Ciudad 2019: Año de violencia e inseguridad

HECHOS QUE MARCARON EL 2019

El peor amanecer de San Juan de Lurigancho: El peor amanecer de San Juan de Lurigancho Lima fue marcada este año por terribles sucesos. La madrugada del domingo 13 de enero, varias calles de San Juan de Lurigancho amanecieron cubiertas de aguas servidas. Se trataba de la peor inmundicia en el distrito más poblado de la capital que en pleno verano se quedó semanas enteras sin agua. La razón: la ruptura del colector principal de Sedapal ubicado en la estación Pirámide del Sol del Metro de Lima.

El hecho comenzó cerca de las 4:00 a.m. con un olor nauseabundo. Minutos después, las aguas de desagüe con excremento empezaron a discurrirse por la urbanización Los Jardines. El pánico se apoderó de los vecinos.

Algunos de ellos lograron salir a tiempo de sus casas antes de la inundación, otros quedaron atrapados en los pisos superiores de sus viviendas. Las escenas eran terribles.

“El agua me llegaba hasta el cuello, tuve que subir al tercer piso de mi casa con mis cinco hijos para protegernos. Lo he perdido todo”, era uno de los testimonios de una madre. Varias familias lo perdieron todo.

El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) formó una comisión investigadora que estableció responsabilidades en Sedapal. El uso de materiales inadecuados y malas maniobras operativas ocasionaron la inundación.

Gotas de esperanza: Empieza la venta del cannabis medicinal: Tras una lucha de años, comenzó la venta –en nuestro país– del aceite de cannabis medicinal, una planta que puede controlar los síntomas de varias enfermedades y, a su vez, mejorar la calidad de vida de numerosos pacientes que a diario deben librar duras batallas. Este producto se ofrece actualmente solo en la farmacia de la Digemid ubicada en San Miguel.

El nuevo rostro del emporio de Gamarra: Hace un año, pensar en ir a Gamarra significaba prepararse para sortear una serie de obstáculos: cientos de ambulantes en las calles, pasillos de galerías abarrotados de mercadería, caótico tránsito vehicular, basura, etc. Esto cambió el lunes 11 de marzo cuando el alcalde de La Victoria, George Forsyth, dispuso el cierre total del emporio durante 72 horas. Tres días después, el panorama era otro. Afortunadamente, hubo una esperada continuidad. Hoy se puede hablar del gran cambio de Gamarra.

Brutal negligencia: Las tragedias en 2019 no solo nacieron de la informalidad en el transporte público. Este año, conductores de empresas que se hacen llamar formales han protagonizado accidentes con consecuencias fatales y han sido merecedores de papeletas por millones de soles. Una muestra de esta realidad es la imagen del ómnibus de la empresa Trans Norcom Corporation S.A.C., de placa AXV-851, que literalmente quedó partido en dos (sin techo) luego de que su chofer se estrellara contra el puente del cruce de las avenidas Brasil y La Marina, en Pueblo Libre.

Muerte en McDonald’s: Los sueños truncos de Gabriel Campos Zapata (19) y Alexandra Porras Inga (18). Estos dos jóvenes que luchaban por forjarse un futuro mejor murieron electrocutados mientras limpiaban el piso del local de McDonald’s, ubicado en el cruce de las avenidas Universitaria y La Marina, en Pueblo Libre.

Esta tragedia evidenció, una vez más, la inacción de las autoridades ante un sistema laboral precarizado. Peor aún, se determinó que estas muertes se pudieron evitar. Y es que la empresa conocía del mal estado de la máquina expendedora de bebidas que ocasionó la descarga eléctrica, pero no hizo nada.

Sigue el caótico transporte en Lima: Lima tiene décadas a la espera de un transporte digno y si bien este año ha comenzado a operar la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), esta entidad aún está en sus primeros pasos.

Uno de los puntos críticos son los corredores complementarios, en donde ya deberían estar operando más de 5 mil buses, pero solo hay 870. Resultado de ello es que la informalidad –representada en miles de colectivos– se ha apoderado de las distintas vías de la capital ocasionando un verdadero caos.

Esto llegó a tal punto que –el último 25 de noviembre– los colectiveros informales salieran a las calles a protestar exigiendo ser formalizados. Ellos causaron zozobra.

Para Alfonso Flórez, presidente de la Fundación Transitemos, la falta de buses y el ineficiente servicio de transporte formal han hecho que la gente prefiera desplazarse en colectivos. “El caos está en el transporte informal y formal debido a la ausencia de las autoridades”, indicó.

No obstante, Flórez resaltó las intenciones del alcalde de Lima, Jorge Muñoz, de buscar soluciones al tránsito, aunque estas, dijo, “no sean las mejores”.

“El plan ‘pico y placa’ (implementado el 22 de julio) ha mejorado la fluidez vehicular en las vías en las que se aplica. Sin embargo, en las rutas alternas ha ocasionado una gran congestión vehicular que es aprovechada por los delincuentes”, señaló.

Manifestó, además, que el transporte público en el Perú está atrasado 80 años y tomará unos 20 contar con un transporte de calidad. “La gente debe indignarse. Somos parte del problema, pero también de la solución. Si no colaboramos, esto va a tomar más tiempo”, sostuvo.

Tragedia en Fiori: Decenas de pasajeros esperaban en sus asientos que su ómnibus partiera del exterminal de Fiori, en San Martín de Porres, rumbo a Chiclayo. De pronto, a las 7:34 p.m., la calma se convirtió en la peor de las pesadillas. La parte posterior del vehículo de la empresa Sajy Bus empezó a arder en llamas.

