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Conviértase en una familia empresarial
El 20% de las empresas familiares en el país pasa a ser administrada por la segunda generación (hijos).
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Fabiana Sánchezfsanchez@peru21.com
¿Cuántos emprendedores sueñan con compartir su empresa con la familia? Probablemente muchos, pero llevar esa idea a la práctica no es un trabajo sencillo y no siempre se logran los resultados esperados.
Al respecto, la jefa de la Unidad de Iniciativa Empresarial de la UPC, Jacqueline Barrantes, refiere que la principal característica de los negocios familiares es que se rigen por una fuerte carga emocional, la cual puede perjudicar la toma de decisiones y, por lo tanto, el crecimiento económico de la compañía.
La profesora precisa que si se desea tener éxito en este modelo de emprendimiento es necesario conocer cuáles son sus etapas.
1. Emprendedor individual. La empresa se inicia con el ánimo emprendedor de una persona, que es la que busca oportunidades allí donde otros no las ven. Es este individuo el que tiene la idea de formar el negocio y, por lo general, se encarga de conseguir los recursos o el financiamiento.
2. Herencia de la empresa. Debe tenerse en cuenta cuál es la misión, la visión y los objetivos del negocio en marcha. Recuerde que en esta etapa no se elabora todavía el plan de negocios.
3. Empresa familiar tradicional. Se afianza el capital relacional como la lealtad y la responsabilidad entre los miembros de la familia que formarán parte de la compañía. En esta etapa se trabaja el día a día, y se empiezan a elaborar los planes a corto plazo.
4. De empresa familiar a familia empresarial. Es el punto al cuál deberían llegar todos los negocios. En esta etapa se determina la sucesión de jerarquías, es decir, quién asumirá el liderazgo y en qué momento. Además, ya se empieza a plantear la posibilidad de entrar a nuevos mercados tanto en el interior como en el exterior.
INTERROGANTESLa experta recomienda a los emprendedores que durante el período de creación de su empresa se hagan las siguientes interrogantes: ¿Qué es lo que hago? y ¿qué quiero hacer? Si no se han definido respuestas para estas dos preguntas, será difícil emprender, asegura.
Barrantes explica que habrá que dejar de lado los lazos familiares cuando se necesiten aplicar medidas drásticas, según el caso. Si es preciso retirar a alguien de sus funciones, habrá que hacerlo de inmediato.
"Por encima de los intereses emocionales están los empresariales", indica la experta.
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