividad de San Pedro y San Pablo en Chorrillos. (Foto: Esther Vargas)
Fecha Actualización
Si vives en Chorrillos sabes que estos días son de fiesta. Desde poco antes de la víspera, la gente ya está en las calles, se venden golosinas, prendas de vestir, todo tipo de comida (ceviche y pescadito frito), y mucha cerveza, como chicha de jora. Es un clásico para los chorrillanos, para los limeños y no faltan los turistas que llegan a la playa Pescadores para ver el paseo del santo en lancha, un ritual que reúne a cientos de personas. Hoy, en plena cuarentena, nada fue igual. “Triste todo”, dice una señora que vende mariscos, mientras contempla a los niños -con mascarillas- jugar alrededor de San Pedro, el santo patrono de los pescadores.
En el Día de San Pedro y el 197 Aniversario de José Olaya, la playa Pescadores recibió algunos pocos visitantes, algunos con máscaras y otros sin ella. Mientras llegaba la pesca del día, familias enteras jugaban en el mar, o en la arena, compraban manzanas acarameladas y un grupo de venezolanos ofrecía chocolate y café, con esa voz cálida y alegría que parece inagotable en ellos.
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Antes de entregarse a la diversión de mar y arena, y hasta cometas, la gente acudió a la imagen de San Pedro, rodeada de ofrendas florales. Dice un pescador que ‘San Pedrito’ no salió a pescar como siempre, aunque le dieron la vueltecita allí en el muelle.
Algunos vecinos pensaron que el santo, contra viento, marea y coronavirus, haría la ‘milagrosa pesca’ debido a que hasta el mediodía se creía que habría una ceremonia por San Pedro y Olaya. Pero el alcalde Miyashiro (hijo) acabó por recuperar el sentido común y canceló todo para evitar aglomeraciones. En el monumento a Olaya, en pleno malecón, se distinguían los arreglos florales en homenaje al mártir de la lucha por la Independencia del Perú.
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La presencia del Ejército y de la Policía Nacional es ya pasado. La gente se reúne sin miedo, como si el virus ya hubiera sido erradicado. El distanciamiento social ya no es parte del día a día: hay parejas abrazadas, familias juntitas, amigos que se encuentran y se olvidan de las reglas. La mascarilla está y no está, a veces parece una brevísima chalina para el cuello. No es raro que te tropieces con alguien al bajar a la playa, pues ya pocos respetan las normas.
“A Chorrillos hoy le falta trago”, murmuraba un viejo chorrillano mientras divisa el mar, desde el muelle. Una sensación rara de tristeza para los nostálgicos, resignación para los que han vivido tiempos peores, y una esperanza para los que saben que todo pasa, hasta esta incertidumbre.
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