La desesperación se apoderó de las personas. Algunos comenzaron a correr hacia la puerta para salvar sus vidas, unos se lanzaron por las ventanas, otros –lamentablemente– murieron carbonizados. Así, la informalidad que impera en el transporte acabó con la vida de 17 pasajeros: 8 hombres, 5 mujeres y 4 niños.

Policías y militares pasaron al otro bando: Instituciones que tienen como deber velar por nuestra seguridad se vieron empañadas por algunos de sus miembros que decidieron pasar a las filas de la delincuencia. Este año más de 80 policías han sido capturados por estar involucrados en hechos delictivos. Uno de ellos es el coronel PNP Manuel Ibárcena, quien el 5 de diciembre fue detenido por ser parte de la organización criminal Los Rápidos y Elegantes del Aeropuerto, que se dedicaba a asaltar a conductores de contenedores con mercadería valorizada en miles de soles. La corrupción también afectó al Ejército. El 8 de diciembre, cuatro generales y otros 23 militares fueron arrestados por el robo sistemático de combustible.

BASTA DE FEMINICIDIOS

El nivel de ensañamiento de los feminicidas es cada vez más brutal: 164 mujeres fueron asesinadas este año. Hubo 400 casos de tentativa de este grave delito que no se detiene en el Perú.Feroz

Masacre (22 de diciembre): Jessica Tejeda y tres de sus cuatro menores hijos fueron asesinados por Juan Huaripata en El Agustino. El único sobreviviente es un niño de 9 años, quien tras ser apuñalado por su padrastro tuvo que fingir su muerte para salvarse de la masacre. Lo indignante es que estas muertes pudieron evitarse. El feminicida actuó con la complicidad de malos policías de la comisaría de San Cayetano, quienes no escucharon las súplicas de una mujer y de sus hijos.

Un caníbal (16 de marzo): Odiaba a las mujeres. Wilfredo Rodríguez Quispe estranguló y descuartizó a su vecina Dina Quispe, de 27 años, en Puno. Cocinó, comió parte de sus restos e hizo una máscara con su rostro. Él fue capturado.

Feroz (9 de enero): Sandro Villegas Arévalo, un agente de seguridad del Ministerio de la Mujer, asesinó a balazos a su esposa Ingrid Arizaga Bandin en su puesto del mercado Santa Rosa del Callao. Tenían cuatro hijos.

VIOLENCIA SIN LÍMITES

Este año, nuestro país ha sido escenario de distintos hechos, especialmente, violentos. Casos de sicariato, asaltos en zonas exclusivas de la capital, asesinatos a plena luz del día y que tenían como único móvil el robo de un celular han caracterizado el 2019.

Para el psiquiatra Carlos Bromley, “nuestra sociedad se está sicopatizando, adoptando un patrón de conducta en el que no hay consideración por los demás. No existe la empatía”.

En tanto, el antropólogo Juan Carlos Callirgos considera que “en nuestro país hay un deterioro de las relaciones interpersonales y un trato más violento en general entre nosotros. Hay un extremado individualismo, un sálvese quien pueda”.

En ese sentido, añadió que “hemos perdido empatía, no sentimos lo que causamos en los demás. Eso se expresa en los niveles que la delincuencia actúa, se puede matar por un objeto menor. Nos hemos vuelto muy insensibles”.

Los malditos del Rolex y su nueva modalidad: El hampa ha comenzado a operar con nuevas modalidades en el país. Una de estas fue el robo de costosos relojes que tuvo como escenarios distritos como San Isidro y Miraflores. Los agraviados eran, principalmente, turistas que fueron seguidos desde el aeropuerto Jorge Chávez.

Uno de los hechos más violentos ocurrió el 13 de agosto. Un ciudadano austriaco quedó herido tras recibir un balazo en la pierna en la puerta de un lujoso hotel. Los delincuentes que lo atacaron iban tras su reloj Rolex.

Similares atracos se repitieron en la capital hasta que la Policía detuvo a los integrantes de la banda Los Malditos del Rolex, unos delincuentes venezolanos que el 10 de noviembre fugaron de la comisaría de Miraflores.

Matan a sobrino de Guerrero (9 de marzo): Julio André Rivera Quispe, sobrino del futbolista Paolo Guerrero, paseaba por la avenida Huaylas, en Chorrillos, cuando unos delincuentes a bordo de un auto le robaron su celular. Para ello, lo arrastraron varios metros hasta hacerlo impactar contra un muro, lo que causó su muerte inmediata. Uno de los acusados, Leiser Palacio Vaamonde, cayó el 18 de octubre en Venezuela. Piden su extradición.

Asalto en el Jockey Plaza (6 de agosto): Hampones extranjeros se apoderaron de gran cantidad de celulares, laptops y otros aparatos electrónicos por más de S/1 millón de la tienda iShop del Jockey Plaza. Todo fue planeado por Edgar Silva (40), ‘Mota’, quien tenía un puesto de venta de celulares en Las Malvinas.

Descuartizan a dos y filman el crimen (8 de setiembre): Uno de los hechos que conmocionó al país ocurrió en setiembre. El venezolano Rubén Matamoros (22) y su amigo el peruano Jafet Torrico (24) fueron torturados, asesinados y descuartizados en la habitación de un hotel en San Martín de Porres. Luego sus restos fueron regados en bolsas en tres distritos de la capital. Lo que es peor es que este grado de violencia sin nombre quedó registrado en un video que los mismos asesinos grabaron. El cabecilla de este macabro doble asesinato, Freddy Xavier Romero Sulbarán, conocido como ‘Machelo’, fue apresado el 8 de diciembre en Colombia. Este envió un mensaje a través de WhatsApp, en el que afirmaba que “si tenía chance, picaba (desmembraba) a mil peruanos más”.